“La CEB, el huevo o la gallina”

Cuando uno hace referencia al viejo refrán del huevo o la gallina se pregunta quién nació primero y todo puede devenirse en un debate que puede contener verdades relativas de uno u otro lado. Dentro de una sociedad organizada todos los estamentos gubernamentales tienen preponderancia ante los ciudadanos, y de allí la organización que cada país elige para sí mismo. Hay quienes eligen las monarquías, por lo cual casi todo queda resuelto entre cuatro paredes dentro de la corte del rey, y están los que quieren sistemas democráticos, por lo que el pueblo elige a sus representantes y a través de ellos y sus colaboradores se llevan a cabo las decisiones que luego tendrán efecto en la sociedad toda. Uno de los sistemas que más admiro es el cooperativo, ya que tiene la posibilidad de hacer participar de forma permanente y continua a sus asociados. No hay que esperar cuatro años o seis como en una elección de candidatos políticos, la cooperativa permite que quienes la conforman interactúen permanentemente con su entidad y sus autoridades. Lo que en el sistema cooperativo es una virtud (participación), a veces en la práctica no resulta de igual manera. Y es así que en la CEB de Bariloche, cuando se tiene que votar autoridades no lo hacen más del 10% de los asociados (4.000 / 5.000 votos), por lo que las elecciones terminan con autoridades legalmente elegidas, pero de baja legitimidad. O tal vez otra lectura puede ser que el 90% de los habitantes de Bariloche no está de acuerdo con las formas y procedimientos. Hay mucho para discutir, porque en definitiva también se trata de poder político y económico. Leyendo un diario digital me encuentro con la triste noticia sobre una desaveniencia entre un representante del municipio en la CEB (escribano Costa Brutten) y la conducción de la misma. Sigo leyendo, y entiendo que la conducción de la CEB lo echó por creer que cuestionaba trabajos, procedimientos y otros aspectos de la Cooperativa de Todos. No sólo echó a un representante del pueblo de Bariloche, también a un socio por cuestionarlos. Sin ponerme a discutir quién tiene o no razón en estas discusiones, creo que el concejo de la CEB se equivoca en plantear poca democracia en su seno y cerrar aún más las discusiones como si se tratara de una monarquía, máxime cuando ninguno detenta como dije antes un poder legítimo, sino que sólo es legal. Y no los culpo por ello, porque la responsabilidad de llegar con sólo dos votos al poder en la CEB se debe a la desidia de la mayoría de los barilochenses, que no entienden la importancia de participar en este tipo de elecciones. Debemos reflexionar si la conducción de la cooperativa eléctrica que nos pertenece a todos los barilochenses puede cuestionar o echar a un representante del pueblo de Bariloche de ese ámbito, o pedir que se lo cambie porque éste último los interpela sobre temas inherentes al funcionamiento de esta cooperativa. ¿Cómo puede ser que el representante en la CEB, cuyo partido gana las elecciones municipales con más de 15.000 votos, no tenga voto en este concejo? ¿A quién se le ocurre que es más importante la CEB que el municipio? El huevo o la gallina… Lamentable, muy lamentable. Jorge L Fernández Avello DNI 12.862.056 Bariloche

Jorge L Fernández Avello DNI 12.862.056 Bariloche


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