El caso del integrante de una banda de encapuchados que cometió un robo millonario en Roca y cayó por una huella dactilar
El imputado negó durante el juicio que haya sido uno de los autores del asalto, pero la pericia sobre la huella dactilar hallada arrojó que era del sospechoso. Por eso, lo condenaron en octubre pasado a 5 años y 6 meses de prisión. El Tribunal de Impugnación Provincial confirmó la sentencia condenatoria días atrás.
Alegó en todo momento que nunca participó del violento asalto que la fiscalía le atribuyó. Sostuvo que estaba en otra ciudad, cuando tres delincuentes encapuchados sorprendieron a un hombre que salía de su domicilio en Roca, y lo amenazaron con un arma de fuego para apoderarse de un millonario botín. Pero los peritos hallaron una huella dactilar suya en el vehículo de la víctima.
Fue una de las pruebas clave que el tribunal de juicio valoró para condenar a Ignacio Javier Gómez a 5 años y 6 meses de prisión como uno de los autores del robo.
Su defensor impugnó esa sentencia condenatoria que un tribunal de juicio de Roca dictó el 28 de octubre pasado. Sin embargo, el Tribunal de Impugnación Provincial (TIP), integrado por los jueces Miguel Ángel Cardella y Adrián Zimmermann y la jueza subrogante Daniela Zágari, rechazó el recurso y confirmó la sentencia que lo condenó. El TIP dictó el fallo a finales de diciembre antes de que comenzara la feria judicial.
Cardella recordó que el tribunal de juicio declaró culpable a Gómez por el robo perpetrado la mañana del 23 de mayo del 2023, en la calle Los Olmos al 100 de Roca.
Con un arma de fuego amenazaron a las víctimas
La víctima salía en su vehículo Renault Duster marcha atrás para retirarse de su casa, cuando dos asaltantes encapuchados lo interceptaron. Uno de ellos le abrió la puerta del conductor y lo obligó a descender del vehículo. Otro delincuente lo sujetó desde atrás y le tapó la boca al hombre.
Uno de los asaltantes lo amenazó con un arma de fuego. Así le sacaron las llaves de la vivienda y lo hicieron entrar. En el interior estaba la esposa. Los asaltantes exigieron que les entregaran dinero. En pocos minutos, robaron 7.000 dólares, 2.000 euros y 50.000 pesos argentinos. También, le robaron otros elementos. Los tres huyeron en la Duster, que abandonaron en otro sitio de la ciudad.
Los investigadores pudieron identificar solo a Gómez. Los dos asaltantes restantes aún no fueron identificados.
El tribunal de juicio lo condenó como coautor de robo agravado por haber sido cometido en poblado y en banda, y por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no fuer acreditada y le impuso 5 años y 6 meses de prisión. También, dispuso la declaración de reincidencia por segunda vez.
Los cuestionamientos que la defensa señaló contra la sentencia
Cardella señaló en su voto que el defensor planteó en la impugnación que la sentencia condenatoria era arbitraria por insuficiencia probatoria y porque se violó el derecho defensa en juicio y el debido proceso durante la audiencia de juicio.
Señaló que no discutía la existencia del hecho sino la participación de Gómez. Y cuestionó, sobre todo, la valoración de las pericias papiloscópicas que hizo el tribunal. Destacó que en el allanamiento que hicieron en el domicilio de Gómez no secuestraron ni dólares ni euros.
Objetó que se haya tratado de un robo en banda. El fiscal del caso pidió en la audiencia al TIP que desestime todos los planteos de la defensa y confirmen la sentencia.
Una prueba objetiva sin chances de refutar
Cardella, con la adhesión de sus pares, desestimó los cuestionamientos de la defensa. Recordó que se hicieron dos pericias sobre la huella dactilar hallada en la Duster. Y mencionó que un perito explicó en el juicio que “existió en forma categórica e indubitable, una correspondencia de identidad física humana entre uno de los rastros encontrado en el interior del panel de la puerta izquierda del coche, con la impresión del dígito pulgar de mano derecha tomada de la ficha dactilar del imputado Gómez y con las huellas dactilares que se le tomaron al propio imputado”.
“Como surge del fallo bajo control y de la exposición de las partes, se describió y probó desde la construcción oral que realizaron testigos y peritos que la huella encontrada en el vehículo sustraído se correspondía con la del acusado Ignacio Gómez”, aseguró Cardella.
También, el juez del TIP descartó que el imputado haya estado en otro ciudad en el momento del robo, como alegó la defensa. “El Tribunal de juicio no aceptó la coartada de que el acusado el día del hecho se encontraba trabajando en otro lugar”, indicó Cardella. Y citó parte de la sentencia del tribunal de juicio que los testigos presentados por la defensa para probar esa coartada no alcanzaron para exculparlo.
“Se probó que la huella papilar encontrada en el vehículo automotor sustraído era de Ignacio Gómez, según dos pericias que se realizaron y que si bien Gómez, para el momento del hecho viva a 38 kilómetros del lugar, no generaba ninguna imposibilidad de cometer le hecho delictivo. La hipótesis de la defensa es solo su opinión que carece de toda demostración”, afirmó Cardella.
Por eso, rechazaron el recurso de la defensa y confirmaron la sentencia condenatoria, que aún no está firme porque el imputado puede recurrir al Superior Tribunal de Justicia de Río Negro para que revise el fallo.
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