Femicidio de Claudia: a horas del veredicto, dicen que «no hay pruebas» para culpar a Colicheo

“No hay nada que me de un 100% de certeza de quién disparó", dijo uno de los peritos de la defensa. Revelaron nuevos datos sobre la vida del imputado. Mañana el tribunal popular deberá decidir si lo declara culpable o no.

A horas de los alegatos finales y las últimas palabras de Antonio Colicheo y la madre de la víctima, Edith Yanca; este lunes se llevó a cabo la anteúltima audiencia del juicio por jurados por el femicidio de Claudia Casmuz, antes de que los doce jueces populares tengan que emitir su resolución este martes.

Fue una audiencia donde el defensor público de Colicheo, Pablo Piombo; reforzó el planteo que viene haciendo desde el inicio del debate oral y público; y es que para él no hay pruebas para determinar que el acusado fue el autor del femicidio de la joven de 28 años de Roca.

A través de un perito accidentológico, este lunes intentó fortalecer ese alegato, dando a entender que esta fue una investigación plagada de indicios que no se convirtieron en evidencia y mucho menos en prueba, por falta de rigor. 

“Sobre quién fue el autor del disparo, no hay nada que me de un 100% de certeza de quién disparó (…). Esa tarea se las encomendaron a ustedes, con esta prueba”, dijo Diego Revosio, licenciado en Criminalística, en clara apelación al tribunal popular que juzga en la sala.

El asesor pericial declaró en la anteúltima audiencia del juicio, tras una lectura integral del legajo y desde un enfoque criminalístico. Analizó la prueba generada para cada uno de los delitos por los que está siendo juzgado Colicheo (femicidio y robo) y aseguró que hay una cantidad de cosas que se comprobaron y otras que no. 

El cuerpo de la víctima y el proyectil hallado fueron efectivamente identificados y sometidos a análisis y pericias por lo cual se convirtieron en evidencias y posteriormente en pruebas. Se comprobó que el arma disparó el proyectil en el cuerpo de la víctima”, aseguró. Sin embargo, postuló que no hay elementos contundentes para confirmar que Antonio Colicheo haya gatillado el arma que mató a Claudia Casmuz y que haya sido autor del robo del arma de fuego a su tío denunciante, el policia retirado Claudio Aroca. 

Los indicios que recolectaron el día del hallazgo, además del cuerpo fueron los restos óseos, de pelo, manchas de coloración rojiza, trozos de tela, un proyectil y una pala, entre otros. Para Revosio, varios de estos indicios no se sometieron a investigación y análisis rigurosos, como las manchas, la tela y el cabello. Tampoco se profundizó en un ADN sobre el mango de la pala, comentó. 

Otro punto de discordancia fue la numeración identificatoria del arma involucrada que según postularon nunca se pudo descifrar si pertenecía a Aroca o no, más allá de que las características coincidían por completo.  

“Todos los datos tienen que ser coincidentes, si falta un carácter no puedo establecer fehacientemente de quien es el arma”, explicó Fabián Porter, un perito en balística quien intervino en causas nacionales como la del fiscal Nisman y el policía Chocobar, y hoy declaró en la sala. Dijo que nunca se pudo saber el número registral de la pistola porque la numeración estaba borrada. Solo dos números coincidían. 

Sobre el robo dijo que hay “rastros no aptos” en los objetos y que no se pudo identificar a nadie, por lo cual no hay evidencia. Sobre las supuestas grabaciones de cámaras de seguridad que ubican a Colicheo en la escena del robo, dijo que “se perdieron” porque nadie las corroboró en un laboratorio. 

Crisis y el submundo «criminal»


Según lo que surgió de la evaluación de la psicóloga forense Irene Corach, Colicheo atravesaba un cuadro depresivo con ideación suicida, apenas un tiempo después de su detención. Para el equipo de especialistas de salud mental que declaró hoy, al que se sumó la psiquiatra Celina Vermal, no había indicadores de psicopatía ni patologías en el imputado en ese momento.

La declaración de la psiquiatra arrojó ciertos elementos nuevos sobre Colicheo en los meses previos al hecho. Según declaró, en 2020 el acusado había entrado en una crisis producto de la pandemia, la falta de trabajo, la ruptura y suicidio de su pareja. Y para Vermal, todo esto lo llevó a entrar en un ambiente “criminal” y “problemático”. 

No obstante, para la psiquiatra, la personalidad de Colicheo no encajaría con un perfil de “asesino serial” ante las acusaciones de dos hechos de asesinato seguidos. “En los asesinatos seriales por lo general hay componente sexual o sádico. Si alguien tiene sadismo lo va a ocultar,  pero si se puede saber si tiene psicopatías (…) No encontré rasgos psicopáticos”, aseguró Vermal.  

Ante la consulta del abogado querellante, Joaquin Hertzriken Catena, la psiquiatra dijo que no hace falta que haya una relación de pareja para que exista la violencia de género, y que esta podría existir también ante un “contacto aislado” entre un hombre y una mujer. 

El abandono de la madre, la muerte de dos hijos recién nacidos, el suicidio de su expareja y hasta un presunto abuso sexual por parte de un tío; habrían sido hechos que generaron una seguidilla de eventos traumáticos en la vida del imputado, hechos que el mismo relató en las entrevistas. 

“Guardaespaldas de Videla”


Según reveló la psiquiatra, en 2020 Colicheo habría empezado a trabajar con Javier Videla, el trabajador judicial asesinado, delito por el cual ya fue condenado a 24 años de prisión.

En ese entonces, el acusado empezaba a desempeñarse como supuesto protector y guardaespaldas de Videla; hecho que no había sido relatado en el juicio por el crimen del empleado judicial. Para la médica que lo entrevistó, esto fue en medio del inicio del periodo crítico en el que Colicheo ingresaba a una “subcultura criminal, con redes de juego ilegal y tráfico de sustancias”.

Veredicto


Este martes 20 de septiembre será la última audiencia, en las que las partes expondrán sus alegatos de clausura y las instrucciones para el tribunal popular. Luego de eso, el jurado integrado por doce miembros entrará en sesión secreta a deliberar y posteriormente, darán a conocer su veredicto de culpabilidad.

Los ciudadanos tendrán la ardua tarea de encuadrar los hechos ante una cantidad de variables y un abanico de posibles delitos que les propondrán las partes, en los que podrán estar de acuerdo o no.

La calificación de máxima para Colicheo y que le podría conllevar una pena de prisión perpetua es la de femicidio agravado por alevosía calificado por el uso de arma en concurso real con robo y tenencia de arma de fuego.


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