Habla el hombre que tenía un escarbadientes en el corazón

Horacio Videla, oriundo de Corrientes, fue atendido en el hospital Fernández de la ciudad de Buenos Aires por el extraño percance que sufrió mientras comía una picada.

¿CÓMO OCURRIÓ?

El paciente al que le extrajeron un escarbadientes del corazón, en una operación realizada en el Hospital Fernández, de esta Capital, aseguró que “sentía” que le “pinchaba” el órgano, pero “creía que era un catéter” porque le habían practicado una “transfusión” sanguínea. Además, bromeó con que si vuelve a comer una picada será una “con banderita”. “Sentía que me pinchaba el corazón”, enfatizó Horacio Rodríguez Videla, de 42 años y oriundo de Corrientes, consultado por la prensa frente al hospital Fernández sobre qué sensación experimentó cuando tenía el objeto en el órgano. Y agregó: “Estaba convencido de que era un catéter porque me habían hecho una transfusión y era la única posibilidad que había. Y, bueno, cuando pensamos que era eso, encontramos que era el escarbadientes”. En enero último, Rodríguez Videla concurrió a un hospital de Corrientes porque tenía fiebre y no podía bajar la temperatura con medicación. En el centro asistencial, le recetaron un fármaco en la creencia de que estaban frente a un principio de neumonía. Pero la medicación no surtió efecto y comenzó a toser con sangre, al tiempo que perdía peso. “Bajé siete kilos y tosía con sangre, siempre se supuso que era una neumonía”, recordó hoy Rodríguez Videla.

Rememoró después que, “por un tema de trabajo”, tuvo que viajar a la Capital Federal. “Todo se inclinaba a que era algo de bacterias. Entonces, me dijeron que lo mejor era el Fernández, porque estaban los mejores infectólogos”, recordó. El hombre destacó “el ojo del doctor Pellegrini, quien insistía con que había algo en el corazón”, pese a que las radiografías y tomografías no detectaban nada. A principios de este mes, después de que unos remedios limpiaran una infección en el corazón, los médicos pudieron ver que había un objeto extraño clavado en el órgano, tras lo cual decidieron operar y le extirparon el escarbadientes. Por último, Rodríguez Videla contó que los profesionales le aconsejaron “nada de moto por lo menos durante dos meses y dormir boca arriba”, tras lo cual bromeó: “Ah, nada de picada tampoco”. “Cuando lo vi en la radiografía pensé que se trataba de un catéter que se había quedado ahí desde alguna otra intervención. Lo increíble fue cuando lo operamos. Primero sacamos toda la sangre del corazón y entonces se vio claro. Era un escarbadientes”, cuenta el jefe de cirugía cardiovascular del Hospital Fernández, Fernando Cichero. El profesional agrega que primero lo tomó con la pinza y luego lo apoyó en una mesa, para que el resto del equipo que realizaba la operación lo viera. Nadie lo creía: “Después lo partí a la mitad y me preguntaron: ‘¿Qué hay adentro?’. ‘Madera, ¿qué va a haber?’, les respondí”. Cichero detalla que cuando el paciente despertó y le contaron la noticia se empezó a reir y admitió haber comido “un montón de picadas con amigos para despedir el año”. “El elemento pudo haber entrado por el esófago o por la vena cava inferior y de ahí a la aurícula derecha, que va directo al corazón. Es algo único”, relata el cirujano. El médico sólo encontró un antecedente similar en China, en 2011: “Se lo comenté a todos mis colegas argentinos y de otras países y nadie nunca había visto o escuchado algo así. Estoy seguro que a mí esto nunca me va a volver a pasar”. Agencias


Exit mobile version