Fuertes críticas al municipio de Bariloche en la audiencia del presupuesto

La mayoría de los oradores representaba a juntas vecinales que reclamaron obras para sus barrios. También se pidieron más fondos para políticas de género y de fauna urbana.

El proyecto de presupuesto para el año próximo que presentó el Ejecutivo municipal de Bariloche fue cuestionado con dureza por los nueve oradores que participaron de la audiencia pública realizada ayer en el gimnasio 3 y que se cerró sin intercambios ni debate.

Apenas una pregunta surgió de los participantes, sobre un tema puntual de obras en el barrio Lago Gutiérrez, que el secretario de Hacienda Diego Quintana respondió con una defensa del sistema de recupero e inversiones escalonadas, aplicado hasta hoy.

El abanico de críticas incluyó temas como las asignaciones insuficientes para el control de fauna urbana y para las políticas de género, el abandono del programa Presupuesto Participativo, la demora en la realización de obras largamente prometidas y la falta de soluciones al problema de acceso a la tierra.

Como referente de la agrupación Jóvenes por Bariloche se presentó Jenifer Navarro, quien reivindicó el trabajo que llevan a cabo desde 2018 en torno al “cuidado responsable de perros” y alertó sobre la desinversión que arrastra este año el municipio en campañas de castración y desparasitación.

Dijo que en Bariloche hay 56 mil perros “de los cuales 47 mil están sueltos y la mayoría tiene dueño”. También precisó que el año pasado hubo 500 denuncias de mordeduras. Pidió un aumento “de fondos y de personal” para el área de Zoonosis.

Expuso también Brenda Morales, quien se presentó como trabajadora municipal y militante del partido Incluyendo Bariloche. Dijo que es indispensable “promover la participación” con politicas que “prioricen enfoques en lo comunitario”.

Una buena parte de los oradores fueron dirigentes vecinales, quienes llevaron pedidos concretos de sus barrios. Pablo Costa, de Villa Lago Gutiérrez, reclamó por la obra de gas natural para una parte de ese loteo que quedó afuera de la primera etapa de la obra, actualmente en ejecución.

El presidente de la junta Nuestras Malvinas, Sergio Herrero, atacó la presentación previa de Quintana y dijo que “es difícil descifrar en el presupuesto la respuesta a los reclamos” que los barrios sostienen desde hace largo tiempo. Criticó el aumento de la planta política, que hoy llega a los 150 funcionarios, y también objetó que no se hayan bajado los sueldos durante la crisis, en contraste con “el esfuerzo de cada vecino”, que fue valorado expresamente por el secretario de Hacienda.

“Los números no reflejan las necesidades de toda la ciudad -afirmó Herrero-. Es triste no tener un rumbo más social. El presupuesto nada dice de las tierras que hace falta comprar para que nuestros hijos no vayan a las tomas”.

En la misma línea, la dirigente de la toma Alun Ruca, Cecilia Betancour, pidió que el presupuesto 2021 refleje un apoyo concreto a la expropiación de las tierras para regularizar ese barrio.

También participó el presidente de la junta vecinal del barrio Arrayanes, Máximo Calfuquir, con fuertes reproches a la falta de inversión pública que padecen. Dijo que los dirigentes de las juntas deben cargar con el enojo de los vecinos, ante la ausencia del municipio y dijo que en el Arrayanes hay quejas continuas por los olores del Cementerio y por la postergación de la obra de cordón cuneta. Pidió que en 2021 se ejecute el asfalto sobre la calle Onelli. “Los escucho hablar de millones y millones pero en el barrio vamos para atrás, como el cangrejo”, se lamentó.


Reclamos por el presupuesto participativo


Luis Rossi, tesorero del barrio Lago Moreno, cuestionó el presupuesto proyectado por el intendente Gennuso porque “hay sólo números grandes, no hay desagregados y es difícil de entender”. Observó que no está previsto el ingreso por la venta de lotes en ese barrio que impulsa el Ejecutivo y tampoco hay partidas para el ente Jardín Botánico y para el parque Llao Llao. Propuso que se informe con más detalle. “Sería muy sencillo, si es tan bueno el trabajo informático que hicieron, como dice Quintana”, observó.

Para Rossi, la postergación desde hace diez años de las rondas de Presupuesto Participativo refleja que “como dicen algunos, al Estado no le gusta que les digan en qué tienen que gastar”. Dijo que el intendente “llevó esa confusión entre Estado y gobierno al paroxismo”.

Valeria Leyton, de villa Los Coihues, también cuestionó con severidad el abandono del Presupuesto Participativo y recordó que hace trece años a través de ese programa su barrio había sido seleccionado para la construcción de un gimnasio. Dijo que hubo numerosos planos y presupuestos, el proyecto “se presentó 30 veces”, pero hasta hoy la obra hasta hoy “brilla por su ausencia”.

Romina Rosso, integrante de la organización Mala Junta y del Consejo Municipal de las Mujeres, denunció que sólo el 0,04% del presupuesto está destinado a programas por los derechos de las mujeres y la diversidad. “Negar la realidad no la transforma”, advirtió.

También dijo que “el derecho al ambiente sano debe ser para todos y no solo para las zonas ligadas al turismo”.

Quintana había abierto la audiencia con una exposición con referencias limitadas al proyecto de presupuesto 2021 y un enfoque que se concentró en describir las dificultades económicas atravesadas por el municipio desde el inicio de la pandemia y las decisiones que se tomaron para afrontarlas.

El funcionario volvió a tomar la palabra al final, pero no contestó ninguna de las observaciones porque solo recibió una pregunta específica sobre la obra de gas y dijo simplemente que no está prevista en lo inmediato.


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