Final cantado, Talleres quebrado

El juzgado de 1ª Instancia y 13ª Nominación, a cargo de Carlos Tale, decretó ayer la quiebra del Club Atlético Talleres, cuyo pasivo asciende a 27 millones de pesos, por lo que a la entidad cordobesa se le designará un fideicomiso y podrá ser gerenciada. Tale aplicó la ley 25.284, que se creó para salvar a Racing y que se utilizó también en el caso de Belgrano, el archirrival de la «T», y Ferro Carril Oeste.

Por esta situación, quedan suspendidos los pedidos de quiebra que tiene el club como así también 167 juicios en su contra.

Con este nuevo régimen, las autoridades albiazules cesarán en sus funciones y el juez designará -lo haría en las próximas horas- un fideicomiso para que maneje el club.

Los miembros del órgano fiduciario serán un abogado, un contador y un idóneo deportivo, quienes saldrán de un sorteo que el propio juez Tale realizaría en en breve. Todos los caminos conducen al gerenciamiento, aunque no sería algo inmediato, ya que deberían cumplirse otros pasos judiciales.

El jueves pasado Talleres le pasó al juez un petitorio para la aplicación de la ley de salvataje, con dos variantes: la primera, que con el concurso abierto hubier un co-gobierno (fideicomiso y directiva) y la otra, pedir la quiebra propia, por no poder hacer frente a los gastos mínimos. Esta última opción es la que eligió el magistrado.

Luis Taboada, representante legal de Futbolistas Agremiados, sostuvo que tras la quiebra los jugadores «siguen con el contrato vigente hasta su finalización». (DyN/Télam)