Qué comer en otoño para sentirte con más energía y evitar bajones anímicos
Con la llegada del frío cambian nuestras necesidades nutricionales. Te contamos qué alimentos de estación ayudan a fortalecer las defensas, mejorar el estado de ánimo y mantener el cuerpo activo durante los meses más frescos.
El otoño trae cambios visibles: bajan las temperaturas, se acortan los días y la luz natural se reduce. Pero también ocurren modificaciones menos evidentes: cambia nuestro metabolismo, se adapta el sistema inmune y, en muchas personas, aparece un leve bajón anímico o mayor cansancio.
La alimentación puede ser una aliada clave en este período. Incluir productos de estación, ricos en nutrientes, ayuda a sentirse con más energía, mejorar las defensas y sostener un ánimo equilibrado. No se trata de hacer dieta, sino de elegir mejor lo que comemos cada día.
Frutas y verduras de estación: sabor, color y defensas

Consumir frutas y verduras de estación no solo es más económico y sustentable: también es lo que el cuerpo necesita en cada momento del año. En otoño, muchas de ellas tienen alto contenido de vitamina C, antioxidantes y fibra, claves para fortalecer el sistema inmunológico.
Las que no pueden faltar en tu plato:
- Mandarinas, naranjas y pomelos: ayudan a prevenir resfríos y mejoran la absorción de hierro.
- Manzanas y peras: ricas en fibra, ideales para colaciones o cocidas en compotas sin azúcar.
- Zapallo y batata: aportan carbohidratos complejos y betacarotenos, esenciales para la piel y las defensas.
- Acelga, espinaca y repollo: fuente de hierro, calcio y antioxidantes.
Un consejo clave: cuanto más color tenga tu plato, más nutrientes vas a incorporar.
Alimentos que levantan el ánimo (sin azúcar ni cafeína)

Cuando baja la temperatura y hay menos luz solar, es normal sentir más sueño o cierta melancolía estacional. Algunos alimentos pueden ayudar a regular el ánimo y mantener estable la serotonina, la llamada “hormona del bienestar”.
Qué incluir en tu dieta para sentirte mejor:
- Banana y avena: aportan triptófano, un aminoácido que promueve la producción de serotonina.
- Frutos secos y semillas (como nueces, almendras, chía): ricas en magnesio, grasas buenas y vitamina E, ayudan a calmar la ansiedad y mejorar la concentración.
- Chocolate amargo (más del 70%): en pequeñas cantidades, eleva el ánimo y combate el estrés oxidativo.
- Lentejas y garbanzos: además de ser fuente de hierro vegetal, contienen zinc y ácido fólico, nutrientes asociados a la regulación emocional.
Lo importante es evitar los picos y caídas de energía que generan el exceso de azúcar y cafeína. Lo que parece dar un impulso rápido, en realidad deja al cuerpo más cansado después.
Comidas calientes, reconfortantes y nutritivas

El cuerpo también pide calor en otoño. Las sopas, guisos y preparaciones al horno pueden ser opciones reconfortantes, pero también saludables, si cuidamos los ingredientes y las porciones.
Ideas para comer bien y sentirte bien:
- Sopa de zapallo o zanahoria con jengibre: nutritiva, digestiva y calentita.
- Legumbres en guisos con vegetales: una combinación completa de proteína, fibra y energía duradera.
- Verduras al horno con aceite de oliva y especias: simples, sabrosas y llenas de antioxidantes.
- Infusiones calientes con hierbas naturales: como manzanilla, menta o romero, que relajan, ayudan a dormir y evitan picoteos por ansiedad.
Comer caliente y casero no significa comer pesado. Se puede lograr un buen equilibrio entre confort y nutrición.
El otoño también se siente desde adentro
La alimentación en esta estación puede ser una oportunidad para escuchar al cuerpo, reconectar con lo natural y fortalecer desde adentro. No se trata de comer más o menos, sino de comer con más conciencia: elegir productos frescos, respetar el ritmo del cuerpo y dar espacio al disfrute.
Con cambios pequeños, como sumar una fruta cítrica por día, reemplazar harinas blancas por integrales o preparar una sopa de vegetales a la noche, podés sentirte más liviano, con más energía y menos altibajos emocionales.
Comentarios