El Gobierno llamó al diálogo bajo presión de los hospitalarios en lucha, en Río Negro
A última hora, anoche se informó la decisión de Weretilneck, que incluiría a los gremios y trabajadores del sector. Aceptarán la renuncia de médicos e iniciarán actuaciones legales.
En distintos hospitales de Río Negro ayer se realizó el "velatorio" de la salud pública. Gentileza
El Gobierno de Río Negro cambió de postura anoche ante la presión de las protestas y el malestar creciente del personal hospitalario y decidió convocar a una mesa de diálogo amplia, con gremios y trabajadores, sin distinción aparente, mientras que redobló la pulseada al anunciar la aceptación de las renuncias de los médicos y profesionales que en las últimas horas comunicaron esta decisión, especialmente en Viedma.
La Provincia, hasta ayer, se había mantenido en silencio ante el conflicto de salud que se acrecentaba cada día con un paro por tiempo indeterminado en Bariloche, acampe en Roca, una medida de fuerza del gremio Asspur por 72 horas, protestas, un simbólico “velatorio” de la salud pública, y la consecuencia de tener pasillos y consultorios vacíos en cada ciudad donde miles de usuarios del sistema quedaron a la deriva.
Cerca de las 22:30 el Gobierno emitió un comunicado en el que informó la decisión del gobernador Alberto Weretilneck de convocar a una mesa de diálogo «abierto y constructivo» para el lunes “con la participación de las autoridades del Ministerio de Salud, organizaciones gremiales y los trabajadores del sector, con el objetivo de analizar las demandas específicas del área y buscar acuerdos que beneficien a todas las partes involucradas”.
Con esta definición hubo un cambio en la propuesta original que solo contaba a ATE y UPCN entre los interlocutores y haría extensiva la invitación a Asspur, que se había quejado de ese destrato inicial, y otros sectores como las asociaciones de técnicos y profesionales, que también tienen fuerte presencia en los hospitales y protagonismo en el conflicto.
Antes de comunicar esta medida, el Gobierno por la tarde se limitó a enumerar un cuadro de situación destacando que solo 7 hospitales chicos funcionan con normalidad y en el resto garantizan los servicios de emergencia y guardia mínima.
La última oferta salarial fue de sumas fijas y se definió un piso de 500.000 pesos para todos los estatales, lo que encendió el malestar por el achatamiento de la pirámide salarial y la no respuesta a las demandas de Salud que pide paritarias sectoriales y un tratamiento diferencial.
Junto a la decisión de llamar al diálogo tras varios días de conflicto, que en el caso de Bariloche llevaba varias semanas y 7 días de paro por tiempo indeterminado, con la decisión extrema de los enfermeros de no tomar las guardias desde ayer, el gobernador instruyó al fiscal de Estado, Gastón Pérez Estevan, que analice “la conducta y responsabilidad penal, laboral y profesional de los enfermero” que no prestaron servicio de en el hospital más grande de la provincia “abandonando a los pacientes internados”. Desde el Gobierno se indicó además que hubo derivaciones de pacientes internados a clínicas privadas por esta situación . Algunos de ellos debieron ser derivados de urgencia a centros de salud privada.
Además, el Gobierno informó que aceptaba todas las renuncias presentadas. Se trata puntualmente de 12 médicos y 7 traumatólogos del hospital Artémides Zatti de Viedma, que el martes y ayer presentaron a la dirección su renuncia y las dimisiones a las jefaturas de áreas en Bariloche, que habían sido anunciadas por la asamblea de trabajadores anteayer y confirmadas este miércoles por la tarde. Pero se exigirá mediante el área de Recursos Humanos que cada renuncia se presente de manera individual.
Salud en Río Negro: un conflicto en alza
El reclamo de los hospitalarios fue creciendo de manera progresiva, con apoyo de otros gremios, legisladores de la oposición que se acercaron a las protestas y juntas vecinales y organizaciones sociales como el caso de Bariloche donde se planeaba un abrazo simbólico para el sábado por parte de los usuarios del servicio de salud pública.
Ayer, con velas y altares improvisados en Bariloche, Roca, Cipolletti, Allen, Regina, Fernández Oro, Godoy y Jacobacci los trabajadores de la salud realizaron antes del amanecer en cada hospital el “velatorio” de la salud pública, dejando una fuerte imagen de la crisis del sector.
La ministra Ana Senesi y el gobernador Weretilneck son el blanco de las críticas y el enojo de los hospitalarios que los responsabilizan por la falta de servicios en más de una veintena de hospitales de toda la provincia. Marisa Albano, secretaria Gremial de Asspur señaló ayer por la mañana desde Viedma “la poca predisposición” oficial para “solucionar el conflicto”, le pidió al gobernador “seriedad” y que “esté a la altura” de las circunstancias.
Hasta el comunicado de anoche el Gobierno se mantenía con la convocatoria a una mesa de diálogo solo con ATE y UPCN, dejando afuera a Asspur, las asociaciones de técnicos y profesionales y también la entidad que nuclea a enfermeros de la provincia. Aparentemente ahora será más amplia la mesa de diálogo.
Sobrevolaba además entre los hospitalarios un sabor amargo con el anuncio del aumento de 100% en las guardias para salud porque ese incremento sería a partir de abril, que se pagará con los salarios de mayo, es decir que en sus cuentas sueldo lo verán recién los primeros días de junio.
Asspur terminará hoy su paro de 72 horas y tenía encaminadas nuevas medidas para la próxima semana ante el malestar de las asambleas. Ahora el escenario puede cambiar.
Comentarios