Tras el incendio de su chacra en El Hoyo, así se arremanga la pastelera Almendra para seguir adelante

El fuego volvió a castigar a El Hoyo este verano, una vez más.

La cocinera y pastelera Almendra Guillier Riquelme lo vivió dramáticamente, junto a su familia y vecinos de su comunidad.

Ahora, pasadas las últimas nubes de humo y pisando cenizas, esta emprendedora cuenta cómo es esto de arremangarse y seguir para adelante.

“El pasado domingo 15 de enero se inició por causas desconocidas un incendio forestal, sí, uno más en nuestro querido pueblo, El Hoyo. Pero esta vez empezó a 500 mts de nuestra chacra y como es de esperar llegó a nosotros rápidamente. Las condiciones climáticas no ayudaban. Hacía muchísimo calor, la tierra estaba seca y había viento fuerte”, cuenta Almendra a Yo Como.
El fuego se propagó de inmediato por el bosque, sin afectar casas, cruzando de un lado a otro del camino, pasando por los viñedos hasta llegar a la chacra de su familia, donde ella también tiene su cocina donde elabora sus alfajores triple premiados a nivel mundial el año pasado.

“Estamos en el faldeo del cerro Currumahuida, a 5km del pueblo de El Hoyo y tenemos una chacra con producción organica y familiar de frutas finas, arboles frutales y huerta. También tenemos gallinas y colmenas de abejas ya que mi papá es apicultor. Elaboramos Alfajores Artesanales Premium y fuimos premiados con una medalla de oro en categoría “Triple” en el Mundial del Alfajor 2022. El logo de nuestra etiqueta refleja esta historia en su imagen, ilustrando cada detalle de la chacra. Mi mamá es fanática de las flores y cuida muchísimo su jardín, por eso el logo está lleno de colores y se destacan las flores de los retamos, árbol autóctono de la zona que le da nombre a nuestra chacra”, agrega.

El fuego se nos venía encima

Ese domingo la chacra cambió. “Todo empezó a arder. Vimos como el fuego se venía encima nuestro y no había mucho por hacer. Llegaron bomberos, brigadistas, gente del Manejo del Fuego, de Incendios Forestales, empezaron a volar helicópteros y aviones hidrantes y había esperanza».

«Preparamos todo para evacuar. Papeles importantes, perros y gatos arriba del auto y dejamos todo listo para salir en caso de que sea necesario. Pero nos pensábamos quedar ahí hasta último momento. Hicimos conexiones de mangueras y empezamos a mojar alrededor de las casas, las paredes, el pasto… Llegaron familiares nuestros a ayudar, trajeron motobomba, grupo electrógeno y palas para hacerle frente al fuego”.

El fuego rodeó las casas. “Las nuestras y la de los vecinos. Se llevó bosque, arboles nativos y un cipresal de la época de mis abuelos. Tuvimos la suerte de que no se quemara ninguna construcción. Hoy puedo contar esto ya con mucha más calma y puedo agradecer el trabajo de todas las personas que colaboraron con nosotros como así también el arduo trabajo de las instituciones y las autoridades”.

“Podría haber sido mucho peor pero no quiero ni imaginarlo”, dice Almendra a este medio.
“Cuando estás en medio de la vorágine, cuando ves como las llamas de fuego se te vienen encima, cuando ves que ese monstruo avanza y arde, lo único que se te cruza por la cabeza es resistir. Resistir. Contener el fuego, cuidar las casas, cuidar a la familia”.
Fueron horas muy veloces y muy difíciles, reconoce. Ardían los pies y la piel. El calor salía desde el piso, desde la tierra. Se respiraba humo.

“Cayó la noche y el peligro había cesado. El fuego ya había pasado por la chacra y estaba alto en el cerro. Trabajaron los helicópteros y aviones hasta tarde. Nosotros tuvimos un respiro. Pudimos tranquilizarnos y tomar conciencia de lo que estaba pasando. Nos ordenamos y organizamos para el día siguiente. El incendio no había terminado”.

“Al otro día nos dedicamos a enfriar el suelo y apagar puntos calientes. Quedaban espacios verdes y había que tratar de que no se prendan para que no generen nuevos focos de incendio. Nuevamente familia y amigas/os acompañando incondicionalmente. Desde la chacra se veían las lenguas de fuego en lo alto de la montaña”, comparte.
El incendio fue controlado la jornada siguiente. “No quemó ninguna casa. Resistimos”.

Almendra tuvo que parar la producción durante una semana. Luego volvió a la carga. Pleno enero tenía toda la producción vendida. Cómo llegar a cumplir con los pedidos.

De nuevo en carrera. Como buena patagónica que es.

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Facebook: Chacra Los Retamos

@losretamos.alfajores

¿Quién es Almendra, la pastelera top de la comarca andina? Cliqueá para conocerla más.