“Justicia parcial, pero ¡al fin!”
Yo creía que pasaría como tantas otras cosas… ¡pero no! Al fin puedo felicitar a un juez, aunque esté de a pie. Señor Carlos Mussi, usted me alegra el corazón, señoría: está procesando al exdirector de Recursos Humanos del Ministerio de Gobierno de Río Negro Gabriel Limardo –según la página 14 de nuestro diario, del 5 del corriente mes– y a las tres mujeres “directoras”: Myriam Noemi Mamani, Olga Amalia Asaroff y Silvana Ayelén Traipe. Limardo está acusado de “fraude en perjuicio de la administración pública provincial en concurso ideal con el de incumplimiento de los deberes de funcionario público”, y también están procesadas “las directoras” como partícipes necesarias de la estafa. Para este juez ejemplar (que se cuide de los políticos corruptos, porque los hay), Limardo y las “directoras” “mantuvieron una conducta consciente, engañosa, manipuladora y simuladora, valiéndose, en el caso de Limardo, del lugar de privilegio y estratégico que ocupaba –otorgado por el gobernador– en el ejercicio de su función, quien después de montar una organizada puesta en escena habría logrado engañar a sus dependientes, funcionarios y organismos de control para consumar el delito de defraudación agravada por haber sido cometido en contra de la administración pública”. Limardo habría confeccionado documentos falsos para simular los decretos que designaron a las “directoras”. ¡Que vergüenza! Estas mujeres eran administradoras en control de gestión del Ministerio de Gobierno del control territorial y de la entonces Secretaría de Seguridad y Justicia respectivamente… Dice el juez que cobraban sin trabajar, ¿y el gobernador no sabía nada? ¿Y los demás jefes? En países en los que la justicia es rápida y ejecutiva, los directores deberían trabajar, al menos, en tareas de servicio público –ahí robaron los $ 830.000 que percibieron–; deben trabajar en recolección de residuos hasta devolver al Estado la totalidad del dinero y los responsables de sus nombramientos tienen que estar presos cuanto antes –en este caso, los que “hicieron la vista gorda” ante los manejos de Limardo–. No quiero ni pensar lo que podría ocurrirle al gobernador y los diputados si este juez tuviera las denuncias que efectuó oportunamente al organismo de control respectivo… pero tendríamos que averiguar también cómo fue que Gesualdo y el gobernador hicieron tanta fuerza para que Petrobras al final volviera a la provincia (ver diario “Río Negro” del 11 de marzo): “Exgerente de Petrobras reconoce cobro de sobornos para el PT –el partido de la presidenta brasileña–”. “Berusco, el exgerente de Petrobras, dijo que entre el 2004 y el 2012 desviaron 3.700 millones de dólares que recibió el tesorero del PT, Joao Vaccari”. ¿Por qué será que hasta el 30 de diciembre pasado la mayoría de los legisladores votaban por el no a los contratos y luego todos se dieron vuelta? Juan Carlos Malgesini, DNI 4.673.429 Puerto del Este
Juan Carlos Malgesini DNI 4.673.429 Puerto del Este
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