Fuerte demostración de bronca, pero en paz en casi todo el país

Anoche con gases dispersaron en Plaza de Mayo.

Decenas de miles de personas salieron a las calles ayer en la mayoría de las ciudades importantes del país, cacerola en mano, reclamando un cambio en la política económica, la renuncia de la Suprema Corte de Justicia, el fin de la corrupción en el Estado y contra los políticos.

Con carteles en los que se leía «¡Queremos trabajo, el Fondo al carajo!» y cantos como «¡Se va a acabar esta manía de robar!», hombres, mujeres, niños y ancianos salieron a las calles en distintas ciudades golpeando cacerolas y cantando consignas con- tra las autoridades.

Cuando manifestantes reunidos en la Plaza de Mayo empezaban a dispersarse, corridos por la fuerte lluvia, policías lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma en la avenida de Mayo y Nueve de Julio. Llegaron enton-ces grupos de motoqueros que esta madrugada se enfrentaron con los uniformados.

Neuquén, San Martín de los Andes y Cipolletti se convirtie-ron en las ciudades de la región donde la gente expresó su repudio a las medidas económicas y el accionar de los distintos estamentos del poder .

En el frente externo, el gobierno recibió ayer mensajes de acercamiento del Fondo Monetario Internacional, después de un par de jornadas en los que los cruces entre funcionarios argentinos y del organismo financiero habían adquirido cierta virulencia.

Cerca del mediodía, el equipo económico encabezado por Jorge Remes Lenicov avanzó en el análisis de las medidas que podrían tomarse para completar la pesificación de la economía. La postura dominante parece ser la de llevar todos los créditos no pesificados hasta ahora a un cambio de 1,40 pesos por dólar, al tiempo que se buscan los mecanismos que permitan compensar las pérdidas que sufrirán los ahorristas que depositaron dólares y recibirán algún tipo de moneda nacional.

El gobierno siguió de cerca el desarrollo de la protesta , preocupado por cualquier derivación violenta que pudiera tener, pero los pocos intentos que hubo de realizar des- manes por parte de algunos manifestantes fueron neutralizados por otros integrantes de esos mismos sectores. Así se vio en el Cabildo, cuan-do un grupo de jóvenes subió a primer piso y desde allí fueron literalmente bajados por otros manifestantes.

Cuando parecía que todo terminaría en paz, se produjeron los disparos policiales y los posteriores enfrentamientos.

Que la bronca era contra todos los políticos en general quedó plasmada en Tucumán, donde unas dos mil personas participaban de la manifestación. Un representante del Partido Obrero tomó el micrófono para lanzar sus proclamas y los manifestan-tes se alejaron unos 200 metros, dejándolo en ridículo.

Donde si hubo hechos de violencia fue en Rosario, donde las vidrieras de tres bancos fueron destrozadas por 4.000 manifestantes. En la ciudad de Buenos Aires, la lluvia se extendió desde el comienzo mismo de la protesta y pasadas las 23,20 se transformó en un verdadero diluvio, pero la gente que se movilizó desde distintos barrios hacia los principales centros del poder político del país, como el Congreso y la Casa de Gobierno, fuertemente custodiados por la policía que cortó todos los accesos al lugar, se mantuvo firme en su reclamo.

Mientras, los comercios y bancos de la city porteña decidieron tapiar sus puertas y proteger con alambres y rejas sus vidrios para evitar destrozos como los que fueron provocados en las últimas manifestaciones.

Los manifestantes se dieron cita, entre otros puntos, en La Plata, Mar del Plata (donde se reunieron 10.000 personas, Santa Fe, Tucumán, Córdoba, Mendoza y Rosario. (AR/DyN/Reuters)

El gobierno lo siguió de cerca, con temor

BUENOS AIRES- El gobierno siguió de cerca anoche el desarrollo del masivo «cacerolazo» de protesta en todo el país y sus características fueron analizadas por el presidente Eduardo Duhalde, junto a un pequeño grupo de colaboradores, en la residencia de Olivos.

Decenas de efectivos de seguridad custodiaban la sede del Ejecutivo, convenientemente aislada de los manifestantes con un largo vallado, instalado cerca de la Pirámide de Mayo.

Por su parte, el secretario de Seguridad Interior, Juan José Alvarez, mantuvo reuniones con jefes de la Policía y la Gendarmería, mientras era -al igual que Duhalde- abastecido con informes de inteligencia provenientes de la SIDE.

Hasta pasadas las 22,40, ningún funcionario del gobierno había querido opinar sobre el masivo «cacerolazo». Sin embargo, algunos voceros extraoficiales admitieron que en algunos funcionarios de gobierno había cierto «temor» y «preocupación» por las características de la protesta. «Una cosa es que pidan que se abra el corralito o que protesten contra la Corte Suprema de Justicia. Otra cosa es que vengan por la cabeza del presidente», confesaron.

Pasadas las 23,30, el secretario de Seguridad Interior, Juan José Alvarez se manifestó «contento» porque el cacerolazo fue pacífico. (DyN)

Expresiva manifestación se registró en Neuquén

NEUQUEN (AN) – Con el ensordecedor repiquetear de cacerolas y sartenes como música de fondo, pancartas y banderas argentinas y expresivas manifestaciones contra política económica implementada por el gobierno, cerca de un millar de personas recorrió anoche durante casi dos horas el microcentro de la ciudad.

