«El Lado C de Capusotto» llega a Neuquén: reflexiones, ocurrencias y vivencias de un capocómico

El espectáculo en el cual el actor propone un diálogo escénico con la periodista Nancy Giampaolo se presentará este fin de semana en Zapala y Neuquén. "Mucho de lo que hablamos va por el lado de la vida personal de Diego", le anticipó Giampaolo a Río Negro.

Diego Capusotto se sube al escenario para ser, por primera vez, Diego Capusotto. Después de convivir durante una década con Peter, el actor (tragi)cómico se despoja de su más reciente alter ego televisivo, y de todos sus otros alter egos conocidos para ser (y hacer de) sí mismo. Pero, ¿lo será? ¿Acaso alguna vez dejó de serlo? ¿Y si todos aquellos alter egos que desfilaron ante nosotros no fueron otra cosa que señuelos? ¿Quién es Capusotto y quiénes, sus personajes? No lo sabemos. O, en todo caso, no lo sabremos hasta que conozcamos el lado C de Capusotto. 

Puesta en escena en modo entrevista, “El Lado C de Diego Capusotto” es un diálogo entre el actor y la periodista Nancy Giampaolo ante un público que escucha, pero también participa. Se trata de un espectáculo en el cual el creador de decenas de personajes televisivos que supieron interpelar como pocos los últimos veinte años de la Argentina, se abre a una conversación sobre su vida como pocas veces lo hizo. 

“El lado C de Capusotto”, que se presentará este sábado en Zapala y el domingo en el Cine Teatro Español de Neuquén (ver aparte), es una especie de charla abierta acerca de la vida del propio Capusotto a partir de sus ideas, pasiones, puntos de vista, recuerdos y anécdotas con una hoja de ruta que encuentra desvíos y atajos que toman por sorpresa al auditorio y desdibujan los límites entre ficción y realidad: “El lado C de Capusotto” es teatro antes que una pieza periodística.  

Mientras la mayoría de los famosos se la pasa en las redes, con la cámara del celular sobre la cara opinando cosas o dando consejos o mostrando fotos, reels y autobombo, él vive una vida conectada a otro tipo de cosas, como la amistad, la música, la poesía, los vínculos de familia».

Nancy Giampalolo, sobre Diego Capusotto.

“El formato de la charla es el de un living en el que conversamos durante más de una hora sobre temas muy diversos”, anticipa Nancy Giampaolo en un intercambio de mails con Río Negro. “No hay ningún tipo de censura por parte de él, eso como periodista me encanta porque le puedo preguntar lo que sea y siempre va a responder. Mucho de lo que hablamos va por el lado de la vida personal de Diego, quien, al no tener redes ni participar mucho de notas en medios, es muy atrayente para el público”.  

Capusotto es, en palabras de Giampalolo, “como una figurita difícil: mientras la mayoría de los famosos se la pasa en las redes, con la cámara del celular sobre la cara opinando cosas o dando consejos o mostrando fotos, reels y autobombo, él vive una vida conectada a otro tipo de cosas, como la amistad, la música, la poesía, los vínculos de familia. De hecho, durante la pandemia, mientras todos hablaban al mundo desde sus pantallas, él escribió un libro de poemas, ‘Lo que teme la noche’ ilustrado con fotos de Daniel Berbedes. 

Paréntesis aquí. Tras alejarse de la tevé en 2016, desde 2019, Capusotto protagonizaba la puesta en escena de “Tadeys”, de Osvaldo Lamborghini, en el Cervantes, y ya daba sus primeras “charlas de living” con Giampaolo cuando… sí, la pandemia. Encerrado y sin escenarios a la vista, Capusotto se recluyó en el lenguaje poético: “Durante tres meses me puse a escribir más o menos a la misma hora en los mismos papales y esa clase de rutinas. Y así salió”, decía hace unos meses en una entrevista con Perfil. Editado por Lamás Médula, “Lo que teme la noche” fue el resultado de tres meses de escritura “más o menos a la misma hora en los mismos papales y esa clase de rutinas. Y así salió”, revelaba en aquella nota con Perfil. Fin del paréntesis. 

En términos públicos, he transitado por cosas en televisión que no me han gustado como espectador, aunque cuando intervine la pasé bien. Hubo un programa en el que laburé que era una porquería, pero puesto a optar entre estar en una oficina o estar haciendo ese programa, reafirmé la elección de la segunda alternativa”.

Diego Capusotto a Nancy Giampaolo, en «El Lado C de Capusotto».

Con los escenarios reabiertos, Capusotto volvió a escena, junto a Giampaolo para dar una versión de sí mismo de primera mano. “Cuando hacemos estas charlas, a veces sus respuestas se van para el lado del humor y ciertas dosis de actuación con lo que la gente estalla. También, mientras hablamos, se proyectan en una gran pantalla, que está detrás de nosotros, videos de distintos programas televisivos de los que fue parte, que, por supuesto, siempre nos dan lugar para que él cuente entretelones totalmente desconocidos de su vida profesional”.  

