Estados Unidos: el precio del crudo impone nuevo plan para el shale

Productores y exploradores de Estados Unidos concertarán sus recursos en evitar un mayor declino en lugar de buscar crecimientos. La mayoría de las compañías presentó resultados financieros ajustados.

El impacto de la pandemia del coronavirus en la industria de los no convencionales en Estados Unidos podría imponer nuevas reglas para el sector y cambiar la filosofía de continuar batiendo récords de producción mundial, por la de simplemente perforar para evitar el declino. Claro, siempre y cuando el precio del petróleo no logre un repunte significativo.

El fuerte golpe que le asestó la pandemia a la industria petrolera en Norteamérica fue más allá de la demanda y del precio. El sector mostró su lado más vulnerable y hubo un cambio significativo tanto en los accionistas de las petroleras como en Wall Street y el financiamiento para el sector para el mediano plazo probablemente ya no sea el de antes. 

En este escenario es que los planes de expansión sin límites la mayoría de las petroleras obligaron a cambiar la hoja de ruta por una más conservadora. Incluso, algunos analistas y expertos del shale en Estados Unidos asegura que para ver un nuevo auge, el precio del petrolero deberá aumentar exponencialmente, un contexto difícil de ver en el corto plazo. 

Diamondback Energy y Concho Resources, dos compañías dedicadas a la exploración y producción de shale en las principales cuencas de Estados Unidos, confirmaron que no aumentarán su output en lo que resta del año y de mantener el ritmo cerrarán el 2020 con un nivel notablemente más bajo.

Callon Petroleum también confirmó que planean llegar a fin de año con un nivel de producción que quitará unos 100.000 barriles del mercado por día. Otras empresas como Centennial Resource Develpment optaron por no anunciar un plan y espera señales de mercado. 

Todas las compañías petroleras –sin importar la jerarquía- presentaron resultados financieros para el olvidó donde las que perdieron menos fueron las más aclamadas por los inversores. Tanto operadoras como empresas de servicio comenzaron a desprenderse de activos e incluso unidades de negocio y son contadas con la mano las que tenían capital extra para sacar un extra del momento y aprovechar oportunidades para cuando haya una reactivación. 

Vale recordar que la depresión del sector se inició antes de que el coronavirus se esparciera por todo mundo, por la guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia que llevó el precio del West Texas Intermediate (WTI) por debajo de 0, un hecho histórico en la prolífera industria norteamericana.  

Ante este nublado escenario pareciera que solo una vacuna podría alterar el destino del sector, aunque de igual manera es sabido que no se volverá a los niveles previos a la crisis.  


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