La batalla del 30%: cómo se calcula y por qué hay polémica con el tope de clientes en la región

Las nuevas restricciones que impuso Río Negro redujeron el aforo permitido. Desde la CAIC de Roca insistieron en el pedido de revisión de esa medida.

El gobierno provincial y el municipio de Roca aclararon hoy que el 30% de aforo permitido para locales gastronómicos, gimnasios, clubes, cines, teatros y salones de eventos debe calcularse sobre el número máximo habilitado para cada espacio antes de la pandemia.

La intervención de esas dos estructuras fue necesaria ante el malestar del sector comercial, porque en principio circuló una información que indicaba que el 30% debía estimarse sobre el factor de ocupación establecido el año pasado, cuando se redujeron al 50% los topes iniciales.

“Si se aplica sobre el ‘factor covid’, en mi local podrían ingresar 21 clientes, cuando tengo 25 empleados. Tengo que cerrar”, resumió Fernando Henríquez, dueño de un espacio gastronómico de Roca que dialogó esta mañana con RÍO NEGRO.

Ante esos reproches, desde el Ministerio de Gobierno ratificaron que el aforo máximo para esta etapa de restricciones debe calcularse sobre el número de clientes o mesas permitidos antes de la crisis sanitaria y detallaron -luego de una comunicación entre funcionarios- que el municipio roquense estaba aplicando el mismo criterio.

Por su parte, desde la gestión local también despejaron dudas, indicando que “el municipio aplica el mismo criterio que la provincia. Es el 30% del número de mesas/clientes habilitados antes de la pandemia. No hay reducciones”.

De todas maneras, los comerciantes y prestadores de servicios insistieron hoy en la necesidad de revisar incluso ese 30% fijado en la resolución municipal y en el decreto provincial que entró en vigencia el lunes.

“Dicen que tomaron estas medidas para no perjudicar la economía. La verdad es que nos sentimos poco cuidados, porque con estas condiciones van a ser muchos los que van a tener que cerrar”, sostuvo Belén Bavastri, referente de la Cámara de Agricultura Industria y Comercio.

La representante de la entidad afirmó que “la gastronomía venía trabajando al 50% y en el verano más o menos la cosa iba bien. Pero ahora nos sentimos ninguneados, porque tomaron esta decisión sin consultarnos ni escuchar nuestras propuestas”.

Bavastri dijo que en el sector no entienden por qué les imponen nuevas restricciones horarias. “¿Después de determinada hora el virus circula más? ¿No podés generar encuentros sociales y familiares en ámbitos cuidados, con gente capacitada? Están generando que la gente vuelva a la clandestinidad, que es donde se provocan los contagios”, concluyó.


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