Garzón lo busca, pero él quiere hacer barcos en SAO

Se llama Gonzalo Sánchez y no habla de un pasado de represión. La Argentina negó la extradición ante un pedido del juez español. "El proceso militar fue uno más, yo quiero montar un astillero".

SAN ANTONIO OESTE (ASA)- Gonzalo Sánchez regresó a esta ciudad con la idea de poner un astillero. Pero pronto, la novedad corrió como reguero de pólvora: el armador de la ex Camaronera Patagónica, ahora bajo las órdenes de Phillippe Thurin en Aguacampo, cumplió funciones de operación e inteligencia en el proceso militar. Fue procesado por el juez Baltasar Garzón, quien pidió su extradición junto con otros 19 ex militares, entre ellos Guillermo Suárez Mason, por el delito de genocidio y tortura. «Tenemos el problema de este hombre, que participó de la dictadura militar, pero ahora quiere rehacer su vida», confesó preocupado uno de los titulares de la pesquera a un alto funcionario provincial.

– A mí me contrataron estos señores de origen francés. Yo estuve dando clases en Buenos Aires todo el año pasado, cosas inherentes a mi profesión- sostiene Gonzalo Sánchez.

– ¿Cuál es su profesión? – preguntó este medio.

– Perito naval en ingeniería naval, constructor naval, proyectista naval especializado en ingeniería pesquera y portuaria. San Antonio me gusta mucho, quiero construir acá un astillero. Hice un proyecto, hay una maqueta.

– La gente cree que usted representa los intereses de los dueños de la quebrada Camaronera Patagónica.

– Yo trabajé con Francisco Di Leva durante cuatro años. No me tocó administrar la empresa, sino cerrarla y entregarla.

– ¿Usted sabe que ahora aquí se conocen aspectos de su pasado por Prefectura?

– Yo trabajé como inspector técnico de la Prefectura. En Concepción del Uruguay, en la división técnica naval, en el «83.

– Pero en Internet, en varios sitios diferentes, figura que entre el «76 y «79 usted cumplió funciones en la ESMA.

– No sabía que figuro en Internet haciendo esa actividad.

– ¿Sabía que existe un pedido de extradición del juez Garzón que fue rechazado en noviembre por el gobierno nacional?

– Me parece extraño que me haga esa pregunta. Lo único que he encontrado acá es un enojo por mi relación con Di Leva.

– Ahora se suma esto.

– Hay gente que puede sumar muchas cosas. Tendrían que averiguar. Yo hago buenos barcos.

– ¿Usted no es persona que procesó el juez Garzón?

– Realmente hace muchos años que trabajo en esto, desconozco lo que usted me está diciendo, soy un técnico. Yo he expuesto todos estos hechos a los señores franceses y les dije que si es necesario, para la tranquilidad de ellos que me tenga que ir, tienen mi renuncia y me voy. Ellos me dijeron: «Gonzalo queremos que te quedes». Me quedo.

– Y olvidar lo del «76 al «79.

– Tengo muy mala memoria. Pero en el «76 no me acuerdo qué barco hice, porque construyo barcos desde los 15 años.

– ¿No estuvo en Prefectura entre el «76 y el «79?

– Le vuelvo a repetir, yo fui inspector de cascos de la Prefectura Naval Argentina, y eso fue a partir del año 74 ó 75. Ahora quiero hacer un astillero. Tengo un proyecto para hacer unos cuantos barcos y posiblemente pueda emplear 150 personas.

– ¿Qué piensa del proceso militar?

– Uno más de todos los que ha pasado este país. No es un tema que me ocupe. Así como el proceso militar existió, existieron miles de procesos más diferentes. No conozco nada de política y no le puedo decir otra cosa.

– ¿Conoce la ESMA?

– Soy de Vicente López. Pasé 500.000 veces por ahí.

Compás de espera para los camarones

SAN ANTONIO OESTE (ASA)- El conflicto de la empresa Aguacampo, que alquila las instalaciones y buques de la fallida Camaronera Patagónica -actualmente en juicio de quiebra- quedó en un virtual compás de espera después de las intensas reuniones que funcionarios mantuvieron con los trabajadores.

La presencia de caras conocidas para pescadores y fileteros, como las de Néstor Otamendi y el ex represor Gonzalo Sánchez, que fueron colaboradores del propietario de Camaronera Patagónica Francisco Di Leva encendió la llama de la disputa. Cabe recordar que hace una semana la empresa Aguacampo cambió sus accionistas incorporando como presidente a Phillippe Thurin. Con él llegaron Otamendi y Sánchez, rechazados por los obreros. Ayer, funcionarios provinciales y municipales se reunieron con los trabajadores. Se estableció que cinco barcos de los que operan para Aguacampo no zarparán por lo menos hasta mañana. Y se analizará el respaldo económico con el que cuentan los nuevos accionistas.


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