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Crisis carcelaria en Neuquén: reabren la investigación por la muerte de dos presos

Los fallecimientos de Herrera y Mérgola en la Unidad 11 de Neuquén hicieron visible el hacinamiento en las cárceles de Neuquén. La fiscalía no encontró delito, pero deberá profundizar la investigación.

El Tribunal de Impugnación ordenó profundizar la investigación por la muerte de dos personas detenidas en la Unidad 11 de Neuquén, que la fiscalía había archivado tras considerar que no participaron terceras personas. Ahora se abre un panorama en el que deberán explorarse hipótesis que van desde incumplimiento de los deberes de funcionario público hasta homicidio culposo.

La orden la impartió el Tribunal integrado por Florencia Martini, Andrés Repetto y Richard Trincheri, a pedido del y la querellantes Federico Egea y María Angélica Acosta, que representan a la madre de uno de los fallecidos, Víctor Alfonso Herrera (30). El otro que murió fue Maximiliano Andrés Mérgola (22).

La fiscal de Homicidios, María Eugenia Titanti, y el asistente letrado Bruno Miciullo, habían archivado la investigación. Su argumento fue que no encontraron responsables de las muertes, ocurridas por asfixia el 30 de agosto del 2022.

Las causas de la muerte, fuera de discusión


La querella no discute que los fallecimientos se produjeron porque Mérgola prendió fuego un colchón a modo de protesta. Pero reclama que se apliquen los protocolos de Estambul y Minnesota: cuando mueren personas bajo custodia del Estado, se debe direccionar la investigación hacia los funcionarios intervinientes. En este caso, el personal de la Unidad 11.

Ambos protocolos son de aplicación obligatoria en el país, y el fiscal general José Gerez recordó su vigencia mediante una resolución el 10 de abril pasado.

Una hora de sol por día


En una audiencia realizada el viernes, el querellante Egea remarcó que Herrera y Mérgola estaban juntos en una celda individual de aislamiento, de 1 metro por 4 metros. Como su nombre lo indica, son para una sola persona, y se utilizan como castigo pero ante la falta de espacio, a cualquiera le puede tocar. Las personas depositadas allí ven la luz del sol una hora por día.

«Esto solo ya es ilegal. Herrera no debía estar allí. Murió por estar detenido ilegalmente en ese lugar», remarcó Egea.

Reveló que según declararon los otros internos del pabellón 6, donde ocurrieron las muertes aproximadamente a las 17:30, Mérgola empezó a reclamar desde la mañana temprano su traslado al pabellón 10.

Las frases provocadoras atribuidas al celador


Incluso intentó prender fuego una manta, pero las llamas se extinguieron. Los testigos fueron coincidentes en declarar que el celador del pabellón le dirigió frases como «prendé fuego el colchón», «prendé fuego algo más grande», o «prendé fuego más cosas».

«El celador lo incentivó a que agrave la medida», señaló Egea.

Hacia las 17:30, Mérgola logró el objetivo: prendió fuego el colchón. En el pabellón no había matafuegos, el grupo de requisa llegó seis minutos después, y para entonces Herrera ya estaba muerto por inhalar los gases tóxicos que desprendió el material, que no era ignífugo. Mérgola murió días después.

«Herrera se encontraba ilegalmente detenido, y eso causó su muerte», dijo Egea. «No realizó ninguna conducta, murió porque estaba en una celda de aislamiento individual con otra persona que prendió fuego un colchón», agregó.

Hacinamiento y precariedad


Las muertes dejaron al descubierto la situación de hacinamiento y precariedad en la que se encuentran las cárceles de la provincia. En noviembre del 2022, las dos juezas de Ejecución Penal ordenaron cerrarlas, medida que aún se mantiene. Es decir, no se producen ingresos a menos que haya vacantes.

En el fallo, que fue por unanimidad, el juez Repetto señaló que «da la impresión que la hipótesis de la fiscalía fue investigar quién prendió fuego y no otro tipo de eventuales responsabilidades penales, que no están directamente relacionadas con esto, si no, con investigar si quienes debían prevenirlo no lo hicieron».

Su colega Trincheri añadió que «hay que tener en cuenta las circunstancias de tiempo y lugar. Si esto hubiera ocurrido a las 4 de la mañana sería una cosa, pero pasó a las 17:30. Hay material como para profundizar la investigación sobre una presunta violación al deber objetivo de cuidado por parte del personal policial».

Martini, como presidenta del Tribunal, dijo que no se valoraron debidamente las declaraciones de los internos que fueron testigos de los hechos, y en consecuencia ordenó desarchivar el legajo y que se profundice la investigación.


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