¿Los gatos sienten el frío? Estos son los cuidados básicos para su bienestar en otoño

Qué cambios hacer en casa y cuándo prestar atención a señales de incomodidad.

Los gatos tienen fama de ser independientes, adaptables y resistentes, pero eso no significa que no sientan el frío. Con la llegada del otoño y la disminución de las temperaturas, muchos gatos —especialmente los más jóvenes, mayores o de pelo corto— pueden necesitar cuidados adicionales para mantenerse cómodos y saludables.

Entender cómo afecta el clima a su comportamiento y qué medidas simples podemos tomar para cuidarlos es clave para garantizar su bienestar durante toda la temporada.


¿Cómo afecta el frío a los gatos?

A diferencia de los perros, los gatos no suelen mostrar de manera evidente que sienten frío. Sin embargo, pequeños cambios en su conducta pueden indicar que están buscando más calor:

  • Se acurrucan más en mantas, almohadas o lugares cerrados.
  • Buscan dormir en lugares más altos, donde la temperatura suele ser levemente mayor.
  • Se muestran menos activos o prefieren pasar más tiempo dormidos.
  • Se acercan más a fuentes de calor, como radiadores o ventanas soleadas.

El frío puede afectar más a los gatos mayores, a los gatitos, a los gatos muy delgados o a los que tienen pelo corto, ya que tienen menos capacidad para retener el calor corporal.

Fotos gentileza.-

Espacios cálidos y protegidos: lo que no puede faltar

Para ayudar a tu gato a pasar mejor el otoño y el invierno, es importante adaptar su espacio y ofrecerle opciones donde resguardarse del frío.

Qué tener en cuenta:

  • Camas acolchonadas: colocá mantas suaves o camas elevadas para aislarlos del suelo frío.
  • Acceso a lugares soleados: asegurate de que puedan disfrutar del sol de otoño durante el día.
  • Evitar corrientes de aire: cerrá ventanas mal aisladas o sellá rendijas en zonas donde suelen descansar.
  • Refugios seguros: cajas de cartón con mantas o casitas cerradas pueden ser perfectas para que se sientan protegidos.

Importante: si tu gato vive parte del tiempo al aire libre, es fundamental ofrecerle refugios impermeables y bien aislados del viento y la humedad.


Cambios en la alimentación: ¿hay que ajustar algo?

En general, los gatos que viven exclusivamente dentro de casa no necesitan grandes cambios en su alimentación durante el otoño. Sin embargo, si tu gato pasa tiempo en exteriores o si notás que su actividad física disminuye, puede ser necesario:

  • Controlar el peso: para evitar que aumenten de peso si se mueven menos.
  • Asegurar un buen aporte de proteínas: fundamental para mantener la masa muscular y la temperatura corporal.
  • Ofrecer agua fresca siempre disponible: aunque en otoño e invierno los gatos beban menos, la hidratación sigue siendo clave.

Siempre es recomendable consultar al veterinario si se perciben cambios de apetito, peso o comportamiento.


Cuándo prestar atención especial

Algunas señales pueden indicar que el frío está afectando la salud del gato y merecen una consulta veterinaria:

  • Temblores persistentes.
  • Cojera o rigidez al moverse, especialmente en gatos mayores.
  • Tos, estornudos o secreciones nasales.
  • Letargo inusual o dificultad para mantenerse activo.

Los gatos con artritis o enfermedades respiratorias pueden empeorar con el frío, por lo que es importante estar atentos a cualquier cambio.


El frío también se cuida con cariño

Aunque los gatos son expertos en buscar el mejor lugar de la casa para calentarse, como tutores responsables podemos hacer mucho para garantizar su bienestar durante el otoño y el invierno. Un espacio abrigado, agua y alimento adecuados, y observación diaria son las mejores herramientas para acompañarlos en esta temporada.

Cuidar su confort no es sobreprotegerlos: es acompañar su instinto natural de buscar calor y seguridad.


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