Inicio de sesiones conflictivo en Zapala por protesta de municipales

Los empleados municipales le reclaman al Ejecutivo el despido de 24 trabajadores que estaban en planta permanente.

El Ejecutivo de Zapala y los trabajadores municipales, que denuncian haber sido «despedidos sin causa», están en conflicto hace más de un mes. Aprovechando la apertura de sesiones ordinarias del primero de marzo, los empleados se hicieron presentes en las instalaciones del Concejo Deliberante con carteles, para visibilizar sus reclamos.

Se asentaron el sábado por la mañana para aguardar al acto del domingo. Allí comenzó el conflicto, pues aseguraron que colocaron candados en las puertas y no les permitieron salir durante dos horas del establecimiento.

Así lo indicaron a través de un comunicado de la Asociación de Trabajadores Municipales de Zapala (ATM) en sus redes sociales. Explicaron que se acercaron para «poder escuchar» al jefe comunal Damián Koopmann Irizar «desde afuera» y resaltaron que «nunca» tuvieron «intención de ingresar, ni tomar las instalaciones».

«Durante dos horas fuimos privadas ilegítimamente de la libertad, pues se puso un candado en el ingreso y no se permitía ingresar ni salir a nadie», afirmaron y agregaron que «testigos de ellos fueron los concejales que se apersonaron y pudieron corroborar esa situación «.

Los trabajadores municipales llevan a cabo medidas de lucha hace 36 días, ya que denuncian que despidieron a 24 empleados que estaban en planta permanente: «Nos despiden sin sumario y sin causa». Desde la ATM, manifestaron que después de más de 30 días de reclamos, el intendente no les dio ninguna propuesta satisfactoria.

Además, afirmaron que no se les pagó el mes de enero y señalaron que por eso mismo creen que tampoco se les abonará el de febrero. «Nuestra situación económica se ha deteriorado gravemente», resaltaron.

Por lo tanto, exigen la «inmediata reincorporación» de los 24 trabajadores despedidos y el pago de sus salarios.

Aunque en su discurso de apertura el jefe comunal Koopmann Irizar sostuvo que uno de sus desafíos «es construir una sociedad más integrada socialmente, equitativa y más justa, con las mismas oportunidades para progresar», no recordó el reclamo de sus empleados.

Enumeró obras «los avances y cambios en los 60 días de gestión», entre ellos 180 nuevos lotes «con todos los servicios» puestos a disposición y «la puesta en marcha de la limpieza y el reacondicionamiento del Cañadón», pero no hizo alusión alguna al conflicto que mantiene el Ejecutivo y los trabajadores hace más de un mes.


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