La casa se convirtió en un set de TV

Desde que comenzó el aislamiento, las transmisiones en vivo por Instagram se posicionaron como el gran boom de las redes sociales. Repasamos el fenómeno.

Si desde el comienzo del aislamiento no leíste al menos una vez por día una notificación con un nombre de usuario acompañado de la frase “está transmitiendo en vivo”, probablemente se deba a que no tenés instalada la aplicación de Instagram en tu celular.


Hace ya dos meses que el gran boom de las redes sociales son las transmisiones en vivo. Y si bien tanto Facebook como Twitter también tienen la funcionalidad, ninguna de las dos plataformas tiene tanta repercusión en este ámbito como Instagram (o Twitch, aunque tiene un enfoque más cercano al gaming).

Así las cosas, es más que probable que cada vez que abras Instagram encuentres numerosas transmisiones en vivo activas.

Médicos, deportistas, cocineros, artistas, decoradores, conductores, botánicos, influencers y también usuarios “comunes” (si es que podemos llamar así al usuario general de redes); todos pasaron por algún vivo, ya sea como anfitrión o como invitado.

Fue el propio Instagram quien brindó las cifras al público: desde mediados de marzo, se duplicaron la cantidad de transmisiones. Y así como aumentó ese número, lógicamente crecieron también los espectadores.

cinthiaalimentoconsciente, una gran cuenta (¡y es de Roca!).


Fue tal el crecimiento en general de esta funcionalidad que se habilitó la posibilidad de visualizar e interactuar con las transmisiones en las PC, algo que antes no era posible, puesto que estaba habilitado únicamente para ver en celulares.

Además, se generó la posibilidad de que todas las transmisiones queden guardadas en el apartado Instagram TV (IGTV), de forma que aquellos que no las hayan podido visualizar durante el vivo puedan verlas allí luego. Vale recordar que antes, si no eran descargadas, se borraban de forma automática a las 24 horas y no quedaba registro alguno.

Pero, ¿cuál es el atractivo de las transmisiones? Lógicamente, lo primero que podríamos decir es que nos permiten el acceso a mucha información interesante. Los vivos de médicos, sobre todo de infectólogos, tuvieron una explosión pocas veces vista durante la pandemia. Y si es para prevenir, bienvenido sea, claro está.

Claro, incorporar información y conocimientos no es el único interés, por más valioso que sea. Las transmisiones también nos permiten conocer un lado más cotidiano de las personas. Quizás sea por eso mismo que cuando un protagonista conocido sale de su sitio de confort (por ejemplo, un deportista jugando videojuegos, o un humorista haciendo entrevistas) la respuesta del público sea mucho mayor a la que hay cuando se transmiten haciendo algo más habitual.

El escritor Hernán Casciari, que realiza lecturas en vivo.


Hay otras cuestiones que también resultan atractivas. Cuando se trata de usuarios “comunes” (una vez más, entiéndase esto no como un término despectivo, sino como una referencia para aquellos que no entran en las categorías previamente mencionadas), las transmisiones a dúo suelen despertar un interés particular de parte de conocidos y amigos de ambos participantes, lo que sube las cifras.

¿Hay ejemplos de este último caso? Claro que si. Uno es local, y colega de nuestro medio, de hecho. Se trata de Facundo Rumene, quien en su perfil personal comenzó con un ciclo denominado “Más vivos que nunca”, que consta de entrevistas a amigos y conocidos, y que congrega en cada edición una gran cantidad de visitas con una temática que no había sido explotada aún en la región.

En la cuenta de RÍO NEGRO se realizaron algunos vivos con protagonistas de entrevistas, o con información extra a lo publicado. Puede verse en /rionegrocomar.

Claro, como mencionamos al comienzo de la nota, no solo de Instagram va la cosa, aún cuando es la plataforma más popular para este tipo de contenidos.


Lo hablamos la semana pasada, pero los streamings tanto de consumos artísticos (por ejemplo músicos tocando en su casa) como de videojuegos son uno de los puntos más altos en lo que a transmisiones en vivo se refiere durante el aislamiento.

La necesidad de diversión, el sentirse acompañado, o incluso el formar parte de una comunidad junto a los demás espectadores son algunas de las causas que generan tanto interés.

El boom de las transmisiones llegó hace rato, y explotó durante el aislamiento. Y a juzgar por el éxito que tuvo (y aún tiene), se quedará por un largo tiempo. Bienvenido sea.


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