Escándalo por la libertad condicional de un abusador

Fuertes cruces entre un fiscal y una jueza. El sujeto está por ahora en libertad y la madre de la víctima se lo cruzó por la calle. Ahora le prohibieron acercarse a la víctima.

El acusado Ancatel, el día que lo condenaron. (Foto Archivo)

El acusado Ancatel, el día que lo condenaron. (Foto Archivo)

La libertad condicional de un individuo condenado por abuso sexual simple en San Martín de los Andes provocó un escándalo en el Poder Judicial neuquino, con fuertes acusaciones entre un fiscal y una jueza. En tanto la madre de la víctima, que se cruzó con el victimario en la calle de casualidad, está indignada porque no la notificaron de la liberación del sujeto y reclama que lo vuelvan a detener. Por ahora el hombre sigue libre pero tiene prohibido acercarse a ella.

«No hay que tener miedo de pedir juicio político o un juri», dijo el fiscal jefe de San Martín de los Andes, Fernando Rubio en alusión a la jueza Carolina González, quien dirigió la audiencia en la que se otorgó la libertad condicional al acusado. «Las manifestaciones del fiscal Rubio importan una grave irresponsabilidad funcional por su contenido distorsivo. La deslealtad aparece cuando se hace difundir información falsa para lograr un reproche social y generar una auténtica alarma social», le contestó la jueza.

En diálogo con «Río Negro», la magistrada señaló que «no es bueno aparecer peleando una jueza y un fiscal, pero tampoco puedo vivir amenazada con juicio político por hacer mi trabajo, cuando no tuve responsabilidad en lo que pasó».

El escándalo surgió por la libertad condicional a Matías Ancatel, quien en noviembre de 2015 fue condenado a 4 años y 3 meses por un abuso sexual simple de una niña en ocasión de un robo.

En marzo de 2018 se hizo una audiencia en la cual se le dio la libertad condicional sin ninguna restricción de acercarse a la víctima o su familia «porque la fiscalía no lo pidió y yo no puedo imponerla de oficio, porque estamos en un sistema acusatorio», dijo la jueza González.

Tampoco le avisaron a la madre de la víctima porque la ley no lo exige para los casos de abuso sexual simple.

Ancatel prometió irse a vivir a Neuquén capital, pero días atrás la madre de la víctima se lo cruzó por la calle en San Martín de los Andes. «Es mentira que se haya mudado, vive a la vuelta de la víctima», afirmó el fiscal Rubio en declaraciones radiales.

Agregó que la libertad condicional que le otorgaron «es nula, inexistente, se la concedieron entre gallos y medianoches recurriendo a una maraña legal». La jueza González le contestó que eso no es cierto: «fue en una audiencia pública, la fiscalía prestó conformidad y nunca la impugnó».

Rubio, que suele hacer declaraciones públicas fuertes, avanzó: «Cada uno hace lo que le parece correcto. Algunos jueces dejan en libertad criminales».

En ese sentido dijo que «no hay que tener miedo de pedir juicio político o un juri».

El Consejo de la Magistratura también fue destinatario de su furia: dijo que hay que revisar si está «elaborando el perfil pertinente para la designación de jueces, fiscales y defensores, pero particularmente los jueces, cosa que hasta el momento no se han elaborado».

La jueza González intervino en esa audiencia por subrogancia. Sin embargo, por error en el acta que se elaboró en esa ocasión figura al frente de la audiencia otra magistrada, Alicia Rodríguez. Una complicación adicional en una causa de por sí intrincada.

Ayer en un largo escrito en el que detalló cada punto del caso, González terminó con una fuerte crítica al fiscal.

«La crítica pública a las decisiones judiciales es deseable. Así lo asumo. Pero el  límite está en la verdad y el insulto», planteó. El documento completo está a continuación.

«Para un juez, la opinión del Ministerio Público Fiscal, es la que se le transmite en la audiencia. No la que un Fiscal da en los medios de comunicación, un año y medio después, como consecuencia de una circunstancia grave y generada por sus propios actos u omisiones».

Por último indicó que «no se puede buscar legitimar el trabajo propio deslegitimando el ajeno. Como jueza penal de esta provincia voy a continuar resolviendo sin presiones». 

El caso Ancatel siempre fue un dolor de cabeza para la fiscalía.

Según se probó en el juicio, el imputado entró a la casa de la víctima (que era su vecina) rompiendo una ventana, se olvidó su celular en el interior, y lo atraparon un rato después deambulando por la calle con los objetos que había sustraído.

Antes de salir de la casa cometió abuso sexual simple de una niña.

La fiscalía prometió una condena ejemplar, pero en el juicio no pudo probar ninguno de los graves delitos que había mencionado ante la prensa, y por eso Ancatel recibió una pena baja que causó indignación y una polémica (similar a la actual) entre fiscales y jueces.


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