Condenaron a 11 años de prisión a un músico de Roca por abuso sexual, grooming y corrupción de menores

Jonathaan Yermanos seguirá en libertad hasta tanto la sentencia se encuentre firme. Por ahora deberá presentarse una vez a la semana a la fiscalía y no podrá acercarse ni mantener contacto con la víctima.

Jonathaan Yermanos, el músico de Roca que había sido declarado culpable por los delitos de abuso sexual, grooming, corrupción de menores y producción y divulgación de imágenes de abuso sexual infantil, fue condenado a 11 años de prisión. El sujeto, quien era pareja de la madre de la víctima, continuará en libertad hasta tanto la sentencia se encuentre firme.

Pasadas las 12:30 el juez Gastón Martín leyó la sentencia que fue acompañada por los votos de sus colegas Verónica Rodríguez y Fernando Sánchez Freytes, delante del propio acusado quien se encontraba en la sala en la jornada de cierre del juicio de cesura.

Cabe recordar que desde el Ministerio Público Fiscal habían solicitado una pena de 11 años de prisión en tanto que la defensa había requerido una condena de 10 años.

Los abusos

La niña comenzó a padecer los ataques de contenido pornográfico por parte de quien era la pareja de su madre y conviviente. Bajo el mismo techo y en paralelo, la mujer adulta también era sometida a violencia de género de todo tipo por parte del imputado.

Yermanos, fue condenado durante el juicio en carácter de autor de los siguientes delitos: «abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por estar la víctima bajo su guarda y por la convivencia preexistente; grooming, producción y divulgación de representaciones de abuso sexual infantil, en concurso ideal con corrupción de menores agravada por ser el encargado de la guarda y conviviente de la víctima«.

La madre fue la que denunció de los hechos que se juzgaron, pero también fue víctima durante casi una década de acoso sexual, violencia física y psicológica por parte del sujeto.

Se hizo pasar por un adolescente

Con respecto al grooming puedo contar que está persona se hizo pasar por un adolescente y le pidió intercambio de fotos con contenido pornográfico enviándole sin su consentimiento fotos íntimas”, relató la madre de la niña.

La mujer decidió separarse cuando comenzó a notar que su hija adolescente se sentía maltratada por el acusado hasta que un día casi la agrede, fue allí que decidió mudarse. Y ese fue el punto de quiebre y el inicio de un calvario que duró seis años. «Yo me empecé a dar cuenta que me controlaba, yo no era consciente del control que tenía hacia mí, de cómo me fue aislando, cómo me fue dejando sin amigos, sin espacios míos, sola. Cuando se lo dije me amenazó con publicar fotos mías íntimas, luego un día me maltrató, empezamos a forcejear porque yo le dije que no”, reveló la madre de la víctima.

En su caso, no solo la amenazó con subir fotos íntimas sino que armó toda una red en la que duplicó su perfil en Facebook, armó cuentas en páginas de citas, activó líneas de teléfono a su nombre y hasta publicó su número telefónico y el de una de sus amigas en un medio de comunicación “ofreciendo trabajo sexual”, contó la denunciante.  

Incluso relató que en una oportunidad le arrojó una «bomba molotov casera». «Más adelante envenenó a mi gato, el día del cumpleaños de mi hijo, del hijo que tenemos en común, envenenó a mi perra. Por mucho tiempo sufrí violencia de género, violencia psicológica, económica, sexual y digital por parte de esta persona”, relató. 


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