La idea de entrevistar a Capusotto surgió… de una entrevista. «Nos conocimos hace 15 años en una entrevista que le hice para una revista y luego le hice muchas más (mientras, nos hicimos amigos) pero en medios gráficos”, cuenta Giampaolo. “Llevarlo a formato vivo y en contacto directo con el público fue algo que resultó muy exitoso porque da lugar a un montón de cosas que no pasarían ni en medios gráficos ni en la tele”.  

Sobre el modo en que discurre la entrevista, la autora de los libros “Feminismos: Liberación o dependencia” y “Radiografía de la corrección política», aclara que «no hay un guion específico, pero si una suerte de cronología en las preguntas que le hago que nos van llevando tanto por su vida personal como artística. Y sí, la música está muy presente porque es parte fundamental de su vida desde muy chico”.  

Acerca de la persona(lidad) de Capusotto, Giampaolo, nos advierte: “No es una persona que fuera de la vida pública te haga reír todo el tiempo, para nada, pero, aun así, siempre tiene sentido del humor. En cuanto a lo que ven los espectadores: hay momentos de pequeña actuación improvisados muy pero muy graciosos y hay momentos de seriedad e incluso de reflexión sobre temas del presente vinculados al humor y al arte como la cultura de la cancelación, el humor político, etcétera”. 

No es una persona que fuera de la vida pública te haga reír todo el tiempo, para nada, pero, aun así, siempre tiene sentido del humor».

Nancy Giampaolo, sobre Diego Capusotto.

Sobre lo que sucede con el público Giampaolo confiesa que no deja de sorprenderle cuánto lo quieren a Capusotto: “Es un verdadero ídolo popular, lo saluda desde la policía hasta los cartoneros, pasando por señoras como mi mamá y adolescentes que crecieron viéndolo, cosa que estos tiempos es cada vez más difícil de encontrar”. 

El espectáculo tuvo otros nombres, desde el previsible “El Lado B de Capusotto” hasta el irónico y burlón “Capusotto sin filtro”, hasta llegar a la letra C como dimensión desconocida, porque, dirá Giampaolo, siempre se habla del lado B de las cosas, pero como él rompe los moldes, la C iba mejor”.   

Las fechas

Sábado, a las 21, en el Teatro Amado Sapag, de Zapala.

Domingo, a las 21:30, en el Cine Teatro Español, de Neuquén

Entradas: $2500.

Las entradas están disponibles en www.ticketsforlovers.com

Diego Capusotto, una vida escénica

Nacido en Morón, en 1961, y criado entre Castelar, Lanús y Villa Lura, donde vivió más de treinta años, Diego Capusotto, confeso hincha de Racing, comenzó su labor televisiva en 1992 con “De la cabeza”, ciclo en el que trabajaba con actores y comediantes como Alfredo Casero, Favio Posca y Fabio Alberti. Tras la finalización del programa a causa del alejamiento de Posca y otros actores, Capusotto acompañó a Casero y Alberti en un nuevo proyecto humorístico, “Cha cha chá”, que se emitió, con interrupciones, entre 1993 y 1997.

La relación laboral con Alberti continuaría en 1998, cuando ambos formaron parte del elenco del ciclo humorístico Delikatessen (1998), encabezado por Horacio Fontova, y en 1999, cuando vio la luz Todo por Dos Pesos, programa que terminaría de consolidar a Diego Capusotto como un referente del humor argentino. Por este ciclo, en el que logró delinear algunos de sus mejores y más reconocidos personajes, como «Irma Jusid», «El Hombre Bobo» y «Peter Conchas», Capusotto obtuvo en el 2001 el premio Martín Fierro en el rubro «Labor humorística». Las emisiones de Todo por dos pesos concluyeron en el año 2002.

En el 2003, Capusotto personificó a un enfermo mental en la serie Sol Negro, producida por Sebastián Ortega, con las actuaciones de Rodrigo de la Serna y Carlos Belloso, entre otros. En 2004, Capusotto regresó al teatro junto a Fabio Alberti para presentar el show cómico Una noche en Carlos Paz (con autoría de Pedro Saborido y dirección de Néstor Montalbano), donde continuaban la estética de Todo por dos pesos. Esta obra fue sucedida por Qué noche Bariloche, estrenada en 2006. Ambas obras se presentaron a sala llena en el Cine Teatro Español de Neuquén Capital.

En el 2006 comenzó Peter Capusotto y sus videos, programa en el que junto a Pedro Saborido proyecta videos clásicos de rock, a través de los cuales Capusotto parodia las diferentes facetas de la cultura roquera en distintos sketchs, entre los que se destacan personajes como «Luis Almirante Brown (Artaud para millones)», Bombita Rodríguez, Pomelo, Perón y el Rock, Micki Vainilla y Luis Almirante Brown, entre muchos otros.​ Este programa comenzó a emitirse en octubre de 2006 por Rock & Pop TV hasta enero de 2007. A partir de enero de ese mismo año, comienza a ser emitido por la Tevé Pública, cosechando gran éxito de crítica y una notoriedad que lo situó con firmeza como uno de los humoristas más reconocidos de su país.


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