Video | Crimen de Gatica en Cipolletti: tras los alegatos, el jurado delibera si los policías son culpables
Terminaron los alegatos. Hablaron todas las partes y los cuatro policías acusados. La madre de la víctima también le habló al jurado y pidió condena. Hoy, culmina el juicio por torturas seguidas de muerte en la comisaría 45 de Cipolletti.
Para la familia de Jorge Gatica, este jueves puede ser el final de una espera insostenible. El juicio por su muerte -tras una brutal golpiza sufrida mientras estaba detenido en la comisaría 45 de Cipolletti- llega a su fin. Desde las 9:20 hasta pasado el mediodía, los doce integrantes del jurado popular escucharon los alegatos finales y podrían escucharon las «últimas palabras» de los cuatro policías acusados antes de pasar a la deliberación. Esta tarde, deberán resolver si son culpables de tortura seguidas de muerte.
«Los cuatro policías son culpables», dijeron los dos querellantes
«Una persona llegó viva y salió muerta», así inició a alegar el primero de los querellantes, Rubén Antiguala, representante de Rey David Gatica. Describió un «punto ciego» en las cámaras. Hizo hincapié en los peritos informáticos, claves para resolver una cuestión de controversia entre los horarios que fueron indicados.
Según el letrado, todos estuvieron en el lugar de la tortura que terminó en la muerte de Gatica. Destacó el testimonio de una vecina de la comisaría que se acercó a ver qué pasaba porque «escuchó gritos como nunca antes había pasado» y agregó: «¿Quién no gritaría por 184 golpes?».
Para Antiguala, no hubo ningún remordimiento por parte de los acusados. También los acusó directamente: «ellos saben lo que hacen, son policías y estudiaron para serlo, sabían cómo pegar». Reconoció que es difícil qué hizo cada uno, pero que participaron del hecho de alguna forma.
Solicitó que los cuatro policías sean condenados por el delito de tortura seguida de muerte. «Si a ustedes les llegara a pasar, ¿les gustaría que terminara en impunidad?», cerró.
El querellante Iván Chelia continuó con los alegatos. El abogado, que representa Carmen Sanhueza y Nadia Pacheco (madre y pareja de Gatica), coincidió con el pedido de su colega preopinante. «Las 184 lesiones debe haber sido un infierno. Imagínense vivir en su piel durante los últimos momentos. Lesionado, en profundo dolor y sintiendo ahogo, esposado, sin posibilidad de defenderse, sin que nadie lo ayude y viendo que su vida se le va de las manos, mientras que -a metros del hecho- un oficial estaba preparando una pizza», opinó.
Disintió con la «salida que les brindó la fiscalía a Carrizo y Henríquez». «No estamos de acuerdo. No nos parece que la situación amerite un cambio de calificación para ellos. Sostenemos que tomaron parte en la tortura -tal vez de otro modo-, pero que su actuar no encuadra en una simple omisión de evitarla», sostuvo Chelia.
«Las torturas ocurrían frente a ellos y al ser ellos policías, tenían la obligación de hacerlas cesar», volvió a insistir. De esa manera, culminó pidiendo la misma calificación para los cuatro acusados. Según el abogado, Carrizo y Henríquez «son tan responsables como los que se encontraban golpeando a Gatica».
«El gran dolor de mi vida fue la pérdida de mi hijo», dijo la mamá de Gatica
«Hoy, mi nieto e hijo de Jorge, está cumpliendo 18 años y él no está. ¿Por qué lo mataron así? ¿por dos kilos de carne y unos chorizos?», relató Carmen Sanhueza, madre de Gatica.
Relató la tristeza que le generó el crimen, que la llevó a estar internada tanto a ella como al padre de Jorge, quien padeció un ACV. «¿Qué les pasó por la cabeza?», les preguntó indirectamente a los acusados.
