¿Cuánto cuesta la educación privada?
Un informe de la oficina de Defensa al Consumidor reveló que una familia puede llegar a pagar más de 10.000 pesos por un estudiante. Mirá el gráfico comparativo.
¿Cuánto cuesta la educación privada?
Un relevamiento encabezado por la oficina municipal de Defensa al Consumidor (Omiduc) informó los costos que deberá asumir una familia cuyos hijos asistan a colegios privados durante el 2017. El análisis forma parte de un plan nacional que busca conocer el valor total de las cuotas mensuales.
Los aranceles declarados se dividen entre los niveles inicial, primario y secundario, además de las matrículas correspondientes a la reserva de una vacante o al ingreso al establecimiento.
El ranking entre las mensualidades para chicos de hasta cinco años lo encabeza la Fundación Woodville que prevé una cuota de 8.185 pesos para la jornada extendida, mientras que en jornada simple los costos varían de acuerdo a la edad, comenzando en 5.030 pesos.
En el otro extremo se encuentran el Colegio Don Bosco y el Colegio María Auxiliadora, cuyas cuotas oscilan entre los 1.300 y los 1.454 pesos, mientras que en los demás casos relevados los importes promedian los 3.000 y los de doble turno 5.000 pesos.
El único establecimiento que discriminó las cuotas de acuerdo a los subsidios que recibe del gobierno provincial fue el Colegio San Esteban. Por un niño o niña que asista al jardín o a preescolar una familia tendrá que desembolsar 1.718 pesos que, sin el aporte estatal, elevaría esa suma hasta los 2.580 pesos.
Además es el único caso en el que un alumno de escolaridad simple pagará menos al dejar la primaria, ya que la cuota de 2.574 pesos (3.870 sin subsidio) se reduce a 1.480 (2.036) durante su paso por el secundario.
El Instituto Dante Alighieri, el Colegio Siglo XXI, el Instituto Superior Patagónico, la Fundación Woodville, y el Colegio San Patricio, son algunos de los que modifican sus aranceles de acuerdo al grado que curse el alumno.
A modo de ejemplo, el Instituto Primo Capraro calcula sus cuotas de acuerdo a ese sistema y plantea que los alumnos de primer grado abonen 5.520 pesos, en segundo 6.100, en quinto 7.260 y en séptimo 7.620 pesos. Lo mismo sucede en el nivel medio, donde un alumno de primer año significará un costo de 7.730 y uno de quinto 8.060 pesos.
El procedimiento por el que cada colegio informó sus aranceles fue establecido por la Dirección Nacional de Comercio Interior y, ante la falta de información, el municipio anunció que la Omiduc se encuentra facultada para establecer distintos tipos de sanciones.
El grueso de los chicos que egresan del secundario continúa sus estudios terciarios o universitarios en Bariloche. Y cada vez son menos los que deciden trasladarse a otros puntos del país para seguir sus estudios.
Unos 915 estudiantes egresaron de la escuela secundaria pública en el 2015, según datos aportados por el Ministerio de Educación de la provincia. Una cifra algo menor contempla a los egresados de escuelas privadas.
Las sedes locales de las universidades nacionales de Río Negro (UNRN), Tecnológica (UTN) y del Comahue (UNC) recibieron alrededor de 1.300 estudiantes de 18 y 19 años este año. El Instituto de Formación Docente y al Instituto Superior de Educación Técnico Profesional registraron unos 238 ingresantes.
“Lo cierto es que después del primer año en la facultad, entre el 25 y 30% se queda afuera. Al no tener exámenes de ingreso como en otras universidades, el primer año funciona como un filtro en el CRUB (Centro Regional Universitario de Bariloche). Los estudiantes ingresan con una base complicada del secundario”, manifestó Víctor Báez, el decano.
En los profesorados y las ingenierías, la tasa de deserción es baja. Es más alta en carreras como Administración, Economía, Letras y Antropología. “En su imaginario, un joven puede pensar que estudiar turismo es pasear por el mundo. Cuando pasa por la enseñanza de estadísticas y matemáticas básica, se desanima y piensa que no es lo suyo. Por eso, tratamos que los mejores profesores estén en las materias iniciales para aumentar la retención. Si el alumno se queda un año o dos en la universidad, la posibilidad de deserción en tercero es menor”, subrayó Roberto Kozulj, vicerrector de la UNRN sede Andina.
En proporción, un 80% de los estudiantes que ingresan a UNRN y la UNC proviene de la escuela pública, contra un 20% de la educación privada.
A pesar de no tener sede propia, este año ingresaron 60 estudiantes a la carrera de Ingeniería Mecánica de la UTN. La mayoría proviene de los industriales, privadas y las secundarias públicas céntricas.
El Instituto Superior de Educación Técnico Profesional Bariloche dicta tres carreras terciarias (técnico superior en turismo, en gastronomía y guía de turismo) en la Escuela de Hotelería.
“La oferta académica está orientada a la actividad más importante de la ciudad, por eso la gran demanda. La tecnicatura en Gastronomía es la que mayor interés genera y debimos implementar una nueva modalidad de inscripción para luego efectuar un sorteo público”, destacó Gustavo Uribe, secretario del Instituto Superior de Educación Técnico Profesional en Bariloche.
Egresados
A la oferta de la UNRN, la UNC, la UTN y los terciarios, se suma la exclusiva matrícula del Instituto Balseiro, al que llegan jóvenes de todo el país.
Orígenes y destinos de los que arrancan
Un 65% de los ingresantes al Centro Regional Universitario Bariloche (CRUB) de la Universidad del Comahue egresó recientemente del secundario.
También se inscriben muchos jóvenes que no toleraron estudiar en otros centros urbanos y decidieron regresar a Bariloche.
En la Sede Andina de la Universidad Nacional de Río Negro se inscriben 1.200 estudiantes por año pero luego del ingreso, quedan alrededor de 1.000.
Cerca del 80% de los inscriptos egresan del secundario. El resto está conformado por adultos que quieren estudian una segunda carrera o bien revertir alguna frustración.
Datos
- 915
- estudiantes de escuelas públicas terminaron el secundario el año pasado en la ciudad.
- A la oferta de la UNRN, la UNC, la UTN y los terciarios, se suma la exclusiva matrícula del Instituto Balseiro, al que llegan jóvenes de todo el país.
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