Fuentealba quedó inhabilitado a perpetuidad

La justicia penal condenó ayer a tres años de prisión en suspenso al ex intendente de San Patricio del Chañar por varios delitos. Es la segunda sentencia contra el ex político del MPN.

NEUQUEN (AN) – A pesar de haber sido condenado a dos años de prisión, tener que realizar trabajos no remunerados en favor de la comunidad y ser inhabilitado a perpetuidad para ejercer cargos públicos, el ex intendente de San Patricio del Chañar, Rudecindo Fuentealba, se retiró ayer de tribunales con una enorme sonrisa y muy conforme por el fallo. No era para menos, la justicia le unificó esa sentencia con una anterior en tres años en suspenso y lo salvó de ir a prisión, un objetivo al que había apostados todas sus fichas. Y le salió bien.

Fuentealba fue enjuiciado por peculado, por adulterar documentos privados, por violar los deberes de funcionario público y por peculado de trabajos y servicios.

Cometió un sinnúmero de violaciones a ley durante su gestión al frente de la intendencia de su pueblo, en todas fue hallado culpable, pero los funcionarios judiciales fracasaron cuando debieron cuantificar el monto de sus maniobras y el consecuente perjuicio al erario público y por permitir que mucho de esas imputaciones prescribieran.

El ex intendente, un paradigma de corrupción en la función pública, sobre quien ya pesaba una condena dictada el año pasada por otros hechos similares -se fijó un sueldo que superaba ampliamente el máximo que le permitía la ley, por ejemplo-, ayer hizo gala de su particular personalidad.

Cuando llegó a tribunales dijo que lo hacía con la seguridad de que no iría a prisión y reinvidicó como válidos todos sus actos, subestimó los sucesivos pronunciamientos de la justicia en su contra y se proclamó inocente (ver parte).

El juicio de ayer fue abreviado porque el defensor Ricardo Cancela, el fiscal Ricardo Mendaña, el querellante Oscar Pandolfi y el actor civil Teófilo Alvariñas Cantón habían acordado previamente que no era necesario incorporar nuevas pruebas al expediente ni escuchar a los 37 testigos que iban a ser llamados a comparecer.

El Tribunal de la Cámara Criminal Segunda presidido por José Andrada e integrado con los vocales Cecilia Luzuriaga (subrogó a Antonino Gagliano) y Emilio Castro, aceptó el planteo, se retiró a deliberar y falló en los términos acordados por las partes.

Lo condenó pero le unificó las penas para eludir la prisión efectiva.

Lo inhabilitó a perpetuidad para cargos públicos y lo obligó a cumplir 200 horas de tareas comunitarias durante dos años, fuera de su localidad.

A Fuentealba le imputaban 19 hechos cometidos en el período 93-94 de su gestión de gobierno. Se lo encontró responsable de haber sustraído caudales públicos que le habían sido confiados para: una obra de red de gas; para remodelar viviendas; para atender gastos de lubricantes y combustibles y mantenimiento de equipos; para comprar semáforos, discos y una amoladora; para desarrollar emprendimientos productivos, como un horno de ladrillo y una fábrica de dulce.

Por los hechos investigados se llegó a estimar un desfalco de hasta un 1.000.000 de pesos, pero ayer se reveló que sólo se pudo comprobar perjuicios por un monto superior a 30.000 pesos.

También se le probó que había utilizado vehículos y personal de la municipalidad para beneficio propio. Concretamente, se le atribuyó destinar empleados y maquinarias para construir un bungalow en la costa del lago Mari Menuco.

Aunque no lo señaló en el juicio, también le endilgaban haber empleados materiales públicos para esa construcción.

En cambio, las partes pidieron la extinción de la acción penal por prescripción en los siguientes hechos: contratación irregular de personal; la compra de un camión y otorgar créditos para emprendimientos productivos sin cumplir las normativas.

«Lo que hice y saqué lo tiene la gente»

NEUQUEN (AN) – «No tengo nada de qué arrepentirme, soy inocente y lo que hice o saqué como intendente lo tiene la gente, que fue siempre el verdadero objetivo de mi gestión de gobierno. Lo otro, las acusaciones, los juicios, son cosas de la política y las acepto como tal».

De traje gris, camisa clara, corbata y zapatos negros, Rudecindo Fuentealba desgranó conceptos como éstos, antes de ingresar a la sala de audiencias de la Cámara Criminal Segunda, ayer a la mañana. Definiciones que lo pintan de cuerpo entero y no hacen más que ratificar la extraña personalidad del caudillo político de San Patricio del Chañar.

«Por ahora no tengo ganas de hablar, ya va a llegar el momento», le dijo a los periodistas que lo sacaron del sueño en que había caído de tanto esperar la sesión, sentado en un pequeñísimo recinto de tribunales. Sin embargo, siguió hablando a medida que se entusiasmaba en el diálogo y no dejó pregunta sin contestar.

«A trabajar, me dedico a trabajar, en mi pueblo, como lo hice siempre», señaló sin dar otra precisión sobre en qué ocupa su tiempo.

Aseguró que no se quedó con un solo peso de los dineros que administró como intendente y que si fue blanco de las acusaciones no fue más que por «cuestiones de la política. Un riesgo que asumí desde el comienzo».

Dijo que no le molestan las imputaciones de corrupción, porque lo que hizo fue «en beneficio de la gente. Búsquenlo -los dineros mal administraron que motivaron el juicio- en el pueblo, yo no me quedé con nada. De una u otra manera todo lo recibió la gente», afirmó.

Cuando se le planteó que los delitos que se le imputaron significaron el desvío de sumas muy importantes de dinero, desestimó categóricamente la validez de los cargos. «Nada que ver, se dijeron tantas cosas. Pero si me hubiera quedado con dinero ajeno no seguiría viviendo en mi modesta casa de barrio y peleándola como cualquier persona común», señaló.

Preguntado sin daba por terminada su vida política, efusivamente dijo que «¡No…! El Movea -Movimiento Vecinalista Amarillo, que fundó para acceder a una banca de concejal-, sigue en plena actividad. Estoy inhabilitado para cargos públicos, pero no para actuar en política», aseveró.

«Muy conforme, muy conforme», dijo con una amplia sonrisa al abandonar los tribunales, cuando se le preguntó por la condena que le impusieron, que le permite seguir en libertad.


NEUQUEN (AN) - A pesar de haber sido condenado a dos años de prisión, tener que realizar trabajos no remunerados en favor de la comunidad y ser inhabilitado a perpetuidad para ejercer cargos públicos, el ex intendente de San Patricio del Chañar, Rudecindo Fuentealba, se retiró ayer de tribunales con una enorme sonrisa y muy conforme por el fallo. No era para menos, la justicia le unificó esa sentencia con una anterior en tres años en suspenso y lo salvó de ir a prisión, un objetivo al que había apostados todas sus fichas. Y le salió bien.

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