Esperando la carroza

Roca

Nos pasamos la vida esperando esto y aquello, porque para recibir hay que darse primero. Esperes lo que esperes, bríndate cual copa rebosante de licor perfumado.


¿Cuántas cosas esperamos de nuestra Patria? Y, ¿qué le damos? ¿Labramos en nosotros las virtudes que ansiamos ver en la calle? Tenemos que exprimir nuestras almas hasta que, sumisa, transite con soltura la senda del amor.


Nada cambiara si nosotros no emprendemos la jornada, si no cargamos, fieles, el peso de nuestra cruz. Paso a paso, esperando contra esperanza, apoyados en una insobornable certeza interior.


Con una pasión que no excluye la paciencia, ¿es lo que esperas bueno, justo y bello? Eso que ansías, ¿no perjudica a nadie? ¿Son nobles y prudentes tus deseos?


No desperdicies el tiempo de tu vida en cosas vanas, apuesta cada gota de sudor de tu frente a aquello que es excelso, a lo mejor que honestamente puedas concebir.


Nuestra carroza no hay que esperarla, hay que correr tras ella, abordarla y, tomando las riendas, conducirla al destino que has elegido.


Alberto Félix Suertegaray
DNI 14169481


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