Una funcionaria de JSRN llevó a juicio a un miembro del Clan Montecino en Cipolletti

Silvana Larralde, presidenta del Concejo Deliberante de Cipolletti, declaró en la causa por coacción contra Franco Hernández. Larralde dio detalles del hostigamiento que sufrió. El hijo de Ruth Montecino está detenido en Roca por una causa que investiga la justicia federal.

La relación entre el clan Montecino de Cipolletti y la política siempre fue intrincada. Desde que Alberto Weretilneck intentó desterrarlos de la ciudad allá por 2011 pasó mucha agua debajo del puente. En la actualidad una alfil del hombre fuerte de Juntos Somos Río Negro encabeza un proceso judicial para terminar con la impunidad de la familia. Silvana Larralde, presidenta del Deliberante, cargó fuerte ayer en el juicio contra Franco Hernández, hijo de la líder narco.

Larralde fue legisladora por el partido de Weretilneck y está a poco de terminar su gestión frente al Deliberante local. Pero ayer mostró otra faceta en el juicio que se le sigue a Franco Hernández, el hijo menor de Ruth Montecino que supo asolar la ciudad durante la intendencia del senador y candidato a gobernador el próximo 16 de abril. La funcionaria hizo la denuncia en fiscalía por el delito de coacción, luego de que Hernández amenazara a su entorno para retirar los cargos en su contra.

Por tratarse de personas menores de edad que estuvieron involucradas en el conflicto RIO NEGRO reserva detalles de lo que ocurrió en el debate, en cumplimiento de las leyes que imponen la no identificación de niños, niñas y adolescentes. Tampoco se publicará el vínculo de la legisladora Larralde, que es una persona pública por su cargo, con las víctimas de Franco Hernández.

El hecho es que Larralde intentó proteger a su entorno de la complicada relación que mantenía una de las víctimas con el imputado, actualmente preso a disposición de la Justicia Federal de Roca.
Hernández fue condenado en los tribunales cipoleños a un año de prisión por lesionar con un arma blanca a otro joven en una fiesta clandestina. La fiscalía había ido por una tentativa de homicidio pero no lo pudo probar en medio de una deslucida actuación.

Hernández fue protagonista estelar de las páginas policiales de Cipolletti en el último tramo de las restricciones por la pandemia, en 2021. Ya en 2020 detenido con prisión preventiva por un supuesto intento de homicidio estuvo a punto de recibir prisión domiciliaria por falta de lugar en el penal. Pero al año siguiente protagonizó un raid delictivo con tintes cinematográficos que fue en escalada y que arrasó hasta la presidenta del Concejo.

La funcionaria aseguró que las constantes amenazas y hostigamiento por parte del imputado atemorizaban tanto que “casi” no podía dormir por las noches. Fue durante la pandemia, pero el conflicto comenzó mucho antes. La víctima de este juicio mantuvo un vínculo de pareja “largo y complicado”: así lo describió una testigo en el debate.

Larralde relató ante la mirada de la jueza de juicio Alejandra Berenguer que la víctima sufrió y perdió años de vida por este acontecimiento y que recién ahora está teniendo una vida “normal”. Se presume que cuando terminó la relación, el hijo de Ruth comenzó a hostigarla. La perseguía física y virtualmente y además se aparecía en la casa de ella con movimientos amenazantes. Pasaba con diferentes vehículos de alta gama a gran velocidad en horas de la madrugada.

En ese contexto la legisladora municipal fue a la fiscalía a denunciarlo. Por esa primera denuncia, que se radicó en junio de 2021, Hernández interceptó a la víctima en pleno centro cipoleño y en contramano con su auto. La obligó a bajarse y le dijo textualmente “decile a Silvana que retire la denuncia”, se lo dijo en varias oportunidades y con un tono intimidatorio, según la teoría del fiscal Guillermo Ibáñez.


Larralde aseguró que era tal el temor de ella que cambiaron los hábitos y los cuidados. Pero la peor parte se la llevó la víctima que estuvo mucho tiempo sin salir de su casa.

Otra denuncia contra el joven

Los episodios violentos siguieron: un par de días después fue detenido luego de golpear a una joven y protagonizar un escándalo en un bar de Cipolletti. Tras una intensa persecución fue demorado y quedó a disposición de la justicia.

El juicio no concluye aún pero quedó claro que el clan Montecino, pese a la muerte del primer líder Hector Montecino, y a las condenas que recibió su hermana Ruth, a su vez madre de Hernández, sigue operando con tintes mafiosos en la ciudad.


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