Equipos de Salud cuestionan los rastrillajes en los barrios de Roca

Desde la asociación que nuclea a los agentes del Primer Nivel afirman que el gobierno toma decisiones que “no se adecuan” a los objetivos de la epidemiología.

El gobierno rionegrino se esfuerza desde el fin de semana en exaltar su apoyo a los trabajadores del sistema de salud. Sin embargo, desde ese mismo sector surgen voces críticas sobre la estrategia oficial para controlar el avance de la pandemia.

La Asociación Rionegrina de Equipos de Salud (ARES) emitió esta semana un documento, con numerosos interrogantes sobre la efectividad de las medidas desplegadas por el Ministerio de Salud.

La entidad, que agrupa a los agentes del Primer Nivel de Atención (principalmente de centros de salud barriales y hospitales de complejidad 3), plantea en principio los 10 objetivos centrales de la epidemiología como ciencia y asegura que esas verdades irrefutables “no se adecuan a la realidad que estamos viviendo”.

Ante esa situación, afirman que se propusieron “mostrar una verdad que nos sorprende, nos asusta, nos lleva a querer problematizar la situación a fin de poder accionar de forma rápida y efectiva”.

Sin embargo, sus referentes explicaron que no consiguen una audiencia con la gobernadora, Arabela Carreras, o con el ministro Fabián Zgaib, y por eso decidieron hacer público su punto de vista como institución.

“Vemos, leemos, que la situación de pandemia en Roca, en la provincia, es cada vez peor. Que los casos de pacientes positivos aumentan diaria y exponencialmente. Vemos, leemos, marchas y contramarchas en las medidas que se toman, los mensajes que se envían, en fin, la información que se transmite (y la forma en que se lo hace). Leemos que, depende del lugar en el que se encuentren los decisores, la responsabilidad es del otro. Lo cual, lo único que quiere y hace es poner palos en la rueda. Y en el medio, la población. Desconocedora de algunos saberes específicos en algunos casos, aterrada y desconcertada en todos”, se destacó.

A partir de ese escenario, preguntaron: “¿Se objetivó la situación? ¿Se planificó en función de los objetivos que se describieron? ¿Se evaluaron en forma permanente y con la premura que corresponde los resultados alcanzados?”

La red sanitaria provincial

36
hospitales tiene Río Negro, divididos en seis zonas.
184
centros de salud y postas sanitarias hay en las ciudades y comisiones de fomento.

Sobre el caso puntual de Roca, desde ARES plantearon dudas sobre la reciente decisión de “rastrillar” barrios.

“¿Se definió un lineamiento de acción? ¿Cuál es su objetivo? ¿Promoción? ¿Detección? ¿Se articuló cómo actuar frente a la detección? ¿Se coordinó esta actividad con los equipos de salud de los barrios? ¿Cuáles son los criterios para determinar el trabajo en territorio? ¿Y las organizaciones comunitarias? ¿Fueron convocadas?”, cuestionaron.

También se planteó como interrogante si se elige un barrio porque se realizaron todos los estudios rigurosos que decían que ahí estaba el problema, si se capacitó al personal a fin de realizar esta tarea tan delicada, si se la proveyó de los elementos necesarios para encarar una pandemia y si se sostuvieron, analizaron, evaluaron y volvieron a realizar acuerdos en función y repuesta de lo que se iba encontrando como realidad.

Otro aspecto cuestionado tiene que ver con el desplazamiento de los equipos de los centros de salud barriales para el contacto directo con los vecinos.

“Pensar solo en hospitales y en alta tecnología ha dejado descubierto un frente que se ha vuelto vital en estas horas para lograr seguimiento y contención de las personas afectadas, sus familias y los barrios. ¿Cuál es el rol que han tenido los equipos de los centros de salud? Estos equipos presentes en los barrios desde hace años son los mejor preparados para conectar con las familias por redes de confianza. Una confianza que se construye previamente. Porque los equipos han acompañado en todo momento. En estas horas se vuelve vital la confianza para ayudar a contener los focos de contagio”, destacaron.

Finalmente, desde ARES advirtieron que “se le pide a la población responsabilidad individual, compromiso social, cuidado colectivo. Y está bien, todo esto es necesario, pero, ¿dónde está la responsabilidad institucional? ¿La empatía con los pacientes? ¿El compromiso con la salud?”

Las visitas domiciliarias y los llamados pueden servir, pero también pueden asemejarse más a una sensación de control que de acompañamiento.

Asociación Rionegrina de Equipos de Salud

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