La mujer asesinada en el Mirador del Limay recibió cuatro puñaladas; el autor está herido

Festejaba del día de la madre con su grupo familiar cuando fueron abordados por dos sujetos. Uno está acusado del homicidio y el otro de lesiones leves.

Gabriela Barahona, de 44 años, recibió cuatro puñaladas en la madrugada del domingo, cuando festejaba el día de la madre con sus familiares en el Mirador del Limay. Una de ellas le cortó la arteria femoral y murió en el lugar casi de inmediato. El autor del hecho recibió una herida de arma blanca en la espalda y está internado fuera de peligro en el hospital Castro Rendón. A su cómplice le formularon cargos por lesiones leves.

Los nuevos detalles del homicidio, que no está calificado como femicidio, se conocieron este lunes en la audiencia de formulación de cargos contra Héctor Adolfo Colipi, a quien los testigos señalan como el que inició la pelea por motivos que se ignoran.

Colipi, de 27 años, es de Piedra del Águila y según sus defensores jamás había visto antes a las víctimas. Está desocupado, no posee celular y vive de manera provisoria en la casa de Marcos Ariel Ramírez Mercado, señalado como autor del crimen.

En agosto le iniciaron una causa por violencia de género contra su expareja en el juzgado de Familia 4 de Neuquén y porta una tobillera con geolocalizador, pero el domingo a las 2 de la mañana, poco antes del crimen, se quitó esa parte del dispositivo.

Ataque en el Mirador

De acuerdo con la acusación del fiscal Andrés Azar y el asistente letrado Pablo Jávega, que no fue controvertida por el defensor publico jefe Raúl Caferra y el defensor público José Maitini, el domingo a las 3:30 de la mañana Gabriela Barahona y cinco personas de su grupo familiar, entre ellas sus hijos, estaban en la calle Obrero Argentino al final, en el Paseo de la Costa, en el Mirador al río Limay.

Por allí pasaron los imputados y los increparon sin motivo. Colipi fue el que inició la pelea con uno de los hijos de Barahona, al cual le arrojó gas pimienta en la cara. Con un arma blanca de hoja curva y mango tipo manopla le provocó una profunda herida en la mano izquierda.

La pelea se generalizó, el arma blanca se le cayó y la tomó Ramírez, quien atacó a Barahona y le aplicó las cuatro puñaladas.

A su vez recibió un puntazo en la espalda que obligó a internarlo en el hospital Castro Rendón. Por eso se dispuso su prisión preventiva por 24 horas, renovables por otras 24; se cree que dentro de ese plazo estará en condiciones de afrontar la acusación por homicidio.

El otro imputado, en libertad

Colipi fue acusado de lesiones leves y quedó en libertad. Cada quince días debe presentarse en la fiscalía, le impusieron una prohibición de acercarse a las víctimas y debe informar cuanto antes un domicilio y un teléfono. El defensor Caferra indicó que debido a la detención de Ramírez es probable que quede en situación de calle o regrese a Piedra del Águila.

Al término de la audiencia, la jueza de Garantías Carina Álvarez le preguntó al imputado si había entendido la acusación. «Escuché, pero no entendí», fue la respuesta del hombre, quien presenta en el rostro las huellas de la pelea.

La magistrada le explicó en los términos más sencillos que pudo de qué se lo acusaba y las medidas de coerción que debe cumplir, y dispuso su libertad.


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