Familia Cresatti, inmigrantes por razones políticas

La historia familiar paterna comenzó con Humberto Cressatti y Filomena Focarazzo. Humberto nació en Codroipo, norte de Italia, en 1898. En 1920, a sus 22 años, vino a la Argentina huyendo de la Primera Guerra Mundial, en la que luchó cuatro años. Filomena nació en Rossano, en la península de Calabria, en 1908. Llegó al país en 1922, a sus 15 años; se conocieron en Buenos Aires y se casaron. Tuvieron tres hijos: César Rodolfo, Roberto y Alicia.

Humberto era sastre y fundó una sastrería en la que confeccionaba trajes a algunos políticos de la época; su hermano se especializaba en construcción. Ambos y un grupo de amigos, con ideas anarquistas, se reunían periódicamente. Pero el gobierno de la época los tenía fichados y los intimidaba constantemente. La negociación fue: “O los deportamos o se van a la Patagonia”.

Humberto decidió venir a Neuquén porque aquí ya estaban radicados algunos parientes de su esposa, pero su hermano fue confinado a Italia: en el barco de vuelta conoció a unos anarquistas que lograron que se quedara en Uruguay, donde formó su familia. Humberto y esposa llegaron a Neuquén en 1936 con sus hijos pequeños.

Con ideas anarquistas, se reunían periódicamente. Pero el gobierno los tenía fichados e intimidaba . La negociación fue: “O los deportamos o se van a la Patagonia”.

Se instalaron en una chacra y él continuó con su oficio en la sastrería de don Falletti. Con el tiempo decidió comprarse una chacra en la zona del balneario municipal, así es como comienzan a ser productores. César, el hijo mayor, cursó la escuela primaria en Neuquén y el secundario en Otto Krause, Buenos Aires. Allí realizó el servicio militar e integró el cuerpo de Granaderos a Caballo; trabajó en Obras Sanitarias de la Nación y, por carta, le solicitó a Perón la posibilidad de regresar para la construcción del acueducto del barrio Santa Genoveva en Neuquén.

Le concedieron el cargo por sus estudios y lo enviaron a la región.

Entregaba verdura de la chacra y compraba víveres en el almacén de ramos generales de Neuquén “El Bahiense”, de José Nicolás, nacido en España, y Adelina Isabel Gurri, bahiense. En la última ciudad se habían casado, tuvieron tres hijas. Allí, César conoció a una de las hijas del matrimonio, Delia.

Los Gurri habían llegado a Neuquén en 1934 trasladados por el correo. Como el dinero no alcanzaba, habían decidido abrir el almacén en la esquina norte de San Luis y Alcorta, donde vendían todo suelto: aceite, harina, yerba, azúcar, cereales, legumbres, fiambres, especias, etc. También se vendían alpargatas, bombachas, verduras, algunos artículos de librería, ropa… en fin, lo que cualquier vecino necesitara.

Delia estudió la primaria en la Escuela N° 2 y la secundaria en la Profesional de Mujeres ubicada en la diagonal Alvear. Trabajó como maestra de plástica en distintas escuelas de Neuquén y Centenario. Se jubiló en la Escuela N° 82 de Avenida Olascoaga. César y Delia se casaron en 1955 en Neuquén y tuvieron cuatro hijos: Daniel Ricardo, casado con María Elena Ortiz, con la que tuvo dos hijos: Humberto y Rocío; Elizabeth, docente, casada con Miguel Ángel Lisanti, ingeniero aeronáutico, con el que tuvo cuatro hijos: Nicolás, Matías, Ricardo y Carolina; Silvia, docente, casada con Raúl Bocci, tres hijos: Hugo, Gabriel y Silvina; y finalmente Patricia, docente, casada con Osvaldo Polo Friz, con el que tuvo tres hijos: Victoria, Germán y Virginia.

Una vez asentados en estas tierras, César y su hermano se dedicaron a la cría de ganado, producción hortícola y frutícola y explotación de un tambo. Para llegar hasta el campo tenían que cruzar el Limay en bote o por la balsa de Las Perlas. Cruzaban la leche, enfriada en pileta llenada a bomba manual, en tarros de 50 litros, ideales para repartirlas con carro tirado a caballo. Se entregaba suelta y en los hogares se hervía.

Posteriormente en los años 70 llegó a Neuquén la planta pasteurizadora de leche Vallelec, por lo que los obligaban a entregar la leche para ser pasteurizada y envasada en saché. La familia Cressatti, acaso una muestra cabal de una clásica familia pionera que, con su esfuerzo, empuje y amor, puso otro grano de arena para la construcción del pasado y el presente de nuestra amada región.

Beatriz Carolina Chávez

DNI 6.251.256

Neuquén


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