Feria anticrisis gana adeptos en Sierra Grande
Funciona los sábados en el Club Vuta Mahuida.
SIERRA GRANDE.- La cita es cada fin de semana. Las puertas del Club Vuta Mahuida desde temprano empiezan a llenarse de vecinos, cada uno con lo necesario para armar un stand y es que “la Feria” de cosas nuevas y usadas cada vez gana más adeptos en esta ciudad.
Aparece como una alternativa para ayudar en tiempos de crisis y como un fenómeno social que se expande en algunas localidades, por lo menos de la vecina provincia de Chubut, donde tiene otras denominaciones como “saladita” .
En la feria serrana ya no está limitada la participación sólo a personas de escasos recursos. Llegan profesionales, trabajadores y comerciantes con sus mercaderías para vender.
“Es que ya no alcanza” aseguró un vecino al cronista de “Río Negro” en la fila de entrada al club Vuta Mahuida, donde se hace el encuentro. Otro dijo que el evento tiene su costado terapéutico, “para hacer algo los fines de semana”.
Allí se puede encontrar de todo, pero hay que recorrerla para darse cuenta de que no sólo se vende ropa usada al mejor estilo feria americana. Hay prendas nuevas, artículos de belleza, accesorios para las damas, adornos, comestibles, “hasta conejos se venden acá”, asegura una mujer que desde hace años participa puntualmente de la propuesta.
En materia de comestibles roza el asunto bromatológico con el municipio aunque tienen la previsión de tener todos la libreta sanitaria, y en el predio separaron el sector comestibles del resto. Saben que están al límite, por eso hacen todo lo más prolijamente posible.
Hay empanadas, pan casero, pastelitos, tortas, bizcochuelos y las infaltables pastafrolas y alfajores, “a un precio que la gente pueda comprar”, señaló Estela Tinte, una de las coordinadoras de la feria.
–¿Cómo nació todo? –consultó este medio a Liliana Coronado.
–La feria empezó hace cuatro años, surgió después que caducó el Club del Trueque, nos reunimos casi las mismas chicas y armamos ferias en cada barrio. Al comienzo era al aire libre; se nos llenaba todo de tierra, después nos pasaron al comedor de la Villa y más tarde pedimos el club Vuta Mahuida –expresó.
La mujer agregó que es una salida más, “ayuda a salir del paso” y opinó que hoy no es el nivel económico bajo el que asiste pero sí observa que “el común denominador es que la plata no alcanza, por más que tengamos trabajo fijo, no nos alcanza”.
Tanto Coronado como Tinte creen que muchos empezaron la feria como una actividad secundaria “pero ahora se va convirtiendo en algo mayor”.
La cita en invierno es los días sábados de 15 a 18 y en el verano se incorporará el domingo.
(ASG)
Miguel Velázquez
Los sábados a la tarde las instalaciones del club se llenan de aromas, colores y bullicio de compradores y vendedores.
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