El 50% de los argentinos duerme mal: qué causas lo explican y cómo impacta la inseguridad

El estrés, la ansiedad y el temor son algunas de las razones detrás de los problemas de sueño en la población. Las mujeres y los adultos mayores están entre los más afectados.

Dormir bien se ha vuelto cada vez más difícil para muchos argentinos. Un estudio reciente de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño (AMSUE) reveló que la mitad de la población tiene dificultades para conciliar el sueño. Las razones principales están relacionadas con el estrés emocional, especialmente por las preocupaciones que se activan al final del día.

Los datos muestran que el problema no afecta a todos por igual: las mujeres y las personas mayores de 60 años son quienes más dificultades reportan. Entre los factores más mencionados aparece la sensación de inseguridad en el hogar y en los barrios, que alimenta un estado constante de alerta.


Inseguridad y miedo: un combo que altera el descanso


Un relevamiento realizado por el Observatorio de Seguridad de Verisure junto con CIO Investigación refuerza esta mirada: la inseguridad es el principal problema para los argentinos, por encima de la corrupción y el desempleo. Más de la mitad de los encuestados (55%) cree que su barrio es hoy más peligroso que el año pasado, aunque la cifra muestra una leve mejora respecto a 2024.

Los datos también revelan que el 56% de quienes fueron víctimas de un robo lo vivieron con violencia, un porcentaje que aumentó en comparación al año anterior. En muchos de esos casos, el 66% no tenía instalado ningún sistema de seguridad en su vivienda.

Esa sensación de vulnerabilidad genera un impacto emocional duradero que no termina con el hecho delictivo. Al contrario, muchas personas aseguran que el temor se traslada a la noche, cuando intentan descansar y el cuerpo no logra relajarse del todo.


Qué hacen las personas después de un robo


Frente a esa experiencia, más de la mitad de los encuestados decidió tomar alguna medida concreta, como instalar alarmas o reforzar cerraduras. En comparación con el año anterior, el número de personas que optaron por instalar un sistema de seguridad tras un robo creció del 28% al 57%.

“El descanso se ve alterado cuando la persona no se siente protegida. La inseguridad genera una carga emocional que no se detiene al llegar a casa. Sentirse vulnerable dentro del propio hogar es una fuente de estrés. En cambio, recuperar la sensación de protección ayuda a bajar el nivel de alerta y favorece el buen descanso”, explicó Carlos Beltrán Rubinos, director de Operaciones de Verisure Argentina.


Dormir mal también es una consecuencia del entorno


Tener un buen descanso no depende solo de rutinas personales. El contexto social, el miedo y la incertidumbre económica también forman parte del escenario que impide dormir bien. Por eso, entender qué nos inquieta, qué activa la mente por las noches y qué herramientas pueden aportar tranquilidad es clave para recuperar la calidad de vida.

El sueño no es un lujo, es una necesidad. Y en un país donde una de cada dos personas duerme mal, encontrar respuestas colectivas al mal descanso es tan urgente como necesario.