Asesinato de Lucas González: primer día del juicio contra los 14 policías acusados por el crimen

Son 14 los policías llevados a juicio por el asesinato contra Lucas González y torturas contra tres de sus amigos. Policías de civil persiguieron en un auto al joven cuando salía de entrenar fútbol con ellos y terminó en el fatal desenlace.

Unos 14 policías de la Ciudad de Buenos Aires comenzaron hoy a ser juzgados por el crimen y posterior intento de encubrimiento del crimen de Lucas González, el joven de 17 que fue asesinado el pasado 17 de noviembre de 2020 cuando salió de entrenar con sus amigos del club Barracas. El hecho fue considerado asesinato ya que el adolescente fue abatido por las balas de los efectivos.

El juicio comenzó en los tribunales de Comodoro Py donde los policías llegaron detenidos. Tres de los 14 están acusados por homicidio agravado por alevosía y por concurso premeditado de dos o más personas y son Juan José Nieva,  Fabián López y Gabriel Issasi. 

Los otros once agentes, entre ellos varios comisarios, están siendo juzgados por el intento de encubrimiento pues se comprobó que una réplica de un arma de fuego fue plantada en el interior del vehículo en el que iba Lucas con sus tres amigos, para simular que se trató de un enfrentamiento armado. 

La sala de juicio se vio desbordada este jueves con la presencia de muchos amigos del joven y sus familiares, quienes llegaron a bordo de dos micros que partieron desde la localidad bonaerense de Florencio Varela, donde vivía la víctima, hacia los tribunales de Comodoro Py. Se decidió hacer el juicio en este lugar por tratarse de una sala de audiencias grande para que puedan estar presentes los 14 imputados y el público.

El juicio estaba previsto para las 9 pero comenzó poco después de las 10 por el retraso en el traslado de los 14 detenidos desde la cárcel de Marcos Paz hacia los tribunales de Retiro. 

A Mario González, el papá de Lucas, se lo notó muy conmovido antes del inicio del juicio y trajo consigo la camiseta del club Barracas que usaba su hijo para entrenar, así como los botines y las canilleras. «Estas eran sus armas», dijo en ironía a la hipótesis inicial de los policías respecto a que eran sospechosos. 

Según los testimonios, incluido el de los tres amigos de Lucas que iban en el auto con él, los policías de la brigada que les dispararon nunca se identificaron como efectivos, tampoco tenían uniforme oficial ni hicieron sonar la sirena tal como intentaron justificar en la causa. 


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