La extensa transición política en Zapala genera tensión

El intendente que fue elegido el domingo del MPN recién se sentará en el sillón mayor del municipio el 2 de enero. La actual jefa comunal prometió dejar todo en orden pero dijo que no propiciará encuentros con su sucesor. Éste, en cambio, quiere reuniones al menos dos veces por mes.


La cuarta ciudad con más electores de la provincia de Neuquén está a las puertas de una transición maratónica y compleja. El triunfo del Movimiento Popular Neuquino cambiará el signo político de ocho años de gobierno, pero recién ocurrirá el 2 de enero, diez meses después de la elección.

“Aún no tuvimos ninguna comunicación con el MPN y no la vamos a intentar. Vamos a concretar los proyectos que teníamos previstos para el resto del año y a terminar la gestión como teníamos planificado”, sostuvo ayer la intendenta Soledad Martínez, quien asumirá como diputada provincial antes de entregar el mando, el 10 de diciembre.

Su candidato, el secretario de Gobierno, Gastón Calabró, cayó frente al partido provincial al obtener un 25% de los votos frente al 42% que obtuvo Carlos Koopmann del MPN. En tercer lugar se ubicó Pablo Tomasini, quien se quedó con un 21%.

“Por supuesto hubo algunas cuestiones de la gestión que hay que revisarlas, pero creo que está claro en toda la provincia que la ingeniería electoral que diseñó el MPN funcionó al menos en términos de resultados. No sé si es fiel reflejo de la voluntad mayoritaria. No es eso lo que recogemos en Zapala”, evaluó la intendenta sobre la derrota del domingo.

Anticipó que no tiene “ninguna expectativa en la gestión que puedan hacer en estos cuatro años” porque calificó a Koopmann como “el peor candidato que han tenido en la historia el MPN”. Descartada una reunión, Martínez dijo que se entregará un acta que detalle la situación en la que queda la gestión el día de cambio de mando.

“Se entrega un municipio impecable: sin deuda, con el doble de espacios verdes que teníamos, con 150 viviendas entregadas, tres espacios deportivos propios, el 95% de la ciudad con cloacas y el 90% con gas, algunas cuadras de pavimento que estamos empezando, una residencia universitaria institucional y un cine remodelado. No van a tener excusas para demostrar que no saben hacer nada en la municipalidad, que es lo que va a ocurrir”, planteó.

Koopmann, en cambio, adelantó que pedirá reuniones “una o dos veces al mes” hasta fin de año, pues analizó que una transición tan larga “puede pasar de todo”. “Ya me senté con Omar Gutiérrez para empezar a gestionar y presentarle proyectos”, afirmó ayer el intendente electo.

A diferencia de Martínez, analizó que encontrará un municipio “muy abandonado” y con un reclamo de modernización y mayor infraestructura. “El municipio está complicado. Ha recibido más dinero por el aumento de regalías e igual nos vamos a encontrar con varios problemitas”, sostuvo.

La nueva gestión no tendrá mayoría propia en el Concejo Deliberante, cuya integración se repartirá entre seis bloques. Unidad Ciudadana Frente Neuquino ingresaría tres concejales, el MPN tres, su colectora Siempre uno, Cambiemos dos y el Partido Socialista uno. También la Democracia Cristiana entrará al Concejo con una banca.


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