Muerte de Gatica en una comisaría de Cipolletti: un imputado mencionó el caso del policía asesinado Lucas Muñoz

Para el personal de la comisaría 45 del barrio Anahí Mapu de Cipolletti,  Jorge Luciano Sosa era el “Piche”. Así lo llamaban al cabo de la Policía de Río Negro. Sosa se enfrentará este jueves al veredicto del jurado popular, porque está imputado, junto a los otros tres policías, de haber participado en las torturas que sufrió Jorge Gatica y que desencadenaron en su muerte, en esa unidad policial.

Este martes, Sosa declaró y negó haber golpeado a Gatica la noche del 9 de enero del 2023, como lo había afirmado en sus declaraciones ante el jurado la sargento primero Andrea Henríquez, de 37 años, el sargento Vilmar Quintrel, de 32, y el cabo primero Walter Carrizo.

Los tres y Sosa están acusados de haber cometido las torturas seguidas de muerte de Gatica.

Durante su declaración, a la que Diario RÍO NEGRO accedió, Sosa reveló que Gastón Moraga, quien entonces era el oficial de servicio en la comisaría 45, y otro oficial, de apellido Antenao idearon un plan para armar una coartada que los desvincule de la muerte de Gatica.

Sosa afirmó que el oficial Antenao y Moraga “me dijeron que tenía que decir que el señor Gatica se había pegado contra la pared y que por ser yo el de menor jerarquía no iba a pasar nada que íbamos a estar todos bien”.

“Yo en principio les dije a ellos que yo lo quería consultar con mi señora. Yo estoy en pareja, todo lo consulto con ella, pero como ella estaba de viaje, no me quedó más opción que agarrar y decirles que sí”, explicó.

“¿Por qué se te ocurrió?, ¿por las circunstancias?, ¿cuál fue el sentido por el que les dijiste que sí?”, le preguntó el defensor a Sosa.

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El imputado se tomó unos segundos para responder. Luego de la pausa afirmó: “Realmente a los suboficiales a nosotros nos amenazan mucho dentro de la comisaría si no acatamos órdenes”

Pero fue más allá. Dijo que “no solamente está en riesgo nuestra vida, sino también la de nuestra familia”. “Como ya ha pasado en otros casos. No sé si ustedes se acuerdan del caso del policía Lucas Muñoz, en Bariloche”, planteó Sosa ante el jurado.

Y les recordó. “El policía que por saber información de sus superiores a él lo secuestraron y lo mataron. Siete días después apareció con un tiro en la cabeza”.

Muñoz desapareció el 14 de julio de 2016, cuando se dirigía a trabajar a la comisaría 42 de Bariloche. Hallaron su cadáver el 10 de agosto de 2016, en cercanías de la Ruta de Circunvalación, en las afueras de Bariloche. Lo ejecutaron de un tiro en la nuca. Una de las hipótesis que se investigó apuntó hacia la Policía de Río Negro, pero no se comprobó. El crimen sigue impune.

“¿Vos tenías presente esas circunstancias?, ¿Por qué se te viene eso a la cabeza?”, interrogó el defensor. “En nuestra unidad fue a trabajar un oficial que estuvo en Bariloche y siempre nos hacía acotaciones sobre eso”, contestó Sosa.

“Antenao le consulta a Moraga qué había pasado y Moraga le preguntó si estaba muy golpeado Gatica y ahí comenzaron a idear el plan de decir que el muchacho se había pegado contra la pared, que se había caído que yo lo había asistido haciéndole RCP”, afirmó el imputado.

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La noche del 9 de enero del 2023, cuando le dieron una paliza a Gatica que provocó su muerte, Moraga era el oficial de servicio y con mayor jerarquía de los efectivos que estaban de guardia.

Moraga no fue imputado como los otros cuatro policías. El oficial hizo un acuerdo con el fiscal jefe Santiago Márquez Gauna y el fiscal Martín Pezzetta, que tuvo el aval de los padres de la víctima, que son querellantes, y de esa forma aportó información relevante para la investigación que recién comenzaba, recordaron fuentes judiciales.

A cambio, lo condenaron a tres años de prisión en suspenso e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos por no haber evitado la tortura contra Gatica e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Moraga fue citado a declarar por la fiscalía como testigo.

Según el médico forense del Poder Judicial de Río Negro Marcelo Uzal, el cuerpo de Gatica tenía siete costillas quebradas y presentaba 184 lesiones externas. Murió por una grave hemorragia interna.

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Según la acusación de la fiscalía, a la que adhieren las dos querellas particulares, los cuatro imputados estaban en la guardia de la comisaría 45 de Cipolletti cuando demoraron a Gatica. Lo arrestaron por un hurto de dos kilos de chorizos y dos kilos de carne, en un comercio cercano, recordó el sábado el abogado por la querella Rubén Antiguala, que interviene en la causa desde el primer minuto.

La fiscalía sostiene que la golpiza que derivó en la muerte del hombre ocurrió entre las 22.40 del 9 de enero del 2023 y los primeros minutos de la madrugada del 10 de enero del 2023.

Su teoría asegura que los cuatro “torturaron hasta ocasionarle la muerte a Gatica, quien estaba en calidad de demorado en dicha comisaría”. Describieron que “mientras el hombre estaba esposado, le propinaron al menos 29 lesiones en sus miembros superiores, provocándole un prolongado e intenso sufrimiento sin posibilidad de defensa”.

tercer hombre «coadyuvó, observando todo y sin buscar frenar nada». El cuarto «se ubicó estratégicamente en un sector para impedir el acceso al sitio de cualquier otra persona». Indicaron que los rodillazos que le propinaron a la víctima cuando estaba en el suelo, «le quebraron las costillas, ocasionándole la hemorragia que le produjo la muerte».

Este jueves, los jurados populares resolverán si la fiscalía y las querellas probaron su teoría del caso y los declara culpables o si no lo lograron y dicta la absolución.