Juicio por linchamiento: «Estoy acá porque es la manera que corresponde hacer las cosas»

Declararon hermanos y hermanas de Rigoberto Godoy, el hombre al que quemaron vivo en Centenario. Hay un detenido, se lo juzga por homicidio simple.

Marcela Godoy puso en foco donde corresponde. «Estoy acá porque tenemos un estado de derecho y estoy tratando de hacer valer los derechos de mi hermano. A él se los vulneraron todos. Estoy haciendo valer mis derechos como ciudadana para que esto se aclare, porque de esta manera corresponde que se hagan las cosas».

Marcela declaró ayer en el juicio por el asesinato de Rigoberto Godoy, ocurrido el 2 de noviembre de 2020 en el barrio Villa Obrera de Centenario. Marcelo Contreras está detenido, acusado de rociarlo con combustible y prenderlo fuego en medio de una protesta vecinal.

Hasta ahora las pruebas contra Contreras son ambiguas. Quizá lo declaren culpable del homicidio, quizá no. Pero eso lo hará un tribunal después de un juicio que durará toda la semana en la que tendrá oportunidad de defenderse.

Godoy, de 62 años, fue privado de ese derecho. Era una persona poco querida, hasta detestada. Sin embargo, sus hijas preferían pasar tiempo con él y no con la madre, de 27.

Rigoberto Godoy.

Un chusmerío de barrio lo vinculó con el abuso sexual de una de las niñas. La noche del hecho, medio centenar de personas convocadas por las redes sociales rodeó su vivienda y un grupo más pequeño se metió adentro y lo quemó vivo.

Lo que se juzga es ese asesinato. La oportunidad de investigar a Godoy se perdió para siempre, y tal vez habría deparado un resultado distinto al que decían las redes sociales.

En este caso complejo hay muchas víctimas. Rigoberto, quien ya no puede defenderse; sus hijas, presuntas víctimas de abuso; la mamá de las niñas, tildada por algunas vecinas de juicio fácil como «mala madre»; los hermanos del fallecido. El salvajismo con el cual actuaron los vecinos no resolvió nada, sólo agregó dolor. Y tapó la posible verdad de los hechos.

Marcela, al declarar ayer como testigo, dijo que al principio le costaba defender a su hermano porque todos lo acusaban de la violación. Después de un largo proceso comenzó a ver los hechos desde otra óptica.


Qué pasó con las denuncias


La fiscal Eugenia Titanti le preguntó si se había enterado qué había pasado con esa denuncia.

«Lo que supe por la defensoría de los derechos del niño es que la nena no había sufrido abuso sexual infantil, no tenía signos de ASI. Y la nena no identificaba a su papá sino a otras personas«, respondió.

Selena, cuñada de Rigoberto, declaró como testigo de la defensa. Fue, hasta ahora, la única que alejó a Marcelo Contreras del escenario del crimen. Aseguró que a esa hora estaba visitándola en su casa.

También dijo que al hombre, expareja de su hermana, lo habían denunciado por violación, pero que desconocía qué había pasado con esa causa.

Tuvo entonces un filoso cruce con la fiscal Titanti.

-¿No sabe que desestimaron y archivaron esas denuncias? -le preguntó la fiscal.

-No.

-¿No sabe que las niñas mencionaban a otra persona como autor de los abusos?

-No -respondió con sequedad.

-¿Sabe quién es Hilario?

-Mi padrastro.

-¿Sabe que lo mencionaban como autor de los abusos?

-No.

El juicio continuará hoy con siete testigos.


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