Los subsidios a la energía sumarán 13.500 millones de dólares este año

Es el cálculo que elaboraron desde el Instituto Mosconi de la Energía. El impacto de la segmentación y la mejora de la generación hidráulica frenaron la disparada de gastos.

Faltando pocos días para finalizar este 2022, desde el Instituto Argentino de la Energía Enrique Mosconi realizaron una evaluación del nivel de subsidios a la energía que se demandó este año. Si bien los valores finales son levemente menores a los proyectados a principios de año, la suma asciende a cerca de 13.500 millones de dólares.

El director del departamento técnico del Instituto Mosconi, Julián Rojo, explicó que “los datos a diciembre indican que en todo el 2022 se destinaron 12.300 millones de dólares que es un 2,5% del PBI a los subsidios a la energía”. Y advirtió que a ese valor se le deben adicionar sumas no devengadas por el Estado que elevan el total a cerca de 13.500 millones de dólares.

“A ese cálculo hay que sumarle para tener una cuenta un poco más consistente unos 1.100 millones de dólares de Cammesa (la Compañía Administradora Mayorista del Mercado Eléctrico) que no se devengaron, que no se transfirieron en julio sino que se transformaron en deuda de Cammesa para con las generadoras eléctricas”, explicó el economista.

En ese sentido, Rojo remarcó que “una cuenta razonable es que en el 2022 se han gastado unos 13.300 a 13.500 millones de dólares, de lo cual una parte se transformó en deuda”.

Rojo destacó que, pese al abultado monto destinado a los subsidios a la energía, hubo indicios de achique en el ritmo de la suma en los últimos meses. “Hemos visto que a partir de agosto, y septiembre más que nada, hubo una desacerelación en los devengamientos, principalmente en Cammesa, posiblemente por la baja en los costos y el aumento también en los precios de algunos segmentos de lo que paga la demanda”.

En este achique, el especialista destacó que “es posible que haya habido, dada la restricción del crédito disponible, algún traspaso a pequeñas deudas, pero eso sería minoritario y debería reflejarse en algún stock de deuda de Cammesa que no conocemos”.

En un escenario complicado por un efecto doble, de disparada de los costos internacionales de la energía y a la vez de estrechez presupuestaria, el nivel de subsidios a la energía terminaría este 2022 por debajo de las proyecciones iniciales que apuntaban a los 16.000 millones de dólares.

Este año no llega a ser récord pero sí es un nivel alto. Es un nivel parecido a los que hubo previo al 2015 -2014, pero el récord es de 16.500 millones de dólares en 2015”, indicó Rojo en referencia a años en los que el país no contaba con la producción de Vaca Muerta.


«Insostenibles en el tiempo»



El director del departamento técnico del Instituto Mosconi alertó que “estos valores cargan excesivamente las cuentas públicas y es el gran problema por el que el gobierno ha tomado nota en los últimos meses, porque realmente cargar las cuentas públicas, cargar el 2,5% del PBI solo con subsidios a la energía, es excesivo”.

Para graficar la magnitud del peso de los subsidios al sector energético, Rojo contó que “la cuenta fría marca que en ausencia de subsidios a la energía el Estado no tendría déficit, el déficit sería 0 pero no es un dato que se pueda extrapolar porque hay otros gastos en la cuenta”.

En números

11.000
millones de dólares sumaron los subsidios del sector en 2021. Este año el alza sería del 22%.

El especialista remarcó que “esto es insostenible en el tiempo”, porque “el problema de tener tanta carga pública en materia energética sin tener una política tarifaria clara es que en el tiempo, con el congelamiento de los precios y el aumento de los costos, tenés una carga realmente excesiva que por algún lado explota”.

Pese a este nivel de subsidios, Rojo señaló que “evidentemente la segmentación tarifaria tuvo algún efecto, creo que también hubo algún efecto de baja de los costos después del invierno con una mayor generación hidroeléctrica que también aportó a reducir la carga de subsidios desplazando energía cara con energía barata”.

Ese doble efecto “redundó en una tendencia a la baja de los costos en conjunto con un aumento de los precios que paga la demanda y eso es lo que ha evitado que lleguemos a los 16.000 dólares en subsidios como sucedió en 2015 y que era el camino que más o menos se vislumbraba a principios de año”, advirtió Rojo.


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