Bariloche se quedó otra vez sin colectivos y el paro será hasta que se paguen los sueldos

Desde hoy temprano, los choferes afiliados a la UTA llevan adelante la medida, que obligó a caminar, pedalear o hacer dedo.

El atraso de la empresa Mi Bus con el pago de los salarios de diciembre a su personal y de un saldo del último aguinaldo volvió a dejar sin transporte urbano a Bariloche, y empujó a los potenciales usuarios a buscar alternativas como las de movilizarse “a dedo”, apelar a la bicicleta o simplemente caminar largos trayectos por veredas y banquinas.

El paro dispuesto por el gremio UTA se cumplió sin fisuras desde la primera hora de hoy y continuará hasta que los trabajadores cobren sus haberes, dijo el secretario gremial, Luis Curilén.

Al ser advertidos desde la empresa del faltante de dinero y de que no cobrarían en fecha, los trabajadores realizaron a través de la UTA una presentación en la Secretaría de Trabajo. En ese ámbito se sucedieron durante el viernes intensas negociaciones, que no llegaron a ningún resultado.

La empresa concesionaria les habría propuesto pagar el 50% de los haberes, pero las cuentas sueldo recién recibirían las transferencias el lunes. En medio de un agudo proceso inflacionario cada día cuenta, y los trabajadores rechazaron esa opción. Anunciaron que levantarán la medida solo cuando tengan el dinero a su disposición.

Una versión no oficial dio cuenta ayer de que el conflicto se podría extender hasta el martes y la ciudad seguiría sin colectivos hasta ese día.

Los intentos de este medio por obtener alguna precisión desde la gerencia de Mi Bus resultaron estériles. El municipio tampoco formuló expresiones públicas sobre el tema, aunque el intendente Walter Cortés y sus funcionarios siguen con preocupación el conflicto, atribuido una vez más al retaceo de subsidios comprometidos por el gobierno nacional y a una demora de “rendiciones”, de la que sería responsable la provincia.

Una protesta gremial por el mismo motivo derivó a comienzos de noviembre en un paro de tres días, y el mes pasado fue resuelto a tiempo.

Mibus tiene actualmente unos 250 empleados y el boleto cuesta desde esta semana 270 pesos. Pero los subsidios millonarios transferidos mes a mes por la Nación, la provincia y también por el municipio son determinantes para la continuidad del sistema.

Los choferes prefieren no hablar del futuro, pero entienden que la voluntad del nuevo gobierno nacional de marchar hacia la eliminación de subsidios abrió un panorama sombrío, que podría precipitar -incluso- el retiro de la empresa.

Un video que circuló ayer por redes muestra a Cortés en un acto de campaña, cuando todavía era candidato, en el que cuestionaba los subsidios al transporte y se preguntaba “cuánto vuelto hay atrás de todo eso, para sostener esos cacharros que andan mal, que no llegan a horario”.

Micrófono en mano y entre aplausos, aseguró que tenía la fórmula para solucionar el problema del transporte en Bariloche. “Un día me dura este problema -dijo en ese acto-. Convoco a toda las trafic y a la gente de Bariloche que tenga ganas de trabajar y la plata del transporte va a quedar en el bolsillo de cada trabajador”.

Desconcierto y algunos enojos entre los usuarios

Las calles de la ciudad se vieron desde temprano despojadas de colectivos blancos y no todos los potenciales pasajeros estaban al tanto. Cerca del mediodía una pareja de turistas de capital federal, con un niño de corta edad, esperaban el colectivo en la esquina de Moreno y Palacios en plan recreativo.

Pero desistieron ante la confirmación de que no había servicio debido al paro. El chico no pudo evitar el llanto y su madre explicó que ya le habían prometido y “quería viajar en colectivo, ahora es un problema decirle que no. También extraña el subte”.

Lucas, un empleado del estacionamiento medido, dijo también que la zona céntrica lució extraña sin buses. En su caso debía viajar desde el barrio El Frutillar y consiguió que su padre lo traslade en auto, pero no todos tuvieron esa suerte. “En el Alto la gente estaba en las paradas un rato largo hasta que se enteraba de que no había bondis -contó-. La verdad que te da pena, Mujeres grandes volviendo a su casa porque no podían venir al centro. Un Uber o un taxi te sale una fortuna. La medida estará justificada, pero perjudica mucho al trabajador. En muchos lugares no hay tolerancia con el horario”.

Justamente una de las notas llamativas fue la cantidad de gente que no estaba anoticiada del paro. “La mayoría está todo el día con Netflix, no te miran las noticias”, diagnosticó el cobrador del estacionamiento.

La encargada de un kiosco de calle Moreno dijo también que varios le preguntaron durante la mañana qué pasaba con los colectivos y tuvo que contarles del paro, y también de la incertidumbre de la incertidumbre sobre su duración. Aseguró que los turistas eran los más despistados, pero no vio gente enojada.

La mujer subrayó que “el único que anda es el 33, de la empresa Las Grutas”, que circula entre Bariloche y Dina Huapi bajo concesión provincial y que algunos usaron para ir desde el centro hasta la terminal o los barrios del este.


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