Espíritu adolescente

Hace treinta años, en Dublin, cuatro chicos que encontraron su lugar en el mundo en una banda de rock editaron “Boy”, el primer capítulo de la historia de U2.

“Yo le di a estos tipos el primer trabajo de sus vidas…”. Casi 35 años después de aquella oferta laboral, Larry Mullen Junior se ríe de su propia humorada. que es rigurosamente cierta. “Drummer seeks musicians to form band”, decía el aviso en una pizarra del Mount Temple Comprehensive School, de Dublin. El joven Larry, de 14 años, era el baterista que buscaba músicos para formar una banda.

A la cita acudieron seis o siete tipos que, cuando ingresaron a la cocina de la casa de la familia Mullen, no tenía ni remota idea de que serían la gran banda de rock que jamás imaginaron ser. Claro, tampoco lo sabía aún el dueño de casa. Esa banda iba a ser U2.

Una banda suele tener vida mucho antes que su primer disco, pero ese primer disco es un buen punto de partida para contar una historia. Por estos días, más precisamente el 20 de octubre, se cumplieron 30 años de Boy, el primer disco de U2, la banda formada por dos irlandeses y dos ingleses. Por dos protestantes, un católico y un hijo de madre protestante y padre católico. Por cuatro compañeros de escuela que apenas se conocían, pero sólo querían tocar rock.

Los cuatro

• Mullen. Laurence Mullen Junior, Larry (Dublin, 31 de octubre de 1961) venía de una familia católica. Hizo el secundario en el Mount Temple Comprehensive School, fundado en 1972. Fue a primera en Irlanda que no pertenecía a una religión determinada. A los 12 años tuvo su primera batería, regalada por su hermana mayor, Cecil. Pero antes, a los nueve, había tomado clases de piano. El joven Larry era el único en aquella tarde de 1976 que realmente sabía música.

• Evans. David Howell Evans, The Edge (Londres, 8 de agosto de 1960), de origen galés, provenía de una familia protestante. A los dos años ya vivía en Du-blin. Después del Saint Andrew Church of

Juan mocciaro

jmocciaro@rionegro.com.ar

Ireland School en Malahide, donde coincidió brevemente con Adam Clayton, David Evans pasó al Mount Temple, donde volvió a toparse con el excéntrico Clayton. El futuro The Edge era un excelente alumno, muy interesado en las ciencias, que también demostraba cierto interés por la música.

• Clayton. Adam Clayton (Oxfordshire, 13 de marzo de 1960), nació en Chinnor, Inglaterra, en el seno de una familia protestante. Cayó en el Mount Temple en 1976, después de recorrer varios colegios de Dublin. Su madre le regaló un bajo con el que empezó a aprender algo de música.

• Hewson. Paul David Hewson, Bono (Dublin, 10 de mayo de 1960), se crió en una familia mixta. Su padre, Bob, católico, creía que los hijos, porque pasaban la mayor parte del tiempo con su madre, debían criarse bajo su religión. Por eso, Paul y su hermano ocho años mayor Norman, acompañaron cada domingo a mamá Iris a la Iglesia protestante. A los 12 años Paul fue inscripto en el Mount Temple.

Mientras su madre vivió, Paul Hewson tuvo una vida feliz, al cobijo del calor hogareño. Pero a mediados de 1974 la muerte golpeó a su puerta por partida doble. El 6 de septiembre amaneció con la noticia que su abuelo materno había fallecido y horas más tarde, que su madre había sufrido una hemorragia cerebral durante el velatorio.

El joven Paul rezó mucho y se sumergió en la Biblia. Le pidió a Dios que su madre no muriera, pero cuatro días después, el 10 de septiembre, su madre finalmente falleció. Su vida entraría en un cono de sombras, del cual sólo saldría cuando conoció a Allison Stewart, Ali, su novia entonces, su esposa hasta el día de hoy. Y cuando formó esa banda de rock que primero fue Feedback, luego The Hype y más tarde U2.