La heterogénea columna arrancó desde el monumento al general San Martín, bajó por avenida Argentina hasta el cruce del ferrocarril y después de descargar su bronca frente a las puertas de casa de Gobierno, volvió al punto de partida.

Todo se desarrolló en perfecto orden, aunque tuvo una singular estridencia.

El tañido de las cacerolas de los neuquinos fue incesante y salpicado de cánticos y consignas, todas con un sólo objetivo: reprobar a los funcionarios.

«Contra el corralito». «Participá, no dejemos que nos roben», fueron algunas de las leyendas estampadas en las pancartas.

Recorrido por los bancos

Las sedes del Scotiabank Quilmes, la sucursal de la calle Carlos H. Rodríguez del Banco Francés y la del Citibank, fueron los escenarios donde se detuvo la manifestación para expresar su malestar por el polémico «corralito».

«Esto no es una protesta sólo por el «corralito», es contra un sistema económico, contra la corrupción. Acá la gente pide gobernantes honestos y responsables que reemplacen a los políticos, quienes ya demostraron que lo único que quieren es llegar al poder para usufructuarlo», dijo José, uno de los manifestantes.

Frente a Casa de Gobierno los protagonistas del «cacerolazo» se detuvieron unos quince minutos, e hicieron sonar lo más fuerte que pudieron los «cacharros», tras lo cual entonaron el Himno Nacional y se retiraron. Desde los cafés, las casas y los autos, con bocinazos, espontáneamente se sumaron las adhesiones al reclamo.

A la medianoche, un centenar de manifestantes seguía reunido.

En Cipolletti volvieron a salir a las calles

CIPOLLETTI (AC)- Unas 150 personas se unieron anoche en el cacerolazo que se realizó en Cipolletti, en adhesión a la protesta nacional.

Representantes de los productores, del Movimiento de Mujeres en Lucha, de los Derechos Humanos, del Partido Humanista, del hospital y desocupados, entre varios vecinos independientes, se concentraron desde las 20,30 en la esquina de Roca y España. La manifestación comenzó con un reducido grupo de personas pero poco a poco empezó a nutrirse hasta alcanzar las aproximadamente 150.

Después de permanecer alrededor de una hora cortando el tránsito y haciendo sonar las cacerolas y latas, resolvieron salir con la ruidosa protesta a recorrer las calles de la ciudad.

Fueron por Roca hasta Villegas y siguieron por Yrigoyen para acceder a Miguel Muñoz y retornar a la plaza San Martín, donde se reunieron inicialmente.

«No queremos corralito», «Afuera Verani y su gobierno», «Que se vayan los jueces cómplices de la política», decían algunos de los carteles que llevaban los manifestantes.

La decisión de realizar anoche un cacerolazo en Cipolletti en adhesión al que se efectuaba en todo el país, se decidió el jueves por la noche cuando concluyó la movilización programada por la multisectorial Alto Valle. Si bien muchos de sus integrantes también concurrieron ayer, aclararon que el objetivo de la protesta de anoche era acompañar la postura nacional. Para los demás reclamos, insistirán con las manifestaciones de todos los jueves.

Después de las 22, el grupo de personas que participó de la medida, dejó de golpear las latas y cacerolas para cantar el himno nacional.

Posteriormente el grupo comenzó a desintegrarse, aunque algunos siguieron en inmediaciones de la plaza con sus ollas.

Vanossi contra «linchamientos»

El ministro de Justicia, Jorge Vanossi, aseguró anoche que la Corte Suprema merece todo el «respeto y la intangibilidad» que le asigna la Constitución y rechazó los planteos de «linchamiento o salvajada» que impulsan algunos sectores cuando reclaman la renuncia del máximo tribunal.

Vanossi reiteró que el Poder Ejecutivo «no tiene ninguna incumbencia» en un eventual pedido de juicio político a la Corte Suprema de Justicia, como reclaman algunos sectores, y aclaró que esa instancia es «privativa y exclusiva del Congreso de la Nación», al que mencionó como «el ámbito propicio».

El ministro de Justicia precisó que la forma en que se pueden producir renovaciones de la Corte «son por muerte, renuncia, jubilación, o por juicio político» y sostuvo que «la quinta que quieren introducir algunos, que es el linchamiento o la salvajada, no está prevista en la Constitución». (Télam)

También se sintió en San Martín

SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- Unas 400 personas marcharon cacerolas en mano por el centro de esta ciudad, se detuvieron frente a la sucursal de un banco para cantar el Himno Nacional, y repitieron la misma escena frente al Deliberante y el Centro Cívico.

Así, los manifestantes mostraron su rechazo al «corralito», al grueso de la clase política y a la Corte Suprema, a la que acusaron de convalidar el «saqueo» del país durante años.

No hubo incidentes; todo se desarrolló en perfecto orden y con una destacada organización para tratarse de un movimiento espontáneo.

Decenas de mujeres y hombres con chicos en brazos, familias enteras haciendo tronar latitas y cacerolas, jóvenes de la mano portando banderas argentinas; todos y cada uno conformaron el cuadro que ayer se movilizó por San Martín y que recibió la adhesión de circustanciales turistas que batían sus palmas al paso de la manifestación.


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