La asesinaron en su propia vivienda
Una vecina de la zona oeste de Bariloche fue hallada sin vida por su hija.
Alfredo Leiva
BARILOCHE (AB).- El homicidio de una conocida vecina causó conmoción ayer en esta ciudad y un ajetreo inusual en las fuerzas policiales. Los investigadores se mostraron cautos durante toda la jornada y sólo confirmaron el hallazgo del cuerpo en una de las habitaciones de su propia vivienda. Más tarde se supo que la mujer era María Juanzilori, de 67 años. Según pudo conocerse, la mujer habría sido hallada maniatada y con la cabeza cubierta lo cual hizo sospechar a los investigadores –en una primera evaluación– sobre una presunta muerte por asfixia. Ayer pasada la tarde se dispuso la realización de la autopsia y –al cierre de esta edición– se esperaban conocer los resultados del informe. Personal de la Comisaría 27ª y peritos de Criminalística investigaban las circunstancias del homicidio de la mujer, que habría ocurrido en horas de la mañana en su casa de Cruz del Sur al 200, a dos cuadras de avenida Pioneros. La víctima, una querida vecina del barrio San Ignacio del Cerro, fue hallada entre las 9 y las 10 de ayer por su hija, quien vive con su pareja en otra vivienda cercana, construida dentro de la misma propiedad. La mujer fue a visitar a su madre, inquieta porque no respondía sus mensajes, y la encontró en una de las habitaciones con claros signos de una muerte violenta. Según se pudo saber en forma extraoficial, en la casa de la víctima no había puertas ni aberturas forzadas, pero en la habitación donde fue hallada había algunos objetos revueltos. La instrucción, a cargo del juez de turno Ricardo Calcagno, descartó la posibilidad de un suicidio entre las hipótesis de investigación, pero todavía no se pudo establecer si pudo ser una o más personas las que cometieron el asesinato, tampoco si el violento hecho estuvo asociado a un posible robo. El asesinato de la mujer causó conmoción entre los habitantes del tranquilo barrio residencial, ubicado en la zona Oeste, a ocho kilómetros del casco urbano, sobre el faldeo inferior del Cerro Otto. La mayoría de sus vecinos conocían a la víctima desde hacía años y mantenían una relación de aprecio con ella y con su hija. Hasta el momento, ninguno de los vecinos que prestaron testimonio en el marco de la investigación habrían escuchado gritos o ladridos de los perros de la casa que dieran indicios del hecho violento que se registró en su interior. La autopsia de rigor determinará las causas de la muerte, pero a priori se hablaba ayer de un presunto caso de asfixia. Efectivos de Criminalística tomaron muestras de la habitación donde fue hallada la víctima y de otros ambientes de la casa que serán peritadas para encontrar indicios que permitan identificar a el o los autores del homicidio.
Alfredo Leiva
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