Qué dijo Quintriqueo sobre Jofré cuando declaró ante la fiscalía

El secretario general de ATE Neuquén Carlos Quintriqueo fue entrevistado como testigo hace casi un mes, pero recién ahora trascendió. Para la fiscalía que investiga la triple tentativa de homicidio perpetrada por Jofré, no es sospechoso.

Según Carlos Enrique Quintriqueo, secretario general de ATE, el tirador Pedro Luis Jofré Luján «es un compañero como cientos de delegados que tenemos en la organización«. Sin embargo, tiene su teléfono agendado en el celular. El día de los incidentes en San Martín de los Andes, Quintriqueo dijo que apenas tuvo que ver con la organización del acto; no supo en qué vehículo viajó Jofré desde Neuquén; no sabía que estaba armado; no lo vio disparar; no lo vio escapar; y se limitó a pedir que, si alguien lo veía, le recomendara que se entregara pero en la capital, porque en la ciudad turística no estaban dadas las condiciones. Le garantizó además que el abogado del sindicato se haría cargo de su defensa.

Quintriqueo declaró como testigo el 27 de octubre pasado en la fiscalía de Homicidios de Neuquén, ante la fiscal Eugenia Titanti y el asistente letrado Bruno Miciullo. El dato recién llegó a la opinión pública cuando lo publicó Río Negro el lunes.

Esta declaración derivó en una áspera audiencia sobre la cual también informó este medio, el martes, en la cual el querellante Federico Egea pidió una vez más que le secuestren el celular a Quintriqueo y a un grupo de dirigentes de ATE provincia.

Egea representa a Elena Cabeza, empleada municipal de San Martín de los Andes herida de bala por Jofré, y a un grupo de trabajadores acusados de lesionar a militantes de ATE provincial en los incidentes del 29 de julio.

No es sospechoso


La fiscalía se negó a secuestrarle el teléfono porque considera que Quintriqueo no tuvo relación con la fuga de Jofré, ni tampoco con la tentativa de homicidio. El defensor del tirador, Juan Coto, coincide en esta estrategia con la acusación. El juez Maximiliano Bagnat les dio la razón, y el secretario general no será imputado.

La causa será propuesta para juicio oral antes de fin de mes, con Jofré como imputado, y quizá también con dos dirigentes de ATE como presuntos encubridores. Nadie más.

Trasfondo político


Todo el escenario se mira con suspicacia. Además de la interna gremial que mueve sus hilos tras bambalinas, es un secreto a voces que Quintriqueo resulta un aliado estratégico de Omar Gutiérrez. En vísperas de un año electoral, lo que menos le conviene al gobernador es perder a otro soldado por una causa judicial.

«El objeto de nuestra intervención es jurídico y penal, no político ni sindical», remarcó en la audiencia del martes la fiscal Titanti.

La previa del viaje


En su declaración ante la fiscalía, de la que no participó la querella, Quintriqueo dijo que la movilización hacia San Martín de los Andes fue pedida por mujeres del sindicato en Neuquén en apoyo a una afiliada de la municipalidad a la cual no le pagaron el aguinaldo.

Alquilaron un colectivo que partió el viernes 29 de julio a la medianoche con 60 mujeres, mientras que un día antes salieron en vehículos «seis o siete compañeros varones que son los que llevan la murga». Mencionó al secretario de Organización, Ariel Gallardo; Sebastián Zúñiga, Walter Palazzo, y otro que le decimos Nano». Ante una pregunta agregó que también integraba el grupo Jofré.

Viajaron en la Toyota Hilux a cargo de Gallardo que ahora está secuestrada, porque se presume que fue utilizada para la fuga de Jofré, y otros vehículos que el dirigente no recordó. Él, por su parte, se fue solo en una Toyota Corolla Cross. Los varones hicieron noche en Junín, y a las 8 de la mañana del viernes se reunieron con el colectivo en la sede gremial en San Martín de los Andes.