Qué dijeron las defensas y los acusados
Carrizo y Henríquez
Federico Diorio, el abogado defensor de dos imputados, pidió la absolución de Carrizo y Henríquez. Sostuvo que «no todos hicieron lo mismo» y que deberán analizar las cámaras, los horarios y que pongan énfasis en qué pasó dentro de «la cuadra».
La acusada tomó la palabra y dijo que «hizo lo que pudo». «Cuidé a Gatica, pero lamentablemente no alcanzó», reiteró al borde del llanto. Alegó que siempre fue consciente que tenía a sus hijos esperándola y que «no sería capaz de hacer algo así».
Además, expuso que confió en sus compañeros y que cuando vio lo que pasaba lo informó a su superior. «No soy un peligro para la sociedad y pido que resuelvan la absolución», cerró.
Carrizo se quebró al tomar la palabra. «Tengo que vivir todos los días pensando que le hice el RCP y no pude hacer nada más», dijo y reiteró que «Gatica pudo haber cometido cualquier error, pero no se merecía lo que le hicieron».
Quintrel
Quintrel, por su parte, esgrimió que cuando hay juicios con muchos imputados «es lógico que todos quieran sacarse la carga y culpar a otro». «Espero que sean objetivos. Yo no estuve en la Unidad cuando le dieron los golpes mortales», explicó.
Sosa
El abogado de Sosa, Damián Moreyra, indicó que su defendido no fue el autor de la muerte de Gatica y pidió que no sea condenado. De manera subsidiaria, solicitó que solo sea condenado por la omisión en el delito.
Entre las pruebas faltantes, sostuvo que no hay evidencia objetiva que indique que el cabo haya golpeado a la víctima fatal. Además, dijo que «solo hay dichos entre los imputados» y apuntó contra Moraga y Quintrel, como los agresores del detenido. «El parte diario estaba acomodadísimo», sostuvo. Sobre la investigación por parte de la Policía Federal detalló que «no fue seria».
«El único que le hizo RCP y quiso salvarle la vida a Gatica fue Sosa», dijo el letrado.
Sosa fue el último en hablar. Dijo que era del barrio, que si llegaba a pegarle a «un malandra, me prendían fuego la casa». Apeló a la «falta de pruebas objetiva » en su contra, indicó que en los videos se lo puede ver intentando salvarle la vida y dijo «en la remera se podría haber encontrado ADN de los culpables».
La Fiscalía pidió dos condenas: a dos policías por tortura seguida de muerte y otros por la omisión de evitarlo
Las acusaciones son graves: se sospecha que Gatica, detenido por un hurto menor, fue víctima de una golpiza feroz mientras estaba esposado, que terminó con su vida. Los imputados por el crimen de Gatica son los sargentos Andrea Henríquez y Vilmar Quintrel, los cabos primeros Walter Carrizo y Jorge Sosa.
El fiscal Santiago Márquez Gauna comenzó con sus alegatos e inmediatamente pidió disculpas al jurado si les generó alguna incomodidad. «No es lo mismo juzgar un homicidio que una tortura seguida de muerte. Cuál de todos los que lo torturó lo mató no es importante para la decisión que tienen que tomar», dijo.
Además, el representante del MPF, les explicó de qué se trata el delito por el cual llegaron acusados los policías. «La tortura está contenida en una convención y es todo acto donde se le inflija intencionalmente dolor y sufrimiento graves, ya sean físicos o mentales con un fin», siguió y explicó que «solo requiere que la muerte sea seguida de la tortura y como resultado de ésta», completó.
«Gatica tuvo 184 lesiones externas. Cada lesión, es un dolor. Cabeza, hombro, tronco, brazos y piernas. No hay otra parte del cuerpo que no tuviera lesiones. Estuvo todo el tiempo esposado y con las manos atrás, con siete costillas fracturadas», describió.
Pidió que pongan énfasis en las pruebas objetivas con las que contaron durante el debate: las cámaras, la autopsia y sus fotos, las conversaciones del celular que fueron exhibidas.
