Flores de la Patagonia

Encontrar especies de flora nativa en su entorno natural es el objetivo del turismo botánico. A eso, a caminar y descubrir la belleza secreta de la Patagonia en el bosque andino o la estepa, se dedica la autora de esta nota, guía de la Corporación Interestadual Pulmarí. Aquí comparte ocho de sus hallazgos.

SUPLE VOY

Flor de papel

Su nombre científico es Armeria maritima. De amplia distribución en la Patagonia, incluso en Malvinas, sus hojas lineares le permiten a esta planta perenne resistir las difíciles condiciones de la estepa o sobre los 1.700 metros en los filos y cumbres de nuestros cerros. La foto fue tomada en el cerro Chenque Co, Moquehue, Neuquén.

Orquídea porcelana o Lirio verde

Su nombre científico es Chloraea maguellanica. En acarreos, praderas de altura, o en la estepa rodeada de gramíneas, sus flores y tallos fuertes caracterizan a estas especies del sur. Las orquídeas de Patagonia (Chloraeas y Gavileas) atraen con su funcional belleza a sus polinizadores en los vientos patagónicos. También a fotógrafos y amantes de las orquídeas. Foto tomada en Aluminé, Neuquén.

Cola de quirquincho

Su nombre científico es Nassauvia revoluta. El género cuenta con más de 30 especies en la Patagonia. Colonizadora de los espacios imposibles hasta las áreas más expuestas, crece en poco suelo entre las grietas de las rocas o en las paredes verticales, donde sólo llegan las manos de los escaladores. Foto tomada en el cerro Batea Mahuida, Villa Pehuenia, Neuquén.

Hierba del corazón

Su nombre científico es Viola cotyledon. Una de las especies de violas rosuladas que evolucionaron con nuestros Andes son objetivo de tours botánicos de todo el mundo. Sus hojas, en forma de roseta, tienen memoria de volcanes y glaciares. Éstas fueron fotografiadas en el área de los lagos Aluminé y Moquehue, Neuquén.

Topa topa o zapatito de la virgen

Su nombre científico es Calceolaria. Con diferencias casi imperceptibles para algunas especies, este género posee distintas técnicas para atraer polinizadores, con sus aceites o su forma globosa que conserva humedad. Su amarillo vibrante siempre es foco de capturas fotográficas, referenciando el espacio donde crecen o el contraste contra el cielo. Foto tomada en Primeros Pinos, Neuquén.

Violas

Su nombre científico es Viola columnaris. Las especies de violas rosuladas de la sección Andinum, a diferencia de otras especies, tienen

sus hojas dispuestas en forma de roseta, muy compactas y planas contra el suelo. Pero algunas como la de la imagen poseen forma columnar. Crecen en suelos volcánicos. Foto tomada en Copahue, Neuquén.

Oxalis

Su nombre científico es Oxalis nahuelhuapensis. Parientes de los oxalis de jardín, forman pequeñas matas de color en las áreas de condiciones más difíciles, las cumbres y la estepa. Las de pétalos rosas, blancos, púrpuras, amarillos o azulados son especies de estos jardines salvajes, con profundas raíces para resistir el clima. Su fragancia se percibe desde lejos. Foto tomada en Pino Hachado, Neuquén.

Calandrinia

Su nombre científico es Calandrinia affinis. Distintas especies y sus híbridos, cuando crecen cercanas, las podemos encontrar por lo general en áreas anegadizas. Las que se ven en la imagen, en cercanía del hielo y las surgentes de agua caliente de Copahue (Neuquén), fueron fotografiadas al comienzo de la primavera.

Alejandra Mazza

amuleikuref@gmail.com

Alejandra Mazza


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