Fútbol e ideologías
río suelto
juan mocciaro jmocciaro@rionegro.com.ar
Cuando el sábado a la noche, Ángel Cappa criticó el estilo de juego de Estudiantes, que acababa de ganarle 1-0 a su equipo, River, reavivó un discurso ideológico que divide al fútbol en Argentina. Al menos así lo entendió Juan Sebastián Verón, protagonista de aquel partido. “Es un problema de Cappa con nosotros desde hace bastante. Yo entiendo la ideología que quiera defender (…) en cada conversación que él tiene remarca el buen fútbol de lo que es el otro fútbol (…) Para defender cierta ideología con fundamentos hay que ganar cosas. Yo creo que Cappa no ganó nada con su fútbol”, fue la respuesta de la Brujita a las críticas del DT River. El fútbol argentino parece estar dividido por dos ideologías: una izquierda encarnada en César Menotti y una derecha personificada en Carlos Bilardo. El menottismo es bohemio, lírico. Su fútbol es libre de ataduras tácticas, manuales y pizarrones. El bilardismo, en cambio, es rígido, conservador, defensivo, resultadista y poco afecto al espectáculo. Hasta la consagración del Estudiantes de Osvaldo Zubeldía, del que Bilardo fue fiel discípulo, no se discutía cómo jugar al fútbol. Las delanteras eran de cinco jugadores y en todo caso se era más o menos ofensivo, pero no defensivo. Eso que en los ‘70, Menotti buscó reivindicar con su Huracán del ‘73: el fútbol que le gusta a la gente o “la nuestra”. Menotti entendió que Zubeldía proponía algo más que un modo de jugar al fútbol, un modo de pensar la vida. Y de vivirla. Cappa se encuadra dentro del menottismo y desde ese lugar se las agarra con Estudiantes, el sitio fundacional del bilardismo. Hoy se viven tiempo de posmenottismo y posbilardismo. Los nuevos entrenadores, muchos de ellos dirigidos por uno y otro, sintetizan ideas de ambos “ismos”. Aunque siempre habrá lugar para discutir de qué se trata jugar al fútbol.
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