Por el contrario, lo que Márquez Gauna trató separar de la prueba objetiva fue el parte diario de la comisaría, los dichos sobre otra persona (declaraciones entre los acusados), cuando hablaron de tareas y/o funciones que no realizaron o desconocen.
¿Dónde estuvieron y qué hicieron los acusados?: la reconstrucción de la Fiscalía
Márquez Gauna enumeró los lugares en donde ubicó a los policías acusados de tortura seguida de muerte. Repasó la ubicación de Sosa, diciendo que «estuvo en custodia de Gatica hasta que Henríquez lo sacó». Lo situó en todo momento en el hecho, desde la detención hasta los traslados al hospital.
Sobre Quintrel (el chofer), sostuvo que estuvo con Gatica en la guardia con Sosa y trasladó a la víctima al hospital, pero también lo ubicó en «la cuadra» (la zona dentro de la comisaría donde habrían perpetrado la tortura). El fiscal desestimó los argumentos donde el acusado intentó plantear que «estuvo poquito» y dijo que siempre quiso desligarse del lugar para ocultar que también golpeó a Gatica.
A Carrizo lo describió como «el oficial de guardia» que estuvo adelante hasta que Henríquez lo releva. Respecto a la imputada, dijo que la sargento -y jefa de calle- estuvo «en todo momento».
«Nadie relata cómo se produjeron las 184 lesiones», alegó el fiscal. Repasó como Quintrel acusó a Sosa. Sosa apuntó contra Moraga y Quintrel, además, sostuvo que «Henríquez me acusó porque es amiga de él y lo hace para ayudarlo».
«Henríquez dijo ‘vi a Gatica con las rodillas de Sosa encima del pecho y le dije que parara’ para que no le siga pegando», siguió Márquez Gauna.
«¿Qué hizo cada uno? Sosa y Quintrel lo torturaron. Henríquez presenció la tortura y no la evitó», dijo Márquez Gauna. La misma acusación pesó para Carrizo, a quien le adjudicaron que hizo caso omiso al ver y no interceder durante el hecho.
En resumen, solicitó que el jurado declare responsables a:
- Sosa y Quintrel: por el delito de tortura seguida de muerte.
- Carrizo y Henríquez: por el delito de omisión de evitar tortura.
El día que todo cambió
La noche del 9 de enero de 2023, Jorge Gatica fue arrestado por sustraer dos kilos de chorizos y dos kilos de carne de un comercio del barrio Anahí Mapu. Lo llevaron a la comisaría 45, donde según la acusación, comenzó el calvario.
Durante esa guardia estaban el cabo Jorge Sosa, los sargentos Vilmar Quintrel y Andrea Henríquez, y el cabo primero Walter Carrizo. Gastón Moraga, otro de los sospechados, ya fue condenado tras juicio abreviado. Según la fiscalía y las querellas, entre las 22:40 y las primeras horas del 10 de enero, los cuatro efectivos que llegaron a esta instancia, lo golpearon brutalmente mientras estaba esposado.
Hoy se cierra el juicio
Tras casi dos semanas de debate, este jueves se conocerá el veredicto. Primero se escucharon los alegatos finales de la fiscalía, las defensas y los representantes de la familia de Gatica. Luego, el jurado popular se retiró a deliberar.
Podrán declarar culpables o inocentes a los cuatro imputados. Si el veredicto es condenatorio, la jueza que dirige el juicio deberá fijar una nueva audiencia para dictar la pena correspondiente. Si es absolutorio, los policías quedarán en libertad.
Para la familia de Jorge Gatica, este jueves puede ser el final de una espera insostenible. El juicio por su muerte -tras una brutal golpiza sufrida mientras estaba detenido en la comisaría 45 de Cipolletti- llega a su fin. Desde las 9:20 hasta pasado el mediodía, los doce integrantes del jurado popular escucharon los alegatos finales y podrían escucharon las "últimas palabras" de los cuatro policías acusados antes de pasar a la deliberación. Esta tarde, deberán resolver si son culpables de tortura seguidas de muerte.
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