En los años que siguieron a la muerte de madre, Bono se unió a un grupo heterodoxo de arte llamado Lypton Village, luego devenido Virgin Prunes. Eran una especie de comunidad de muchachos que compartían las mismas ideas y los mismos ideales, sobre todo estéticos y artísticos. Un lugar desde donde se rebelaban ante mundo de los adultos. Ninguno de sus miembros fumaba, ni tomaba alcohol ni se drogaba. Era el modo en que buscaban diferenciarse del violento mundo de las pandillas que dominaban las calles de Dublin. Fue allí donde Paul Hewson cambió su nombre por el de Bono Vox, sacado del nombre de una casa de venta de parlantes y audífonos del centro de Dublin.

En un comienzo

–Adam: En 1965, cuando nos radicamos en las afueras de Dublin, en Malahide, 8 millas al norte, fui a la National School, donde conocí a Edge. Pero nos conocimos apenas. No fuimos amigos hasta que nos encontramos en la cocina de Larry.

–Bono: Cuando mi madre murió la cosa se puso áspera en mi casa, habitada por tres hombres: mi padre, mi hermano y yo. Sin ella eso ya no era un hogar. Era una casa con tres tipos matándose de a poco unos a otros sin saber qué hacer dolor y la ausencia. La cosa se puso realmente difícil para mí. Sentí una fuerte desesperanza y no pocas veces pensé en el suicidio.

–Edge: Fui un tiempo al Saint Andrew, donde conocí a Adam. Luego él se fue a otro colegio. Lo volví a ver casi diez años después en el Mount Temple. De Bono supe a través de mi mejor amigo, Shane. El me contó que en su curso había un chico medio salvaje llamado Paul Hewson.

Veía a Bono en los recreos con su guitarra tratando de impresionar chicas, pero no era nada bueno tocando. Eso sí, era muy bueno llevando la guitarra. Yo era mucho mejor guitarrista, pero él era el chico popular. Mi maestro de música, Albert Bradshaw, fue quien me avisó que Larry Mullen busca músicos para armar una banda.

–Larry: Fue mi padre quien me sugirió que pusiera un aviso en el colegio si quería encontrar músicos para una banda. “Ok”, dijo él. “Cómo puedo ayudar al muchacho con esto de la batería ya que nunca llegará a ser médico o algo así”.

Cuando me hablaron de Bono, todos me decían: “Sí, Paul Hewson, el guitarrista”. Pero sabía que no lo era realmente. El 25 de septiembre de 1976 todos nos encontramos en la cocina de mi casa.

–Edge: No fue un comienzo muy auspicioso realmente. Éramos un montón de chicos hablando, tocando canciones que conocíamos bastante mal y tratando de impresionaron unos a otros, viendo si la música que nos gustaba también le gustaba a los otros.

–Edge: Larry y yo tocábamos un poco, pero Adam ni siquiera eso. Pero como tenía su propio bajo no había dudas de que sería el bajista.

–Larry: En el transcurso de aquella tarde vi que varios de ellos podían tocar. The Edge podía. Adam lucía genial. Tenía bajo y amplificador. Y hablaba como si supiera tocar bien. Lo escuchaba y pensaba: “Este tipo debe saber cómo toca”.

Por último, llegó Bono, que dijo tocar la guitarra, pero no. Empezó a cantar y tampoco lo hizo bien. Pero tenía mucho carisma que lo hizo estar en la banda inmediatamente. Estuve a cargo de todo los primeros cinco minutos, hasta que llegó Bono.

–Edge: El único que creía que podíamos llegar a algo era Adam. Hablaba de contratos, de álbumes, y giras. Para nosotros era una broma, pero para 1980 ya teníamos que reconocer que algo estaba pasando. Hacíamos muchos conciertos. Por eso para cuando grabamos Boy, todas las canciones ya habían sido tocadas por lo menos una vez en vivo.

–Larry: Teníamos sólo dos canciones: “Show me the Way”, de Peter Frampton, otra era una en chiste: “Bye Bye Baby”, de Bay City Rollers. Comencé a pensar que sí éramos una banda. Y yo ya no era el chico rubio que merodeaba los pasillo del colegio, era un muchacho en una banda de rock.

Treinta y cinco años después, la banda sigue con los mismos tipos que se conocieron en la cocina de Larry Mullen.


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