«Por los medios»


Pedro Jofré, el 29 de julio cuando ocurrió el hecho. (Foto: Federico Soto)

Sabían bien a qué territorio ingresaban. El dirigente remarcó que desde marzo se venían produciendo incidentes con la dirigencia local de ATE, que responde a otra línea nacional.

«A eso de las 9 fuimos marchando hacia el municipio, lo que nos encontramos fue con un municipio cerrado y con una patota que nos esperaba en la puerta», relató Quintriqueo. «Hablé con los oficiales (de policía), les pedí que intervinieran, y uno me dijo ‘vos sabés que acá no puedo hacer nada’. No sé si era un comisario o qué».

El secretario general dijo que no vio a Jofré disparando y aseguró que ningún compañero le avisó. Los fiscales no le preguntaron si al menos escuchó las detonaciones o notó las corridas. Según Quintriqueo, se enteró «a los diez minutos por lo medios», cuando le mostraron en un teléfono la publicación de la foto del imputado que circuló por todo el país.

Agregó que todos se reagruparon en la comisaría, porque había compañeros detenidos y era «el lugar más seguro». Sin embargo, le recomendó a Jofré «que no se entregara en San Martín de los Andes porque no estaban dadas las garantías».

Dijo que no habló en ningún momento con Jofré, ni antes ni después, ni personalmente ni por teléfono. Los mensajes eran «por si alguien tenía contacto con él».

Con quien sí habló, pero personalmente, fue con Gallardo, quien en la camioneta Hilux tenía la misión de auxiliar «a los compañeros que habían quedado dispersos» luego de los enfrentamientos. Él tampoco sabía dónde estaba Jofré.

Comunicaciones


Según el querellante Egea, está probado que Quintriqueo habló entre 8 y 12 veces con Gallardo y con Jofré luego del momento de los disparos, las 11:08, y las 13. El celular del tirador desapareció.

Respecto de la camioneta Toyota Hilux, el sindicalista dijo que «se nos rompió» en ese viaje, sin más detalles. Gallardo la dejó en Junín de los Andes, al cuidado de Azucena Quintriqueo, secretaria general de la seccional en esa localidad. Siguieron viaje en un Chevrolet Ónix, también del gremio.

Contradicciones sobre la camioneta


Carlos y Azucena Quintriqueo se contradicen sobre la entrega de la camioneta del sindicato que apareció en Junín de Los Andes. Foto José Cusit infolosandes.com.ar

«Cuando nos enteramos que la buscaban por lo de Jofré, le pedí a mi hermana que la entregara en la comisaría», explicó a los fiscales.

Dijo que se enteró que la camioneta tenía pedido de secuestro «por uno de esos partes que manda la policía»; no supo explicar qué vinculación tenía el vehículo «con lo de Jofré», ni tampoco le preguntaron que desperfecto tenía ni quién lo reparó.

Otro dato extraño es que cuando Azucena Quintriqueo entregó el vehículo en la comisaría de Junín, el 3 de agosto, dijo que se la habían dejado el viernes 29 de julio «compañeros de ATE Neuquén» a los que no podía describir. «No eran rubios», fue el único dato que aportó. (Jofré, en algún momento antes de entregarse, se tiñó el pelo de ese color).

Carlos Quintriqueo en cambio afirmó que la Hilux se la dejó Gallardo a su hermana, y que ambos se conocen.

Azucena también declaró, el 3 de agosto ante el fiscal jefe Agustín García, que había entregado la camioneta porque se enteró que tenía pedido de secuestro. No mencionó la conversación con su hermano.

Otro detalle es que en la audiencia del martes pasado, la fiscal Titanti hizo mención a que el 29 de julio, día de los incidentes en San Martín, Azucena «estaba en Neuquén», y por eso no tenía sentido secuestrarle el teléfono, pero la propia sindicalista aseveró que se encontraba en Junín.

La fiscalía imputará a Gallardo y Azucena por encubrimiento agravado. Ambos designaron como defensor a Juan Coto, el mismo que asiste a Jofré y que según Quintriqueo es abogado del sindicato.


Adherido a los criterios de
Journalism Trust Initiative
<span>Adherido a los criterios de <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Nuestras directrices editoriales

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios