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Deuda, inflación y financiamiento: el estado del millonario pasivo de Edersa con Cammesa

La distribuidora comenzará a saldar el pasivo el mes que viene. Desde la firma confirmaron que desde mediados de 2021 pagan la compra de energía a la mayorista. Los detalles del endeudamiento y el impacto positivo de la inflación. 

Uno de los temas que surgió de la audiencia pública por la Revisión Tarifaria Extraordinaria de Edersa fue el plan de pago por la deuda que la distribuidora mantiene con Cammesa, la compañía que se encarga de operar en el mercado mayorista eléctrico de Argentina.

Con el congelamiento de las tarifas eléctricas ocurrido en el último período del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, la mayoría de las distribuidoras eléctricas del país vieron sus ingresos fuertemente afectados y decidieron financiarse con la generación de deuda a la empresa mayorista que vende energía en el país. Edersa, como la mayoría, en ese periodo acumuló un pasivo por encima de los 8 mil millones de pesos (más intereses).


Esa deuda se encauzó a mediados de 2021 mediante un acuerdo con Cammesa, en el que la empresa del Mercado Mayorista puso una exigencia fundamental para rubricarlo: las distribuidoras debían pagar la factura corriente mensual de energía en alta tensión como condición necesaria para el mantenimiento de la deuda.


Desde esa fecha, Edersa retomó su obligación con Cammesa y, según expresaron en la audiencia pública las autoridades de la entidad, “ha honrado” ese pago mensual hasta la actualidad. El cumplimiento de esa obligación es informado periódicamente al EPRE.

El acuerdo, que se inició a mediados de 2021 y se firmó finalmente el año pasado, establecía seis meses de gracia y 96 cuotas fijas, sin que se apliquen cargos extra en la factura de los usuarios. Al monto de la deuda original se le suman intereses, pero el salto inflacionario en los últimos meses ayudará a licuar ese pasivo que hoy mantiene la distribuidora. Para el caso, actualmente Edersa cancela factura mensuales a Cammesa del orden de los 2.000 millones de pesos.


El subgerente General de la distribuidora rionegrina, Jorge Agnelli, indicó ante una pregunta de un usuario durante la audiencia pública del martes pasado que la firma que representa cancela plenamente las facturas mensuales con la mayorista, y que en marzo próximo comenzará a pagar la deuda generada tras el congelamiento tarifario.


“Hoy Edersa está al día con la factura corriente y por el plan de financiación hay un acuerdo firmado, similar al que firmaron gran parte de la distribuidora del país, que se comenzará a pagar en marzo. Hoy estamos al día con todos los compromisos con Cammesa”.


El congelamiento de las tarifas generó un impacto negativo en la mayoría de las distribuidoras del país, que debieron financiarse con Cammesa aludiendo que el Estado autorizó aumentos menores al impacto inflacionario y el ajuste de sus costos. Es decir, diferir los pagos a la empresa del Mercado Mayorista fue la única vía que encontraron las distribuidoras para continuar funcionando y manteniendo un servicio que es esencial.


¿Cuál es la lógica que gobierna en el sector? La factura está compuesta por tres componentes: el costo de abastecimiento (el valor de la energía según Cammesa), el VAD (Valor Agregado de Distribución), conformado por los salarios de los trabajadores y todo lo que tiene que ver con el funcionamiento operativo y comercial de las distribuidoras y los impuestos (nacionales, provinciales y municipales).

Fuentes del sector sostienen que cuando el Estado congeló el VAD de las distribuidoras durante tanto tiempo, la única opción viable para sostener el servicio era endeudarse con la mayorista porque los impuestos sí o sí había que pagarlos; los salarios de los trabajadores también, y las empresas tuvieron que seguir haciendo inversiones y erogando fondos para mantener el servicio. “Así comenzó todo”, confió una fuente con muchos años en el ámbito eléctrico.

El pedido de Edersa

La distribuidora rionegrina solicitó un incremento en el VAD No Salarial del 100% para su operación y que tendrá un impacto del 18,7% promedio en las boletas para residenciales. Es por el impacto inflacionario entre septiembre y diciembre del año pasado, que superó el 102%.


El VAD de las distribuidoras eléctricas se dividen en dos: el “no salarial” y el “salarial”. El primero es el que usan las empresas para todas sus acciones (operativas, comerciales, mantenimientos, obras e inversiones, renovación de equipos, redes, edificios, vehículos, tecnología) y el segundo es el que corresponde al sueldo de los trabajadores.

El EPRE es el ente regulador que deberá analizar la propuesta de la distribuidora y definir si le corresponde ajustar ese componente de la factura.


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