Femicidio de Cielo López: sus compañeros se movilizarán

Preparan una marcha en el CPEM 8 donde estudiaba la joven asesinada. Invitarán a los otros establecimientos de Plottier.

Las rejas grises del CPEM 8 están tapizadas con una foto en blanco y negro de una de sus estudiantes: Laura Cielo López. Mira a la cámara de costado. Los labios pintados y el pelo lacio, largo. La cera de las velas, muchas de ellas usadas durante la multitudinaria marcha del lunes pasado, resiste al viento. “Disculpen las molestias, pero nos están matando”, dice el portón de entrada. En los comercios céntricos se ven listones negros. Hay dos imágenes más de la joven en el frente de la comisaría séptima. Una chica cruza la calle con un cartel que lleva su foto. Escrito con letra puntiaguda se lee: “Somos la voz de aquellas que ya no pueden gritar”. El rostro cubre la ciudad de Plottier hasta empaparla.

Foto: Juan Thomes

Hoy por la mañana los estudiantes del CPEM 55 realizaron una sentada. Coordinan una acción conjunta con otras escuelas, y planifican una marcha para los próximos días. Saben que detuvieron a una persona, pero aún no conocen qué intervención tuvo en el hecho. En la audiencia de formulación de cargos, que se hizo a la tarde, la fiscalía acusó a Alfredo Escobar de abuso sexual y femicidio. El relato judicial indica que usó el cuerpo de Cielo como un territorio de guerra. Ahora, él también tiene un rostro. Y es joven.

El lunes el CPEM 55 estuvo cerrado. El martes abrió sus puertas pero no se dictaron clases. Los estudiantes hablaron sobre lo que había sucedido. Están armando un petitorio en el que reclaman medidas de seguridad (iluminación, cámaras). “Los directivos nos están acompañando y algunos profes también”, cuenta Queila. Todos fueron a la marcha. Todos nombran lo que sucedió como un femicidio. “Hoy nadie quiere venir a estudiar por miedo a que le pase algo y es horrible venir acá con miedo, y después no saber si vas a volver a tu casa”, suma Micaela.

Milagros plantea “mucha gente que no estaba consciente de la realidad de lo que vivimos las mujeres día a día de repente daban su apoyo, su granito de arena, cosa que en Plottier nunca había pasado, era muy raro ver gente en las marchas movilizándose y de repente estaban todos indignados más allá de nuestras diferencias unidos por una misma causa”.

Hay mucha angustia y desazón en la comunidad, y la escuela es parte. Es una institución atravesada por estas violencias”

asegura el director del CPEM 55, Daniel Sosa. Concurren 800 estudiantes.

“Consideramos muy importante tener la escuela abierta en este momento tan difícil y poder hablar, poder escuchar sobre todo, todas las cosas que tienen nuestros jóvenes para decirnos. Si no salimos en comunidad no creo que podamos hacerlo de otra manera”, afirma el director del CPEM 55, Daniel Sosa.

Agrega que se reunieron con las familias de los estudiantes “les pedimos que estén muy presentes con los chicos ahora, que no estén solos. Están muy angustiados, tienen mucho temor”. En cuanto al rol de la escuela, sostiene: “debemos empezar a trabajar con la ESI, con la construcción de nuevas masculinidades, con interpelar y cuestionar al patriarcado que muestra a un varón dominante, que separa a los chicos en las actividades, en los juegos. Hay que empezar a trabajar estas cuestiones, desde los movimientos feministas que son formas de resistencia y a la vez son muy útiles y lo estamos trabajando desde el área de las ciencias sociales”.


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