Más de 100.000 familias de Neuquén y Río Negro podrían perder los subsidios a la luz
Son las que actualmente se encuentran en la categoría intermedia de la segmentación que el Gobierno busca modificar.El año pasado más de 30.000 familias perdieron parte de la ayuda.
Febrero comenzó con una seguidilla de aumentos en el sector de la energía como son la suba en los combustibles, el gas natural y la energía eléctrica, pero el sacudón fuerte vendría más adelante cuando el gobierno le pase nuevamente la motosierra a los subsidios. Esta medida podría dejar sin ayuda estatal en el servicio de energía eléctrica a más de 100.000 familias de Río Negro y Neuquén.
En concreto, el plan que busca implementar el gobierno nacional apunta a modificar de fondo el actual sistema de segmentación tarifaria que viene de la gestión de Alberto Fernández.
Este plan, vigente desde 2022, divide a los usuarios residenciales en tres grupos, según su poder adquisitivo, desde el N2 que recibe una cuota más alta de subsidios, pasando por el N3 intermedio y terminando en el N1, el cual si bien se conoce como el segmento sin subsidios, sí tiene aún una ayuda menor.
Lo que ahora busca instrumentar la gestión de Javier Milei es un recorte tajante, que deje solo dos segmentos: uno con subsidios y otro sin subsidios. Algo un tanto similar al sistema que rigió durante la gestión de Mauricio Macri bajo la denominación de Tarifa Social.
Este recorte busca achicar a fondo los aportes del Estado en el sector de la energía, algo que se preveía en el fallido presupuesto nacional 2025 en donde la baja en los subsidios -incluyendo al transporte- llegaba a los 3.000 millones de dólares.
El plan de achique está apuntado -en principio- solo al servicio de energía eléctrica, dado que es el más extendido, ya que 4 de cada 10 hogares del país no tienen el servicio de gas natural.
Pero fundamentalmente este foco se debe a que se trata de un universo mucho más grande de usuarios y de subsidios a pagar: en total a nivel nacional son cerca de 16 millones los hogares que cuentan con el servicio de energía eléctrica.
La letra fina de cómo se instrumentará este cambio aún no se conoce, dado que dependerá del fino equilibrio que el gobierno busca hacer entre los recortes de subsidios y la meta buscada de inflación mensual.
Pero el objetivo del gobierno es que los cambios se den antes del 31 de mayo que es el plazo máximo que el decreto 384/2024 le dio al período de Transición de los Subsidios.
El impacto en la región
Mientras en Buenos Aires el gobierno tiene bajo su control a las dos grandes distribuidoras del servicio eléctrico, Edesur y Edenor, en la región el abanico de empresas y poderes concedentes es mayor, permitiendo así que haya diferencias habituales tanto en las tarifas como en los aumentos que se aplican.
En total, son más de 500.000 los usuarios residenciales que viven en Río Negro y Neuquén, las familias con el servicio habitualmente llamado de luz, de las cuales el grueso, 411.302 usuarios concretamente, corresponden a las tres grandes distribuidoras de la zona: CALF y EPEN en Neuquén y Edersa en Río Negro.
En el caso de Edersa, la firma cuenta con 224.908 usuarios residenciales, de los cuales 76.981 correspondieron en diciembre al segmento N2, el de menores recursos; 93.892 al segmento de más alto poder a N1, y 54.035 usuarios al segmento intermedio, el N3, que es el que podría desaparecer.
En la distribuidora de la ciudad de Neuquén, CALF, los usuarios N1 o de altos ingresos son la mayoría con 44.570; seguidos por 26.231 familias en el segmento más bajo, el N2; y finalmente 26.054 usuarios los del segmento intermedio, el N3.

Finalmente, en el Ente Provincial de Energía del Neuquén (EPEN), la distribuidora de gran parte de la provincia, en diciembre los usuarios de más alto poder adquisitivo sumaron 41.140; los del segmento más bajo llegaron a los 24.811; y lo del intermedio a 23.588.
De esta forma, tan solo en estas tres distribuidoras son 103.677 las familias que están enroladas en el segmento N3 o intermedio y que podrían dejar de contar con subsidios si el gobierno avanza en su plan de dejar solo dos segmentos tarifarios.
Esta medida podría resultar llamativa, dado que se trata de cerca del 20% del total de usuarios, pero no es demasiado diferente a los cambios que se dieron durante el año pasado y que no generaron controversias.
El 2024 dejó fuertes recortes en la zona
El balance de los usuarios del servicio eléctrico de la región marca que entre octubre y diciembre del año pasado fueron 31.560 los usuarios que dejaron de tener la mayor cobertura de subsidios, la del N2.
Esto se debe centralmente a que desde Nación se definió que aquellos usuarios que no se habían dado de alta nunca en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) porque desde Nación se los había dado de alta automáticamente por tener algún subsidio a la pobreza, debían anotarse ahora o perderían los subsidios.
Lamentablemente, muchas de esas familias no completaron la inscripción y desde diciembre pagan por la categoría de mayores ingresos, mientras que otras sí lo hicieron, pero su situación económica fueron reasignados al grupo intermedio.
Febrero comenzó con una seguidilla de aumentos en el sector de la energía como son la suba en los combustibles, el gas natural y la energía eléctrica, pero el sacudón fuerte vendría más adelante cuando el gobierno le pase nuevamente la motosierra a los subsidios. Esta medida podría dejar sin ayuda estatal en el servicio de energía eléctrica a más de 100.000 familias de Río Negro y Neuquén.
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