Pájaro bobo: la planta patagónica que florece fácil, crece rápido y tiene un poder oculto
Crece en terrenos húmedos, florece con fuerza y podría tener efectos contra tumores. Este yuyo de la Patagonia vuelve a ponerse en el radar gracias a una investigación de la Universidad Nacional de Cuyo.
El extracto de sus hojas —que se obtienen al hervirlas cuando están en flor y que deben recolectarse de campos vírgenes— impide que las células cancerosas se dividan, forzando a muchas de ellas a entrar en un proceso de muerte celular. Es decir, actúa directamente sobre la capacidad de reproducción de las células anormales, lo que la convierte en una posible aliada en terapias futuras contra el cáncer.
Más allá del cáncer: propiedades conocidas
Aunque la investigación sigue en fase preliminar, las propiedades del pájaro bobo ya eran conocidas en la medicina popular. Se le atribuyen efectos:
- Antiinflamatorios
- Antifebriles
- Antibióticos
- Insecticidas
- Posibles efectos antitumorales
Un yuyo que no está solo

Además del pájaro bobo, el estudio de UNCuyo identificó otras cuatro plantas autóctonas con potencial similar:
- Chañar (Geoffroea decorticans)
- Retortuño (Prosopis strombulifera)
- Aguaribay (Schinus molle)
- Jarilla (Larrea divaricata)
Todas ellas forman parte del patrimonio vegetal del oeste argentino y muchas también crecen en la Patagonia, especialmente en zonas de transición con Cuyo y el Alto Valle.
¿Lo tenés en tu patio? Miralo con otros ojos
En muchas casas del sur, el pájaro bobo crece casi sin pedir permiso, con sus ramas aromáticas y su porte desprolijo. Pero lo que para algunos es “maleza”, hoy comienza a ser redescubierto como planta medicinal con futuro prometedor.
Bonus track: ¿cómo identificarlo?
- Nombre científico: Tessaria absinthioides
- Nombre común: Pájaro bobo
- Dónde crece: Cerca de canales, suelos húmedos o arenosos
- Floración: Abundante, con flores pequeñas pero llamativas
- Cuidados: Resistente, de bajo mantenimiento
Esta nota se basa en estudios científicos preliminares y usos tradicionales. No reemplaza tratamientos médicos ni debe tomarse como consejo clínico. Consultá siempre con profesionales de la salud ante cualquier síntoma o diagnóstico.
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