Combustibles Energía

Cuando el entonces ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, resolvió liberar el precio de los combustibles para dejarlo librado a la lógica del mercado, el dólar cotizaba a un poco menos de 18 pesos y el barril de Brent rondaba los 53 dólares.

El dólar se apreció desde entonces más de un 120% para llegar a la barrera de los 40 pesos y el barril de crudo también pegó un salto hasta superar en los últimos días los 81 dólares. Ese es el escenario que hizo que los combustibles incrementaran su precio en lo que va del año en más de un 60%, una suba que se siente en el bolsillo de los conductores pero que evidencia que aún queda más para nivelar.

Si bien las principales petroleras han mostrado estrategias divergentes a la hora de remarcar sus pizarras, en líneas generales los productos premium fueron los que más -y primero- se incrementaron.

Las actualizaciones en los surtidores mostraron como contrapartida que las menores subas se dieron en el gasoil común, un combustible ligado directamente al transporte y cuyo incremento afecta casi en forma inmediata a una extensa gama de productos y actividades.

Pese a este incremento diferencial, el gasoil común ha sido en los últimos meses el único de los combustibles cuyas ventas cayeron, hasta un 9% en julio, reflejando además de la disparada de los precios un quiebre en el ritmo de la actividad económica nacional.

Las modificaciones en los precios dejaron en evidencia algunas de las estrategias de las operadoras, y tuvieron el mes pasado uno de los casos más llamativos cuando una operadora incrementó dos veces en el mismo día sus combustibles luego de ver la remarcación aplicada por su principal competidora.

En Neuquén los nuevos precios de los combustibles no sólo se vieron beneficiados por el efecto de lo que se conoce como la “zona patagónica” que reduce la carga impositiva aplicada, sino también por las estrategias comerciales de las operadoras que ofrecen en la ciudad de Neuquén y sus alrededores un precio aún menor.

Esta especie de “zona caliente”, que corresponde al área más poblada de la Patagonia, llevó a situaciones hasta ahora impensadas, dado que por algunos días los combustibles fueron más baratos en la ciudad de Neuquén, que en Ushuaia, en donde históricamente han tenido los menores precios.

Pese al salto de más del 60% en el precio de los surtidores, desde las operadoras se advierte que la export parity está aún lejos y en algunos productos acumulaba un desfase cercano al 20% antes de la última suba del dólar y del precio internacional de crudo. Un escenario en el que también ha incidido la política tributaria aplicada.

En números

Desde la desregulación de los precios los combustibles tuvieron una baja del 0,1% en 2017 y arrastran un alza en este año de más
del 60%.