Tras huir de la Policía, se entregó y lo imputaron por dos violentos robos con armas en Bariloche
El juez de garantías admitió los cargos que la fiscalía formuló contra el sospechoso de haber cometido los dos asaltos, con otros cómplices. A un jubilado lo golpearon hasta dejarlo inconsciente y terminó internado. A otro hombre lo balearon en su casa, cuando entraron a robar.
“¡Ñancufil me cagaste!”, gritó, furioso, Laureano Ezequiel Cañuqueo cuando los policías lo arrestaban. Fernando Abel Ñancufil no se detuvo. Siguió corriendo y logró eludir al personal policial que lo persiguió durante varias cuadras en cercanías del centro de Bariloche. Escapó en un Mercedes Benz, negro, cuyo conductor lo esperaba con el motor encendido, en las inmediaciones del domicilio donde habían perpetrado un violento robo el 10 de abril pasado, en horas del mediodía.
Según la fiscalía, Cañuqueo y Ñancufil fueron los autores de un robo contra un jubilado de 75 años al que amedrentaron con una faca y lo lesionaron. También, lo golpearon con saña hasta dejarlo inconsciente en su domicilio del barrio Belgrano Sudoeste. La víctima sufrió un traumatismo de cráneo y otras graves lesiones. Terminó internado en un sanatorio y su vida corrió peligro.
La fiscalía imputó el 12 de abril pasado a Cañuqueo como autor de un robo agravado por el uso de arma, por haberle causado lesiones graves a la víctima y haber sido cometido en poblado y en banda y con escalamiento. El juez Juan Pablo Laurence admitió los cargos formulados entonces por el fiscal Marcos Sosa Lukman, habilitó que se investigue el robo y le impuso cuatro meses de prisión preventiva. Pero faltaban los cómplices.
Ñancufil (36) se entregó el martes tras numerosos allanamientos en su búsqueda, como indicó la fiscal jefe Betiana Cendón, en la audiencia de formulación de cargos, que se hizo este miércoles. Es que estaba prófugo de la justicia desde el 14 de noviembre del 2022, cuando rompió una tobillera electrónica y huyó de su casa, donde cumplía prisión preventiva domiciliaria por otro hecho delictivo.
Un robo que dejó a un jubilado grave
La fiscal relató que Cañuqueo y Ñancufil entraron alrededor de las 13 del 10 de abril último al domicilio del barrio Belgrano. Ingresaron por el portón principal e interceptaron al jubilado cuando entraba a su casa. Lo amedrentaron y lesionaron con una faca casera, que le secuestraron a Cañuqueo, cuando lo arrestaron.
Una vez en el interior de la vivienda, los imputados maniataron y agredieron con golpes y patadas al jubilado, para que les indicara dónde tenía el dinero. Por la paliza, el hombre quedó inconsciente. Le robaron billetera, tarjetas de crédito y débito y 500 mil pesos. Pero se fueron sin el botín que buscaban.
Una persecución casi de película
Los imputados huyeron por el techo de la vivienda y después corrieron por las calles adyacentes. Mientras escapaban se cambiaron de ropa. Todo quedó registrado en cámaras de seguridad de domicilios de la zona que los investigadores analizaron y presentaron como evidencia.
Dos estudiantes que salían del colegio, que está situado en esa zona, grabaron parte de la huida de los sospechosos con sus celulares porque las llamó la atención. Las estudiantes avisaron a una docente y llamaron al 911 de la Policía.
Un movil policial interceptó a los sospechosos en la calle 25 de Mayo, pero huyeron hacia un mallín y subieron a un Fiat Cronos, que estaba estacionado en la calle Morales. El vehículo tenía puesta una chapa patente que había sido robada en la víspera a otro Cronos, indicó Cendón, tras recolectar la denuncia de la damnificada.
Intentaron escapar. Pero a las pocas cuadras tuvieron que abandonar el auto, porque el intenso tránsito vehicular, por el horario de salida del colegio, les impidió escapar. Huyeron a pie. Policías alcanzaron y detuvieron a Cañuqueo, mientras que Ñancufil corrió y subió a un Mercedes Benz, negro, con un conductor que lo esperaba. .
La hipótesis de la asociación ilícita
Cendón advirtió que había tres bandas de delincuentes en los alrededores del domicilio de la víctima, pero la sospecha es que Ñancufil y Cañuqueo se les adelantaron. Por eso, no descartó una posible asociación ilícita.
En la audiencia de formulación de cargos, Cendón le atribuyó a Ñancufil los mismos delitos que a Cañuqueo. Pero le sumó otro robo con armas que cometió, según su teoría, la noche del 8 de abril pasado, en un domicilio del barrio Rancho Grande de Bariloche.
Contó que Ñancufil junto a otras tres personas irrumpieron en ese domicilio. El propietario estaba en la planta alta y escuchó un ruido muy fuerte y bajó. En la planta baja estaban los delincuentes y uno que portaba un arma de fuego le dispararon sin mediar palabras. La bala impactó en el omóplato derecho de la víctima.
Herido, lo ataron de pies y manos y le exigían la entrega de dinero. Huyeron con varios elementos y robaron además el auto de la víctima. Abandonaron el vehículo en el barrio Virgen Misionera, ubicado a un kilómetro del domicilio donde perpetraron el asalto.
También, lo imputaron por otros hechos delictivos, como intento de hurto, de robo y encubrimiento.
El defensor particular Alejandro Pschunder negó que su asistido sea el autor de esos robos y se opuso a la formulación de cargos, pero el juez Ricardo Calcagno admitió la imputación fiscal, habilitó que se investiguen los hechos y le impuso prisión preventiva a Ñancufil hasta el 3 de noviembre de 2025.
Comentarios