Está entre cinco policías el autor del crimen de Cárdenas

Lo determinó una pericia del físico Pregliasco. Es difícil, de todos modos, identificar con certeza al que efectuó del disparo. Se analizaron filmaciones y 1.400 fotografías. También ratificó que los proyectiles fueron de escopetas itacas, no de tumberas.

El disparo mortal para Sergio Cárdenas (de 29 años) el 17 de junio de 2010 fue del rebote de una posta de plomo. Un grupo de unos cinco policías estaba en el lugar, en Sobral y Calle 3, y luego se desplazaron. Entre esos uniformados está el autor del homicidio pero con certeza la pericia no lo pudo identificar.

A esas conclusiones llegó ayer el físico forense Rodolfo Pregliasco que continuó su declaración en el juicio oral que se sigue por los crímenes de Sergio Cárdenas y Nicolás Carrasco en el que están imputados cinco exjefes policiales por la responsabilidad superior y tres agentes, Víctor Darío Pil, Marcos Epuñan y Víctor Hugo Sobarzo, acusados de manera directa por el delito de homicidio en riña de Cárdenas.

Pregliasco respondió ayer preguntas de las partes, luego de una minuciosa pericia que realizó sobre la base de más de 1.400 fotografías y tres filmaciones.

El perito señaló que por las imágenes obtenidas no se pudo determinar la distancia del disparo aunque ratificó que la descarga letal (que se identificó por un sonido similar a un silbido producido por el rebote) fue la quinta realizada de un total de nueve detonaciones consecutivas, a las 17:38:40, según el registro fílmico que aportó un testigo.

La identificación de los policías del grupo que disparó en el área donde se encontraba Cárdenas es difusa, solo se divisan figuras humanas aunque dos fotografías posteriores, que fueron incluidas en la pericia, con una diferencia de 4 y 7 minutos después a la detonación letal, permiten tener mayor grado de cercanía a las características físicas, del armamento que portaban y del uniforme. La hipótesis de Pregliasco es que se trataría del mismo grupo de uniformados que se desplazó unos metros, en retirada por la calle Sobral.

El físico también confirmó que los proyectiles que mataron a Cárdenas y Carrasco se correspondían a municiones 1270 de escopetas itaca y descartó que puedan provenir de armas tumberas, según la pericia balística. Además precisó que al menos 26 postas de plomo habrían sido parte de la escena en las inmediaciones de Onelli y Sobral, donde se circunscribieron las dos muertes y los nueve heridos con postas de plomo.

Ayer terminó la etapa de testigos con Pregliasco, excomisario retirado Santiago Rolleri (entonces jefe de la Unidad 12 de El Bolsón) y una mujer que en la etapa de instrucción dijo haber visto un arma tumbera de un manifestante arriba de un colectivo pero ayer aseguró que no lo recordaba.

La próxima semana darán su versión los policías imputados, según confirmó el defensor Sebastián Arrondo, y posteriormente comenzará la instancia de alegatos con la palabra de la fiscalía a cargo de los fiscales Martín Lozada y Eduardo Fernández.

En un video sólo se divisan figuras humanas, pero con el aporte de fotos se puede determinar de qué grupo salió el tiro.

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En un video sólo se divisan figuras humanas, pero con el aporte de fotos se puede determinar de qué grupo salió el tiro.

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