Hace 15 días que la EPET 8 no tiene talleres y esperan la finalización de los arreglos

Varios sectores del colegio están en obra y esto provoca la demora en el inicio de algunas de las actividades. 

El edificio de la EPET 8 alberga más de 75 años de historia y generaciones de alumnos que fueron educados allí. Pero así como pasan los años, el edificio comienza a reflejar el paso del tiempo.

Sucede que en el aula de talleres, se levantaron las máquinas que utilizaban en la materia de electricidad para arreglar el piso y un cableado que había cedido ante el paso del tiempo. El gimnasio al tener piso flotante presenta levantamientos y pozos, que ya están en arreglo pero que deja a los chicos sin espacios para el dictado de clases.

El problema del gimnasio comenzó por una filtración de agua proveniente de los baños que se ubican en las cercanías. Eso provocó que el piso se levante y hunda en ciertos sectores, que a su vez generó que varios alumnos se caigan e incluso se esguincen por las condiciones del gimnasio.

La ingeniera y regente técnico del turno vespertino María Angélica Salaverry indicó: “El piso estaba tan levantado que no se podía correr, tenés toda una superficie pandeada hacia arriba o hacia abajo es lógico que cuando los chicos corren, se presente este obstáculo y se caigan porque no se ve”.

Los talleres en la escuela técnica abarcan la mitad de la jornada estudiantil, ahora con las obras en proceso los alumnos no tienen clases de taller hace 15 días.

“Ahora los chicos no están yendo a taller, no vamos a mandar a nuestros hijos porque no hay seguridad, ni siquiera adentro del taller porque se manipulan muchas máquinas”, explicó Zulma Puente, mamá e integrante de la comisión de padres.

Si bien el cableado está dentro de una habitación, el paso del tiempo generó que se deterioren y haya que cambiarlo por completo. “Tenemos un problema gravísimo pero de abandono más que nada. Muchos años que no se ha hecho nada en el colegio” expresó Zulma Puente.

En la sala de soldadura, se aplicó el piso de cemento que era necesario para el dictado de clases. Se construyeron paredes para separar al aula de soldadura con el aula de electricidad, para mayor comodidad del alumnado. Pero el conflicto con las obras de infraestructura es que avanzan a un ritmo muy lento, dada la magnitud de lo que hay que refaccionar y las consecuencias de la falta de clases de taller para los alumnos. Zulma Puente indicó: “En el taller las obras van a un ritmo muy lento, solamente hay dos personas trabajando. Tienen un plazo estimativo para finalizar el 2 de mayo pero no van a llegar”.

La capacidad del colegio es para 800 personas y tiene 1300 alumnos inscriptos. Si bien no está todo el alumnado en simultáneo, el hecho de que sea técnica afecta la comodidad para el aprendizaje y que muchas veces las aulas queden chicas.


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